Chiapas, la necesidad del contacto personal

Roberto Albores Gleason, de Comitán, el candidato de la Coalición de los Partidos Revolucionario Institucional (PRI); Verde Ecologista de México (PVEM), y Nueva Alianza -PANAL, iniciaría su campaña por la Gubernatura de Chiapas, convencido de que el uso de las redes sociales le daría mejores resultados, que el contacto directo con la gente, y en solitario.

Rutilio Escandón Cadenas, de Venustiano Carranza, el ungido de los Partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); del Trabajo (PT), y Encuentro Social  (PES), marcaría pautas más completas, antes que cualquiera de sus contrincantes, al dar prioridad a los mítines, combinadas con el uso de Internet, de los cristales traseros de taxis y combis, así como el uso de bardas, manejando una imagen global, al lado de Andrés Manuel López Obrador.

José Antonio Aguilar Bodegas, de Tapachula, es quien más tarde ha empezado su tarea proselitista, luego del estire y afloja dentro del tricolor, que le lleva a renunciar después de 43 años de militancia, para abanderar la causa de los Partidos Acción Nacional (PAN); de la Revolución Democrática (PRD), y Movimiento Ciudadano (PMC), con una vasta experiencia política que le lleva a utilizar como prioridad principal, los recursos de acercarse a la gente común y los empresarios, a quienes conoce y lo identifican, en una acción más intensa que cualquiera de sus rivales, enfocada al vasto electorado de la Costa chiapaneca.

Jesús Alejo Orantes Ruiz, de Venustiano Carranza, líder de los productores cañeros del Ingenio Pujiltic, se ha incorporado a la contienda, en su calidad de independiente, pero desde un principio sin ninguna posibilidad de éxito, por su desconocimiento de la problemática estatal y por mismo incapacidad para hacer propuestas de solución. Solamente cumple con su objetivo de figurar y así pasar a la historia de Chiapas, como alguien que quiso ser y nada más.

En la primera fase de su campaña, Aguilar Bodegas ha enfocado su andar por plazas públicas y lugares cerrados con sus fieles seguidores desde sus tiempos como priísta, con un éxito mayor que sus contrincantes, al escoger a los municipios costeños, con los que tiene mayor identidad y representan más de la tercera parte del padrón electoral oficial.

Arrancaría su gira proselitista en Tapachula, en una plaza de toros, que no llenaría, porque a pesar de su experiencia, sus asesores no dieron la importancia suficiente a los desplazamientos de simpatizantes de otros municipios de la Región Soconusco, lo cual fue aprovechado por el equipo de Albores Gleason, que con toda anticipación coptaron el transporte público para trasladar a sus seguidores, a la concentración que el mismo domingo 29 de abril, llevaría a cabo, acompañado de José Antonio Meade Kuribreña, el abanderado del PRI-PVEM-PANAL.

Aún así, ambos eventos no convencerían a la ciudadanía, porque finalmente no se tuvo la capacidad de convocatoria suficiente para demostrar el poderío obligado de las militancias, sobre todo priístas y verdes, superiores a todos las demás de orden partidista.

Meade Kuribreña retornaría molesto a la ciudad de México, porque no encontró la respuesta social que le habían ofrecido, para que asistiera a acuerpar a Roberto Albores Gleason y más aún, porque el encuentro con los simpatizantes fue en un lugar maloliente, pues se trataba del pabellón ganadero, que apenas semanas antes había funcionado durante la Expo Feria Internacional de Tapachula.

Segunda mala experiencia del aspirante priísta, pues el inicio de su precampaña, sería también en Chiapas, en San Juan Chamula, en la Zona de Los Altos, con una temperatura extremadamente fría, en el primer minuto del jueves 14 de diciembre, con una asistencia escasa de los indígenas, que evidenció la mala fe de quien lo convenció de que ahí era el lugar indicado para tan importante acontecimiento político nacional.

Los chamulas, le harían saber en corto, su malestar por la imposición de candidatos ajenos al PRI, que desde siempre ha dominado toda la Región y que a manera de inconformidad no habían aceptado la invitación de asistir, desairando a José Antonio, que vestido a la usanza étnica zotzil proyectaría su primera imagen al país y al mundo como representante del tricolor en el trascendente proceso electoral de 2018.

Incapacidad de sus anfitriones partidistas y de gobierno, que fastidiaron las mejores intenciones del cuatro veces secretario de Estado en los gobiernos panistas y priístas de los últimos tres sexenios, de impactar al electorado nacional.

Rutilio comenzaría en Palenque, acompañado por el jefe de Morena, sin que tampoco lograra convencer al resto de la población estatal.

Experiencia, la de Tapachula, que fortaleció la convicción de Albores Gleason y sus estrategas, ajenos a la entidad y por lo mismo ignorantes de la realidad chiapaneca, por la opción cibernética como parte medular de la difusión de sus actividades, cancelando la presencia en espectaculares, pintas de bardas y transportes colectivos, por anticuadas y poco útiles.

Una apuesta fuera de lugar, en un estado pobre y de cobertura reducida en escalas no preponderantes en los medios urbanos, de la que pronto se percatarían ante la movilidad incesante de Rutilio Escandón Cadenas y José Antonio Aguilar Bodegas, al mantenerse en fuerte competencia, aunque el primero con mayor cobertura de imagen pública, al ocupar los espacios antes controlados por el PVEM.

