La envidia de los ignorantes ataca al Madrid

De las copas europeas en blanco y negro, las que ganó cinco veces consecutivas el Real Madrid entre 1955 a 1960, han pasado 58 años. En 1966 volvió a levantarla ganándole al Partizan de Belgrado, con un dominio abrumador, que los enemigos las llamaron las copas europeas del “Franquismo” en un absoluto desconocimiento de lo que afirman con tanta seguridad y arrogancia.

De esa fecha a volver a levantar un título pasaron largos 32 años y de repente la copa de Europa ahora era a color, se respetaba la victoria y hasta los anémicos conocedores del futbol europeo se rindieron ante ellos. Ganaron a Juventus en Ámsterdam, ni más ni menos. En la presidencia de España ya estaba José María Aznar, del partido popular, ahora a nadie se le podía culpar.

Mañana en el Olímpico de Kiev, el Madrid tendrá a un histórico enfrente, sin tanta parafernalia, sin publicidad suficiente y sin la penetración mundial del rival, pero al contar sus títulos encontramos que son los mismos que tiene el Barcelona. Que gozada será ver en la final al Liverpool, al del gran entrenador Jürgen Klopp, esas que siempre son especiales antes de una Copa del Mundo.

Klopp es una institución del futbol europeo, no hay nadie que tenga tantas novedades en su trabajo como él. Cuando sorprendió al mundo dirigiendo al Dortmund se descubrió que utilizaba un aparato excéntrico llamado Footbonaut, que no era más que un rectángulo donde aparecían 72 huecos de los que se iluminaban y salían balones. El objetivo: que sus jugadores tuvieran capacidad de reacción inmediata ante la sorpresa, que supieran controlar y pasar el balón correctamente.

Fue tan exitoso el sistema, que logró el octavo título en la historia del Dortmund en la Bundesliga, con jugadores que eran desconocidos, pero muy apegados a su método. No quedo ahí, fueron hasta la final de Champions, derrotando en semifinales al Real Madrid de Carlo Ancelotti, curiosamente, el más ganador de la historia de títulos de este certamen junto a Bob Paisley del Liverpool, con tres copas cada uno.

Son demasiadas similitudes y la expectativa que se ha generado en torno a este partido; lo único malo fue una elección de sede lamentable, porque los ultras de Kiev viven sus traumas de manera negativa y marcan su territorio con una violencia desgarradora, golpeando a seguidores de Inglaterra, incluso dentro de los restaurantes, acciones realmente patéticas.

Real Madrid, el mejor equipo del planeta, se enfrenta al de mayor tradición en Inglaterra, aunque le moleste a los nuevos ricos del futbol como el Manchester City y el Chelsea, y despierte la envidia de aquellos que basan sus ataques contra el equipo blanco, en lo sucedido mientras ganaba esos primeros cinco títulos europeos. La envidia no los dejará disfrutar la final como a muchos otros, que solamente quieren ver buen futbol.