Un PRI sin candidato presidencial militante

La ofensa es grande para la militancia del Partido Revolucionario Institucional. Cuando la base ciudadana del tricolor se mostraba confiada de que el presidente Enrique Peña Nieto, refrendaría que el nuevo abanderado para contender en la elección del primer domingo de julio de 2018, sería un priísta leal, con sentido nacionalista y popular, que lucharía por refrendar el triunfo y su retorno a Los Pinos, el mexiquense optaría por un candidato ajeno a las filas del PRI.

Un ritual de la selección por parte del gran elector, que este lunes 27 de noviembre cancelaría la tradición guardada de manera respetuosa e institucional durante los 79 años de permanencia en el poder, interrumpida dos sexenios, al ceder y dar paso por presiones de Washington, al Partido Acción Nacional, “La Alternancia” (2000-2012), que finalmente resultó fallida con Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.

Y cuando todo hacía pensar, en apego a la congruencia obligada y necesaria ante la coyuntura adversa que vive México, que el hidalguense secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, representaba esa opción y esperanza para rescatar los anquilosados principios de la Revolución Mexicana, que han sido olvidados, arrinconados y destrozados por la tecnocracia insensible y alejada del interés social, ocurre el atropello a ese sentir popular, al recibir José Antonio Meade Kuribreña, la bendición del Presidente de la República, como “el bueno”, en su calidad de “ciudadano simpatizante”, para representar la causa priísta en el proceso electoral del próximo año.

De vuelta en la Residencia Oficial de Los Pinos, el ceremonial del “destape”, con la renuncia del ungido, al cargo de secretario de Hacienda y el nombramiento de José Antonio González Anaya, como sustituto del concuño del ex mandatario Carlos Salinas de Gortari, como si no hubiera más mexicanos capaces para ocupar este cargo de privilegio y de control de los dineros de la Nación, dejando atrás la dirección general de Petróleos Mexicanos.

El poder abierto y omnímodo en el sexenio que casi concluye, de quien, a pesar de haber dejado hace 23 años la Presidencia de la República, demuestra que sigue influyendo en la toma de decisiones al más alto nivel en todos los rubros del país.

Sí, el mismo Carlos Salinas de Gortari, que poco después de que Meade Kuribreña se despidiera de sus colaboradores en la Secretaría de Hacienda a quienes informaría de su deseo de participar por la candidatura Presidencia del PRI,  ha dado su “bendición y espaldarazo” absolutos al ex miembro del Gabinete Federal, al que califica de “formidable aspirante a Los Pinos. El PRI tiene un formidable candidato en José Antonio Meade y estoy seguro que con su calidad humana, su honestidad, su enorme talento y su amor a México podrá hacer una labor formidable“.

Y como si ya fuese candidato único, José Antonio realizaría en las siguientes horas la visita a las sedes de los desmadejados sectores del tricolor (Confederación de Trabajadores de México, Confederación Nacional Campesina y Confederación Nacional de Organizaciones Populares), donde sería recibido por sus líderes, en los respectivos auditorios, quienes sin demasiado protocolo, le entregaron sus respectivas constancias de adhesión para su postulación, sin aguardar el inicio de registros que de acuerdo a los estatutos será el próximo domingo 3 de diciembre, quedando en calidad de precandidatos.

Demasiada prisa de Meade Kuribreña, para cubrir todos los frentes del Revolucionario Institucional, con la intención de generar desde un principio una imagen de control absoluto para atraer las expresiones de unidad y respaldo en torno a su postulación, recibiendo como respuesta trato de candidato oficial, sin esperar a llegar al 18 de febrero, en que se hará la designación.

La postura clásica de la “cargada” de los dirigentes de la CTM, CNC y CNOP, hacia quien sin ser uno de sus correligionarios, lo arropan como tal, en función de la consigna superior de sacarlo adelante como el gran favorito para ganar en una contienda que desde ahora se perfila como compleja por todos los errores cometidos en el sexenio que concluye, traducidos en reformas estructurales iniciadas desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, que 25 años después han concretado la entrega al extranjero del patrimonio energético –petróleo y electricidad-, de todos los mexicanos, así como la afectación de sus derechos laborales.

Inmediata reacción minutos después del “destape”, a favor del ahora ex secretario de hacienda, de los otros tres aspirantes a la candidatura Presidencial del PRI, mediante mensajes en sus cuentas de Twitter, como ocurriría con el priísta José Narro Robles, secretario de Salud, que da a entender que abandona su intención de participar, al expresar: “Toda mi solidaridad, compromiso y deseos de éxito para mi amigo el Dr. @JoseAMeadeK en la tarea que inicia. Cuenta con mi apoyo total”.

El “ciudadano simpatizante” del tricolor y secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, escribiría: “Deseo el mayor de los éxitos a mi amigo @JoseAMeadeK. Ha sido un gran gusto y un honor ser su compañero en el gabinete del Presidente @EPN”.

Sería hasta las 12 horas con 57 minutos, cuando el priísta y titular de la Segob, Miguel Angel Osorio Chong, enviaría un texto sobrio y frío: “Felicito y le deseo éxito a @JoseAMeadeK, quien ha decidido buscar la postulación del @PRI_Nacional como candidato presidencial”.

El autor del “madruguete original” y principal elogiador, Luis Videgaray Caso, en su calidad de secretario de Relaciones Exteriores, publicaría a las 11 de la mañana con cinco minutos, más emotivamente: “Mi mayor reconocimiento a @JoseAMeadeK por su desempeño como secretario de Hacienda, de Desarrollo Social y de Relaciones Exteriores en el gabinete del Presidente @EPN. Le deseo el mayor de los éxitos en el proyecto que ahora emprende ¡Muchas felicidades!”.