Pero luego de observar las cada vez mayores muestras de aprecio a Aguilar Bodegas, por parte de la ciudadanía, desde Arriaga hasta Suchiate, la cual se ha incrementado en la semana anterior y la actual, decidiría entrar en competencia en Tapachula, haciendo lo mismo, al visitar un mercado y encabezar un encuentro con seguidores del PRI y PVEM-PANAL, acompañado del ungido a la Alcaldía, el ex diputado federal Enrique Zamora Morlet.

José Antonio ha empezado a demostrar que sabe de campañas y que mueve sus hilos por todo el territorio estatal, para reactivar a los grupos que desde hace mucho se identifican con él, luego de su paso dos veces por el liderazgo del PRI en la entidad, líder del Congreso, ex alcalde de Tapachula, diputado federal, senador de la República y secretario del Campo, sin olvidar en su trayectoria haber sido delegado de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, hoy Sagarpa, en tiempos del gobernador Absalón Castellanos Domínguez.

Hay camino andado y ello lo pone en ventaja sobre sus contrincantes, como se vio claramente en el debate del domingo 13 mayo, al demostrar durante su participación, el amplio conocimiento de la problemática chiapaneca y propuestas de solución, aunque en un principio cometería el error de leer tarjetas informativas, que luego abandonaría para responder con mayor naturalidad.

Inexplicablemente, Osvaldo Chacón Rojas, presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), contrataría en la ciudad de México, a quienes conducirían el debate, Elisa Alamos y Martha Reyes, con el agregado del chiapaneco Amado Avendaño, que sería relegado a segundo término y con problemas para usar el micrófono.

Línea a Elisa Alamos para manipular sus preguntas y pasar a un protagonismo incorrecto y burdo, sobre todo en contra de Roberto Albores Gleason y José Antonio Aguilar Bodegas, que tuvieron la prudencia de no caer en el juego de la provocación de la moderadora.

Encuentro transmitido por el canal 10 oficial, estaciones de radio e internet, en el que cada uno de los participantes expuso sus ideas y proyectos a realizar, de ganar la elección del próximo primer domingo de julio.

Jesús Alejo “Chus” Orantes Ruiz, en su afán de salir de la oscuridad de su trayectoria como político, al estilo de su colega neolonés independiente por la Presidencia de la República, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, trataría de emularlo al acusar de corruptos a sus tres contrincantes, quienes de inmediato le contestaron que si tenía pruebas, las aportara, pues de lo contrario estaba incurriendo en una calumnia inaceptable.

Una intervención demasiado pobre del líder cañero, que causaría una impresión negativa de su candidatura para gobernar Chiapas.

No ocurre así con el ex fiscal Raciel López Salazar, el candidato más sobresaliente del PRI-PVEM-PANAL, en el estado, cuyo activismo intenso en los municipios del distrito 7, con cabecera en Tonalá, seguramente contribuirá de manera positiva a los afanes proselitistas de Albores Gleason, restando votos a Aguilar Bodegas.

Movilidad permanente, con respuesta favorable entre los habitantes de Arriaga, Tonalá, Pijijiapan, Mapastepec, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acacoyagua, Acapetahua y parte de Huixtla, sustentado en la frase de “soy un hombre de resultados”.

Habrá que esperar las incursiones de los candidatos por las demás Regiones de Chiapas, donde en el norte Rutilio Escandón Cadenas cuenta con buen número de seguidores, ante el escaso dominio en las jurisdicciones municipales del Revolucionario Institucional.

A 39 días de los comicios, los sondeos difundidos por casas encuestadoras de la capital del país, aseguran que Rutilio se ubica en primer lugar, seguido por Roberto, en tercer lugar José Antonio y en último Jesús Alejo.

Salvo Escandón Cadenas, Albores Gleason, Aguilar Bodegas y Orantes Ruiz, consideran que tales referencias no se apegan a la realidad, por lo que confían en que el 1 de julio los resultados sean totalmente distintos.

Cumpliendo el ritual, todos se dicen ganadores ante el conglomerado social que los continúan observando y escuchando sus propuestas para mejorar las condiciones generales de los chiapanecos.

Días de exagerada manipulación electoral en la entidad, sobre todo de los Partidos Mover a Chiapas y Chiapas Unidos, que esta semana definirán su sobrevivencia al participar asociados con la Coalición que enarbola el PRI.

Manoseo

de estos institutos políticos de cuño reciente, que de continuar con la intención de caminar solos y con candidatos propios, estarán firmando su sentencia de desaparición, pues hasta ahora han servido únicamente para satisfacer caprichos personales, en las esferas del poder estatal, utilizando con niveles de dispendio escandaloso, los recursos públicos.

En muy poco beneficiará al PRI y sus aliados menores, el que los dos chiqui partidos se sumen a la candidatura común de Albores Gleason, dada su intrascendencia y nula influencia en el ánimo de la población ciudadana.

Predominio de civilidad y respeto, en el actuar de cada uno de los aspirantes a asumir la administración y rumbo de Chiapas en los próximos seis años, que genera un clima de armonía.

La fiesta en paz, hasta ahora, en tiempos en que la grave crisis económica que enfrenta Chiapas, repercute severamente en las familias chiapanecas, lo cual influirá sin duda, el día de los comicios.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.