Desbordan migrantes la Frontera Sur

El negocio internacional de la trata de personas continúa fortaleciéndose en la Frontera Sur de México con Centroamérica. Miles pasan a diario, ya no únicamente de Guatemala, Honduras y El Salvador, sino de Haití, Cuba y otros países caribeños que ingresan a territorio mexicano, para ingresar sin el menor problema dado el contubernio entre autoridades del Instituto Nacional de Migración y las bandas que controlan también su traslado desde lugares remotos de Africa como Camerún, Bangladesh, Congo, Sri Lanka, o de Asia, como Nepal, India, China, así como de Medio Oriente, Iraq, Líbano, Turquía y ex países socialistas.

La mayoría de inmigrantes de otros continentales, dispone de suficientes recursos económicos para realizar sin inconvenientes el tránsito por territorio mexicano y llegar a la Frontera Norte con Estados Unidos, donde las mafias multinacionales traficantes de seres humanos, se coordinan y mantienen estrechos lazos con autoridades migratorias estadounidenses, por lo que sus “mercancías” ingresan de manera indocumentada y sin mayor problema, a cualquier estado de la Unión Americana.

Un tránsito ilegal permanente y sin ningún tipo de control de quienes tienen como objetivo principal llegar a los Estados Unidos, lo cuales, entre menores posibilidades económicas tienen, se hacen evidentes en las calles de las ciudades más importantes del límite fronterizo, como en Tapachula, donde cada vez es más común observar mayor número de personas adultas pidiendo monedas para comprar alimentos y poder seguir adelante en su travesía por suelo mexicano.

Rutas bien definidas por Regiones, que en la Costa tienen como punto de partida el cruce del río Suchiate a bordo de cámaras de llantas de tractor, sobre las cuales, como se he hecho siempre, se instalan tablas amarradas que permite en traslado de seres humanos y de mercancías sobre el cauce del afluente que divide a México-Chiapas y Guatemala.

Travesía en la que atraviesan de manera dispersa los municipios de Cacahoatán, Tuxtla Chico, Frontera Hidalgo, Metapa y Ciudad Hidalgo, provocando el temor de la población chiapaneca, ante una avalancha creciente de gente que en el caso de los centroamericanos huyen de la extrema pobreza, violencia y muerte.

Nada ni nadie los detiene, porque saben que si en determinado momento son interceptados por alguna autoridad, serán llevados a la frontera y entregados a las autoridades guatemaltecas, las cuales no siempre los transportan a las fronteras de sus países de origen en su vecindad con Honduras y El Salvador.

Una historia que no cambia y en la que los miembros del Ejército Mexicano apostados en la ribera poniente del río, se mantienen como estatuas vivientes que no mueven un dedo para coadyuvar en la tarea de control de armas, drogas y trata que de manera esporádica realizan otras autoridades.

Muchos de los indocumentados se siguen quedando en la periferia de Tapachula, donde sin más, se suman al cinturón de miseria que a diario crece y demanda servicios básicos de salud, agua potable, drenaje y alumbrado, que inicialmente no se otorgan por su condición de invasores de predios particulares.

Incursión permanente de migrantes, por los caminos de extravío bien conocidos por los agentes de la policía estatal y federales de Migración, que sirven para la extorsión más no para un control estricto de potenciales delincuentes, como los “maras” de la Barrio 18 y salvatrucha 13, que una vez instalados en territorio chiapaneco, llevan a cabo disputas extremadamente violentas por el uso de armas de fuego, machetes y navajas, en la disputa de territorios.

Secreto a voces la existencia del corredor Ciudad Hidalgo-Tapachula, de prostitución de jóvenes centroamericanas, muchas de ellas menores de edad, lo mismo que del trasiego de estupefacientes con la venia de autoridades de los tres niveles, que adquiere niveles de escándalo, cinismo e impunidad, al florecer por las noches el oficio más antiguo de la humanidad, en las calles del centro de la segunda ciudad en importancia de Chiapas.

Encendidos de los focos rojos de la Fiscalía General de la entidad, al mando de Raciel López Salazar, que mantiene un combate permanente contra las bandas delictivas “maras”, en acciones coordinadas e intensas del Fiscal Región Huixtla, Tuzantán, Huehuetán, Mazatán, Tapachula, Tuxtla Chico, Cacahoatán, Unión Juárez, Metapa, Frontera Hidalgo y Suchiate, Armando Pérez Narváez, para aplicar la ley a este tipo de crimen organizado que a diario figura en la nota roja de los periódicos locales.

Tareas sustentadas en la cooperación, en la que participa el fiscal de Protección a Migrantes, Alejandro Vila, con cobertura estatal, que se apoyan en las labores de los equipos de Inteligencia de la Fiscalía General, los cuales se han convertido en una herramienta fundamental para la guerra sin cuartel que se mantiene contra esta ofensiva multinacional, pues se trata de peligrosos delincuentes provenientes de El Salvador, Honduras y Guatemala, que arriban en condiciones de prófugos de la justicia en sus respectivos países, sea por asesinatos, asaltos a mano armada, robos y extorsión, por citar los más comunes.

