AMLO; otra vez la apuesta a la esperanza

Como hace 18 años en que el panista Vicente Fox Quesada, se convertiría en una gran esperanza de cambio que el PRI dejó de ser, para muchos millones de mexicanos que votaron por él, para hacerlo Presidente de México, con resultados finalmente desastrosos, agravados por el sucesor también blanquiazul, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, hoy el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, vuelve a ser esa posibilidad anhelada por la mayoría de la sociedad nacional.

Ganó en las urnas y bien, de manera avasalladora, en una votación histórica en el país, que supera los más de 63 millones de sufragios de un total de 89 millones, de los cuales más allá de los 30 millones fueron para el ahora Presidente Electo.

La mayoría del electorado aceptó la convocatoria de crear y sumarse a un gobierno del pueblo y para el pueblo, donde la prioridad en los siguientes seis años del Gobierno de la República, serán los pobres.

Inicio de la luna de miel dentro de un mundo de ilusiones que parecieran inalcanzables, y que dentro de cinco meses, el 1 de diciembre, entrará de lleno a esa prueba de fuego en el terreno de una realidad llena de compromisos heredados con el extranjero, sobre todo en materia energética, con candados que habrá que respetar, pues de lo contrario las consecuencias podrían ser funestas para la economía mexicana.

El gran desafío por los días y años que se avecinan al colocarse la banda Presidencial en el pecho, frente a los cuales deberá pasar de las promesas de campaña, al cumplimiento íntegro de las mismas, que ya ansían los jóvenes a los que prometió becas y empleos, las madres solteras, los de la tercera edad, aquellos que sueñan con el aumento de sus pensiones raquíticas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), así como a los no derechohabientes del Seguro Popular.

Los temas pendientes como el combate a la corrupción, a la impunidad, a la violencia, inseguridad, el reorganizar la estrategia de lucha contra el crimen organizado para evitar más narcotráfico y muertes, los apoyos a las universidades, a los campesinos, los no más gasolinazos, no más tarifas altas de electricidad, mejores salarios, más empleos, mejores comunicaciones, la venta del avión Presidencial, la cancelación de las pensiones a los ex Mandatarios y sobre todo la abrogación de la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto.

Pero mientras esos momentos llegan, López Obrador ha empezado a disfrutar los placeres del sabor a triunfo, después de 18 años de perseverancia para llegar a Los Pinos y Palacio Nacional, donde por cierto se reúne este martes 3 de julio con el todavía Jefe del Ejecutivo Federal.

De entrada, el Instituto Nacional Electoral, le ha informado que dispondrá de los 150 millones de pesos etiquetados en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018, para ser aplicados en los meses del proceso de transición, para garantizar un cambio de sexenio ordenado que dé continuidad a los programas y tareas oficiales, así como para renta de oficinas asignadas por el Presidente Electo para coordinarse con el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.

Se precisa que el gobierno entrante dispondrá hasta el 30 de noviembre para ejercer los recursos, cuyo ejercicio deberá reportarse a la Auditoría Superior de la Federación, para la correspondiente revisión y aprobación.

La primera felicitación proveniente del extranjero provendría de Washington, desde donde una vez conocidos los resultados que declaraban triunfador a Andrés Manuel, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribiría casi a la medianoche en su cuenta de Twitter: “Felicitaciones a Andrés Manuel López Obrador por convertirse en el próximo presidente de México. Espero con ansias trabajar con él. ¡Hay mucho por hacer en beneficio de Estados Unidos como de México!”.

Por la mañana del lunes 2, López Obrador sostendría una conversación telefónica de media hora con el gobernante de la Unión Americana, que difundió también en su cuenta de Twitter: “Le propuse explorar un acuerdo integral de proyectos de desarrollo que generen empleos en México, y con ello, reducir la migración y mejorar la seguridad. Hubo trato respetuoso y dialogarán nuestros representantes”.

Vendría la versión del inquilino de la Casa Blanca, quien afirmaría que, efectivamente había hablado por teléfono con Andrés Manuel, y que plantearon la posibilidad de establecer un acuerdo bilateral de comercio, diferente al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en el que quedaría excluida Canadá. “Hablamos sobre seguridad fronteriza, comercio, del TLCAN. Hablamos de un acuerdo separado, sólo de México y Estados Unidos”,

Fiel a su estilo tergiversador, declararía: “Creo que va a tratar de ayudarnos con la frontera, tenemos leyes fronterizas increíblemente malas, las más débiles del mundo y por las que se burlan de nosotros. México tiene leyes de inmigración muy fuertes, por eso nos pueden ayudar hasta que fortalezcamos nuestras leyes”.