Y aunque el proceso de selección del candidato formalmente está pendiente, en la realidad pareciera al grueso de la militancia priísta, que se encuentra frente a un hecho consumado, en la que seguramente se dará acceso, en función del “equilibrio de género”, por lo menos a un par de connotadas mujeres del tricolor que han ocupado cargos de representación popular, descartándose desde ahora, por disciplina, la participación de cualquiera de los demás de la lista oficial, incluyendo a quien deja de ser, por derecho partidista, el rival más fuerte del grupo, Miguel Ángel Osorio Chong.

Culmina así toda una estrategia orquestada desde Los Pinos y llevada cabo los días 9 y 10 de agosto, en la distante capital del estado de Campeche, a partir de una convención de delegados del país, que se denominó “Mesa Nacional de Estatutos”, que aprobó las reformas a su normatividad, que darían paso a la postulación de un “candidato simpatizante” a la Presidencia de la República en 2018, con lo cual se daría luz verde a la participación de José Antonio Meade Kuribreña, que nunca ha sido miembro del tricolor.

Toda una logística para eliminar el requisito de una militancia mínima y obligada de 10 años, para pretender ser aspirante a una candidatura Presidencial, establecida por los estatutos del comité ejecutivo nacional.

La consigna estaba anticipada desde la ciudad de México, en base a la propuesta del ex diputado federal José Ramón Martel, asesor especial de José Antonio Meade Kuribreña, durante su breve gestión como secretario de Desarrollo Social, de donde pasaría a la de Hacienda.

Aprobación de los 520 delegados, que avalaron la propuesta, aprobando la modificación al artículo 181, que agregaría un penúltimo párrafo en el que se acepta de manera irrevocable, que “los ciudadanos simpatizantes con prestigio y fama pública puedan ser postulados por el Partido Revolucionario Institucional.

“Conforme a lo dispuesto en la ley de la materia, la Comisión Política Permanente que corresponda, podrá aprobar la participación en el proceso de la postulación de candidaturas a cargos de elección popular a ciudadanas y ciudadanos simpatizantes, cuando su prestigio y fama pública señale que se encuentran en un nivel de reconocimiento y aceptación y, en consecuencia, en condición competitiva para ganar”.

Durante la reunión, se dejaría escuchar la voz opositora del ex gobernador del estado de Oaxaca, Ulises Ruiz, ante el propósito de José Ramón Martel, de quitar los “candados” que impedían la participación de su jefe José Antonio Meade Kuribreña, como posible abanderado de la causa Presidencial del tricolor en 2018.

Afirmaría el ex mandatario, la existencia de mucha inconformidad entre los priístas ante tal maniobra dictada desde Los Pinos: “La militancia está hasta la madre de las imposiciones y de que no se respete.  Ahora se quieren quitar requisitos y abrir el Partido ¿a quién?, si tenemos militantes hombres y mujeres que pueden representarnos. ¿Por qué quitar esos requisitos y ofender a la militancia?”.

Elevaría también su voz disidente la ex gobernadora de Yucatán y ya desde entonces aspirante a la nominación Presidencial del PRI, al proponer a los delegados de la “Mesa Nacional estatutaria”, que los candidatos sean electos a través del método de la consulta a la base, lo cual fue rechazado de inmediato, bajo el argumento de que corresponderá al Consejo Político Nacional del Revolucionario Institucional, definirlo, con lo cual su intento de cerrar el paso a Meade Kuribreña fracasaría.

La consumación de toda esta gran orquestación para dar paso libre y sin contrapeso importante a quien fuera colaborador importante en los sexenios panistas de Vicente Fox Quesada y de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, está dada a partir del lunes 27 de noviembre, tres meses 17 días después, una vez que el Presidente Enrique Peña Nieto atestiguara el arranque de una campaña que en la interna del PRI, no tendrá competidor.

Mensaje del Jefe del Poder Ejecutivo Federal que no deja dudas del

rumbo a seguir por el ungido, en el que elogia la trayectoria de José Antonio, luego de aceptar su renuncia como secretario de Hacienda y Crédito Público: “Quiero expresar mi reconocimiento personal e institucional a la destacada labor que el doctor Meade desarrolló en esta Administración, en tres Secretarías, y siempre al servicio de México.

“Como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, contribuyó a reposicionar a nuestro país en el mundo y a defender a los mexicanos en el exterior. En la Secretaría de Desarrollo Social fue responsable de diseñar la Estrategia Nacional de Inclusión, que permitió reducir los niveles de pobreza en el país entre 2014 y 2016”.

Peña Nieto subrayaría: “Y en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público fortaleció las finanzas públicas para consolidar la estabilidad económica e impulsar el crecimiento de México en un entorno internacional complejo. En el desempeño de sus responsabilidades, el doctor Meade acreditó su sólida formación académica y profesional, así como un amplio conocimiento de las necesidades del país y de su enorme potencial hacia adelante y, sobre todo, José Antonio Meade ha demostrado ser un hombre de bien, con vocación de servicio y un profundo amor a México.

“Le agradezco su dedicación, su entrega y su compromiso, y le deseo el mayor de los éxitos en el proyecto que ha decidido emprender. Y a quien dejó la Cancillería, a quien dejó la Secretaría de Desarrollo Social, y hoy deja la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, le deseo el mayor de los éxitos. Ha sido un colaborador entregado a las responsabilidades que se le han confiado”.

Y por si hubiera todavía alguna duda de la bendición del priísta número uno del país, al candidato Presidencial del PRI, como “ciudadano simpatizante”: “Muchas felicidades, Pepe, y el mayor de los éxitos”.