Emergencia en el PRI; Castellanos, el quinto

El voto de los electores chiapanecos llegará pulverizado al muy cercano 1 de julio, al validar el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, este miércoles 6 de junio, la candidatura de Fernando Castellanos Cal y Mayor como quinto candidato al gobierno de Chiapas.

Golpe desde las alturas a Roberto Albores Gleason, candidato a la gubernatura del  Partido Revolucionario Institucional, al ser rechazada la impugnación que el tricolor hiciera ante la máxima autoridad electoral del país, al registro por parte de los Partidos Verde Ecologista de México, Mover a Chiapas y Chiapas Unido, presuntamente fuera de tiempo, del ex alcalde de Tuxtla Gutiérrez.

Necesidad del reordenamiento de la estrategia del PRI, sobre todo al dejar de contar con los recursos financieros del partido en el poder estatal, que lleva a la convocatoria de reunión urgente del aspirante y el presidente del priísmo estatal, Julián Nazar Morales, al Consejo Estatal de Consejeros Políticos.

Encendido de focos rojos, entrada la noche, para dar comienzo a la sesión pronosticada para concluir en horas de la madrugada, en la que como primer punto a tratar sería el desmantelamiento de todas las candidaturas comunes con el PVEM, a diputaciones locales y Alcaldías.

Una situación por demás delicada para el Revolucionario Institucional en Chiapas, si se considera que existía la absoluta confianza de que su integración como Coalición, en la que participaban el instituto político del tucán y Nueva Alianza, pactada desde el año pasado para las contiendas electoral federal, estatales y municipales, se respetaría por las cúpulas nacionales.

En el caso de Chiapas, tal acuerdo molestaría desde un principio a la militancia del tricolor, una vez que la mayoría de las candidaturas a senadores, diputados federales y locales, así como a presidentes municipales, habían sido cedidas sin medida al Verde Ecologista de México, a cambio de que el aspirante a suceder a Manuel Velasco Coello, fuera el priísta Roberto Albores Gleason.

Una decisión que llevaría incluso a una insurrección al interior del PRI en la entidad, por considerar que el ahora ex líder nacional Enrique Ochoa Reza, se había extralimitado, ignorando la realidad política de las diversas Regiones de Chiapas, donde el argumento de los disidentes, iba en el sentido de que el PVEM es simplemente un membrete con militancia de ocasión, sustentada en la estructura priísta.

La rebelión no tendría éxito, dada la imposición de la voluntad de Ochoa Reza, pero que finalmente dejó debilitado a Albores Gleason, una vez que el rechazo al abanderado de la causa estatal se hizo evidente por no defender los derechos de quienes se han mantenido en las trincheras y que de nuevo han sido marginados, sin importar el daño a la moral y animosidad de quienes esperaban ser convocados para contender por cargos de representación popular.

A 20 días del término de la actividad proselitista, ocurre formalmente la desincorporación del PVEM, para postular al ex diputado y ex líder del Congreso, Castellanos Cal y Mayor, que obliga con carácter de emergente a retomar el control de una situación inédita y que conlleva el riesgo de tomar decisiones precipitadas que pudieran complicar todavía más el desenlace electoral, que desde ahora se considera de alto riesgo no únicamente para el ungido estatal Albores Gleason, sino fundamentalmente para el candidato Presidencial José Antonio Meade Kuribreña.

Y si bien es cierto que no se concluye con la alianza a nivel federal, en la que el PVEM ha impuesto a todos los aspirantes a diputados federales, inexplicablemente se ha abstenido de designar a sus candidatos a senadores, con lo cual se vulnera gravemente la posibilidad de contar con más sufragios a favor de Meade Kuribreña.

Vacío a propósito, que siguen aprovechando el ex líder cameral y partidista del tucán, Eduardo Ramírez Aguilar, que al no lograr su intención de ser postulado por el PVEM, en lugar de Roberto Albores Gleason, renunciaría a sus encargos para ser ahora a una senaduría, por parte del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), haciendo mancuerna con su correligionaria Sasil de León.

Atrás y olvidados los calificativos de “mentiroso” a Andrés Manuel López Obrador por parte del ex secretario General de Gobierno del sexenio que concluye, dedicado ahora a llenar de elogios y a exaltar la figura magnificada por las redes sociales, del político de Macuspana, Tabasco.

Golpe a golpe en los años y meses recientes, a un Partido Revolucionario Institucional, que inmerso en un juego y guerra sucia, no ha podido repuntar para reasumir solo, el poder en Chiapas.

Oportunidad ahora, aunque pareciera ser a destiempo y a contra reloj, faltando no 15 sino tres minutos para el cierre de la carrera por la sucesión chiapaneca, en la que abanderado por Roberto Albores Gleason, pudiera hacer la hombrada de arrebatar la victoria a sus contrincantes, incluyendo a Fernando Castellanos Cal y Mayor, que surge de último momento, como el candidato con mayores posibilidades de recursos, que han empezado a ser destinados en su propósito de hacer que el PVEM, permanezca otros seis años en el mando principal de la entidad.

La sorpresa es general y las apuestas cambian, mientras Rutilio Escandón Cadenas, el ungido por Morena, mantiene su ritmo acelerado de campaña, apoyándose en su candidato Presidencial, así como en su prestigio como político y funcionario respetable, lo mismo que José Antonio Aguilar Bodegas, liderando la causa de los Partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Social, cobijado por una trayectoria personal que lo convierte en el de mayor experiencia de todos los participantes.