La llamada del Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, tendría un tono más amable y solidario hacia México y su Presidente Electo, a quien plantearía continuar con la relación entre ambos países, dando prioridad al beneficio económico mutuo.

Compartirían la prioridad de actualizar el TLCAN, teniendo como objetivo el bien de la gente de Canadá y México, trabajando estrechamente para crear un crecimiento económico que funcione para todos, además de promover los derechos de los pueblos indígenas y forjar un futuro mejor por igual.

Plática en la que el joven Primer Ministro Trudeau y el virtual Presidente mexicano, patentizaría su respeto a la estrecha amistad y asociación dinámica, basada en valores compartidos, objetivos comunes y fuertes lazos afectuosos entre sus pueblos, así como el deseo de cooperar en una agenda para crear buenos empleos en las dos naciones.        

Mensaje de felicitación vía Twitter, del Presidente de Rusia Vladimir Putin, le manifiesta: “Rusia aprecia mucho sus relaciones amistosas con México y aboga por su desarrollo. Expreso la esperanza de que, en su nueva encomienda, Andrés Manuel López Obrador preste la debida consideración a la cooperación entre Rusia y México”.

A la comunicación de los líderes de las dos principales grandes potencias del mundo, se sumaría la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en la que dice: “Saludamos y felicitamos, con respeto y cercanía, al licenciado Andrés Manuel López Obrador, a quien los resultados preliminares del Instituto Nacional Electoral han declarado ganador. Todos estamos llamados a colaborar de forma positiva con nuestras autoridades electas”.

“Ningún gobernante por sí mismo tiene todas las ideas y todas las soluciones. Es responsabilidad nuestra seguir participando cívicamente, siempre con respeto de los derechos humanos y del auténtico bien común”, subrayaría la CEM, integrada por 150 obispos del país, indicando que “estamos llamados a colaborar con su futuro gobierno”.

La Alta Jerarquía de la Iglesia Católica de México, pediría a la ciudadanía, consolidar este momento cívico-político, para vencer la desigualdad, el egoísmo y el abuso que se padecen en México”.

La importancia de las elecciones de México en el mundo, serían subrayadas este lunes 2 por el secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, al felicitar “al pueblo de México por el ejercicio cívico de participación en las mayores elecciones que ha celebrado el país. La ONU está lista para trabajar con el nuevo gobierno y mantendrá su excelente relación de cooperación, para dar continuidad al trabajo que se ha desarrollado con el país tradicionalmente”.

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador, identificado por la izquierda mexicana, se refleja de manera arrolladora en el segundo día de conteo del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que al llegar al 90 por ciento de los reportes oficiales de casillas, concede mayoría de su Partido Movimiento de Regeneración Nacional, en el Poder Legislativo federal.

Junto con el Partido del Trabajo y Encuentro Social, se contabilizan 312 curules en la Cámara de Diputados; 128 para PAN-PRD-MC y 60 para PRI-PVEM-PANAL, que en total suman 500 legisladores (300 de mayoría y 200 plurinominales).

Lo mismo se observa en la Cámara de Senadores, donde los institutos políticos que respaldaron al político tabasqueño suman 70 lugares, mientras que los que encabezó el PAN, acumulan 38 y 20 el PRI, con lo cual el Revolucionario Institucional pasa del primero al tercer lugar, comparativamente con los comicios de 2012, en que ganaría Enrique Peña Nieto.

Mal las cosas para la institución política de mayor trascendencia en la historia nacional, en la que detentaría 77 años el poder Presidencial, que ahora ha perdido por tercera vez, con los peores resultados desde su fundación el 4 de marzo de 1929, por Plutarco Elías Calles, con el nombre de Partido Nacional Revolucionario (PNR).

Surgimiento del nuevo gran Partido político, con Morena y Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, que desde ahora se vislumbra una permanencia larga, siempre y cuando cumpla al electorado nacional, todas las promesas de campaña.

Si lo hiciera, como lo reiteraría en su discurso ante sus correligionarios en la Plaza de la Constitución, a la medianoche del domingo 1 de julio, su permanencia podría ser mucho mayor en este nuevo esquema Tripartidista, que la mantenida de 2000 a 2012, por el Partido Acción Nacional.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.