Limpieza en la Federación

Solamente pasaron ocho días del fracaso de España en el Mundial para que Luis Rubiales, presidente de la federación de ese país, tomara una decisión. No tuvo que esperar y cabildear con los dueños de los clubes de la Liga, ni tampoco escuchar a promotores o intentar convencer a alguien; con el poder del puesto, hizo lo que cualquier ejecutivo de calidad haría.

Han pasado 12 días desde que eliminaron a Alemania, uno de los más sonados fracasos en Rusia. De inmediato, vinieron las decisiones. Reinhard Grindel, presidente de la Federación germana, fue contundente al ratificar a Joachim Löw como entrenador.

Dos ejemplos que muestran lo lejano que está México en su toma de decisiones. Desde que Brasil eliminó a la Selección, todo se escucha, pero nada es cierto. Tras el silbatazo final en Samara, los promotores empezaron a filtrar información a sus “amigos” periodistas o, más bien, a pedirles que hicieran campaña de relaciones públicas, con el objetivo de generar expectativa falsa.

De nada sirve especular con nombres y más nombres cuando no hay ni presidente en la Federación Mexicana de Futbol; de hecho, hasta el lunes se presenta Yon de Luisa a su primer día de oficina.

Entrar a la presidencia de le Federación y dar a conocer al nuevo entrenador nacional debería ser la prioridad, una labor que le corresponde a él, solamente a él. Y esto no tiene nada que ver con los amistosos que tendrá en septiembre. Más que otra cosa, es dar un golpe de autoridad en el inicio de su gestión, para disipar cualquier duda que pueda existir respecto de su toma de decisiones.

Y esto no tiene que ver exclusivamente con el técnico, sino también con el organigrama de Selecciones Nacionales, en donde hay personajes que ya no deben seguir, sobre todo después de las absurdas declaraciones de Gerardo Torrado. Porque eso de que todavía tendrán que evaluar lo que se hizo para tomar decisiones, no son más que patrañas, es buscar ganar tiempo antes de lo inevitable: la salida de muchos.

En una semana inicia el proyecto de De Luisa y debería venir el nombramiento del nuevo técnico. También se evitarían más especulaciones y que los promotores utilicen a sus jilgueros de los medios de comunicación para tratar de colocar a sus representados. Se necesita certeza y seriedad para iniciar el camino rumbo a Qatar 2022, sin el manoseo de cada cuatro años, y a quien nombren técnico, que trabaje sin deberle algo a directivos u otros personajes. Deben limpiar el puesto de seleccionador nacional y lo que hay alrededor o, desde ya, volverán a fracasar, como cada cuatro años.

Algo que es extremadamente importante es que pueden contratar a quien sea, desde el de mayor cartel hasta un aprendiz de entrenador, pero —sea quien sea— debe tener autonomía, independencia en sus decisiones y no volver a prostituir un proceso, obligando a que aparezcan futbolistas que —sin merecerlo— alinean sólo porque son imán de taquilla.

Twitter: @gvlo2008