Ahí también, la actividad en menor escala de impacto, del independiente el líder de los trabajadores cañeros del ingenio Pujiltic,  Jesús Alejo Orantes Ruiz, que mantiene en alto su intención de querer ser, aunque sin posibilidades.

Caballada flaca en general entre los aspirantes a diputados federales y senadores, en la que destacan por la intensidad y arraigo en el electorado, el ex fiscal Raciel Salazar López, por el Distrito 7, y la ex diputada María Elena Orantes.

Orantes, quien es postulada por el Movimiento Ciudadano que lidera a nivel nacional el veracruzano Dante Delgado Raunuro, busca por segunda vez una curul en la Cámara de Senadores, llevando a cabo recorridos por la geografía estatal, donde se le recuerda bien, pues ha sido una de las mujeres políticas chiapanecas que junto con la pijijiapaneca Arely Madrid Tovilla, han participado exitosamente en el Poder Legislativo en la capital de la república.

Quien seguramente rendirá buenas cuentas al PRI, en su Coalición federal con el PVEM y PANAL, será sin duda el tonalteco Salazar López, quien mantiene una comunicación cercana con la ciudadanía de los municipios de Tonalá, Pijijiapan, Mapastepec, Villa Comaltitlán, Escuintla, Arriaga y Huixtla, en la costa, que lo mantienen como el gran favorito.

En Tapachula, el golpe al timón dado al XII Distrito, en el que inexplicablemente se hizo a un lado al alcalde saliente, el priísta Neftalí del Toro Guzmán, quien por cierto había hasta protestado como candidato, para dar finalmente paso, por “orden superior”, al ex diputado local Rubén Peñaloza, del verde.

Hay enojo y grande entre los seguidores de Neftalí, como del mismo Ezequiel “Cheque” Orduña Morga, ex alcalde del tricolor al que todas las encuestas daban como el puntero absoluto, para contender por la Alcaldía de la ciudad más importante de la Frontera Sur.

Aquí se recuerda y bien, que cuando todo estaba listo para lanzar su candidatura el pasado 4 de febrero, seguros sus simpatizantes de que nadie podría contra la popularidad del político tapachulteco. Dos días antes del evento, serían emplazadas en su contra, desde Tuxtla Gutiérrez, dos acciones legales que tenían como origen la pugna que durante los tres años de su gestión, con el entonces gobernador Juan Sabines Guerrero, que jamás le perdonó que le haya ganado la Presidencia Municipal.

Todo un río revuelto en Tapachula y en general en Chiapas, que confunde a un electorado harto de los despilfarros que realiza el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, que en los últimos días obtuvo un incremento a su presupuesto, por más de 180 millones de pesos, que se considera ofensivo en un estado donde la pobreza extrema se manifiesta en condiciones no solamente de pobreza, sino de hambruna.

Coyuntura, en la que el ex gobernador Patrocinio González Garrido, realiza, en la entrevista realizada por el compañero reportero Carlos Hiram Culebro Sosa, un interesante análisis de quienes como él, han tenido la oportunidad de ejercer el poder en la entidad.

No duda en afirmar que “nuestro pueblo necesita recordar a dónde lo llevó su voto en el pasado, para que en el futuro pueda emitirlo con pleno conocimiento de causa. Ahora nadie oye a los de los ayeres, porque creen que elección o nombramiento en otros casos, dan capacidad en automático”.

Un mandatario elegido por la vía constitucional del voto en 1988, del que los chiapanecos esperaban mucho, por su capacidad profesional y experiencia como político, que a la distancia reconoce que fue un error haber solicitado licencia para aceptar la invitación de incorporarse al Gabinete Federal, como secretario de Gobernación.

Referencia a Eduardo Robledo Rincón (1994-1995), del que dijo que “Yayo era el mejor bailador de la Tortuga del Arenal. Lamentablemente acató la orden del centro de retirarse antes de dos meses de su administración, mientras que Roberto Madrazo, su homólogo en Tabasco, se negó  y se quedó… En ese mismo sexenio fue embajador en Argentina y secretario de la Reforma Agraria”.

En la recta final de Manuel Velasco Coello, considera que “fue el  candidato mejor aceptado en toda la historia

política de Chiapas. El final está siendo difícil, con cuestionamientos serios y graves”.

Días de incertidumbre de un electorado en Chiapas, que no acaba de entender tanto manoseo en la vida política que lleva a un desaseo preocupante, en el que la transparencia disminuye y provoca desconfianza.

Obligado cambio de dirección de Roberto Albores Gleason, para convencer a los chiapanecos de que su discurso, se apega a una realidad caracterizada en mucho por el incumplimiento de promesas que han agravado las condiciones generales del estado, comprometiéndose a transformarlo para bien de todos .

Breve el camino por recorrer, pero si logra soltarse de las ataduras que lo identifican con un pasado de ingratos recuerdos, el sufragio será emitido a su favor.

Es la recta final, en la que el electorado de Chiapas deberá definir  en base al razonamiento y no al impulso, la mejor opción para cambiar con urgencia el rumbo de un estado rico por naturaleza, contrastado con un pueblo mayoritariamente pobre.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.