Dispersión preocupante de los “maras” de estos grupos rivales, que a diario tiñen de sangre las calles de distintas partes de Tapachula, sea por disparos de armas de fuego o a machetazos que descuartizan a los rivales, sea por el control de territorios para la expansión del narcomenudeo o por diferencias irreconciliables de estas personas que en sus cuerpos llevan tatuadas las referencias de su pertenencia como pandillas de la 13 o la 18.

Casos que en su mayoría son resueltos por el trabajo científico de los policías y equipos especializados anti crimen, en una lucha en la que se observa el insuficiente apoyo de las Fuerzas Federales como el Ejército Mexicano, la Armada y Policía Federal, lo cual no permite llevar a cabo mayor  contundencia preventiva.

Aún así, la orden del fiscal General López Salazar, de realizar un permanente ataque frontal al crimen organizado, se cumple con eficacia, al mantenerse comunicación con las autoridades de Honduras, El Salvador y Guatemala, que permite el intercambio de información sobre líderes y “maras” sobresalientes que son detenidos y deportados para el cumplimiento de las condenas a las que se hagan acreedores por sus ilícitos.

Existencia de una tercera Fiscalía en la Costa, a cargo de Alberto Montesinos, con cobertura desde Villa Comaltitlán, Acapetahua, Acacoyagua, Escuintla, Mapastepec, Pijijiapan, Tonalá, Arriaga, Jiquipilas y Cintalapa, que se mantiene en alerta por los posibles desplazamientos de los vándalos centroamericanos, rumbo al centro del país.

Reporte del titular de la instancia al columnista, en el sentido de que son cinco de ellos, los más cercanos a la Frontera, donde se han detectado brotes de las pandillas, que oportunamente han sido atacados con el apoyo del Ejército Mexicano, para evitar mayor riesgo.

Arribo de extranjeros a Arriaga, donde suben a los techos de los vagones del ferrocarril conocido como “La Bestia”, para desplazarse hacia el norte de la república, sin que se susciten incidentes que puedan ser catalogados como graves.

Hoy, la problemática mayor se ubica en la Región dominada por Tapachula, a la que ya se ubica como la “Tijuanita” de la Frontera Sur, dada la actividad dominada del narcomenudeo y prostitución, por los grupos “maras” de la barrio 18 y salvatrucha 13.

La labor solidaria que lleva a cabo la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), de la Secretaría de Gobernación, es aprovechada por migrantes que no esperan a que se les otorgue el salvoconducto correspondiente y aprovechan el documento inicial de solicitud, para partir con dirección a la Unión Americana, sin que tengan el sustento legal autorizado por el gobierno mexicano.

Sin embargo, para evitar problemas, la Delegación estatal del Instituto Nacional de Migración, ha dado la consigna a todos sus agentes en las diferentes garitas del estado, que se abstengan de detenerlos, para evitarse conflictos con sus superiores en la capital del país, como la subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos Patricia Martínez Cranss, y el mismo titular de la Segob, Alfonso Navarrete.

Flujo mayor en territorio chiapaneco, de hondureños, que conocen bien los caminos y se internan sin poder ser detenidos por el escaso personal del INM, sobre todo en las Regiones de Frontera Comalapa, Ciudad Cuauhtémoc, Carmen Xhan, Frontera Corozal, en la Selva Lacandona y Palenque, al que se agrega Tenosique, en Tabasco, donde más fácilmente abordan el ferrocarril.

Tuxtla Gutiérrez refleja ya también en sus calles, el drama de los migrantes extranjeros indocumentados, que deambulan por el Boulevard Belisario Domínguez, la Avenida Central y el Parque Central, lo mismo que el exterior de la catedral de San Marcos, donde es común observar su presencia, en demanda de solidaridad monetaria para continuar su viaje.

Un paisaje en el que se combina la vendimia de niñas indígenas de la Zona de Los Altos de Chiapas, que vestidas con sus trajes típicos, ofrecen a la venta flores que se marchitan fácilmente por la indiferencia de los automovilistas, que además enfrentan a limpiadores de parabrisas y vendedores ambulantes de dulces y cigarros.  

Es el Chiapas también de la migración interna, cuya pobreza extrema obliga a las diversas etnias del altiplano, a buscar la sobrevivencia, ante el abandono oficial que ha agravado sus condiciones de vida enmarcadas en niveles que parecieran no preocupar a las autoridades, distraídas hoy por los problemas poselectorales, en los que la derrama de miles de millones de pesos, resulta ofensiva.

Problemática social cada vez compleja por las desatenciones derivadas de las desviaciones de recursos públicos, que motivan a desesperados chiapanecos de

los municipios de la Costa y Sierra Madre, a continuar su desplazamiento a otras latitudes del país y de Estados Unidos, al no encontrar respuesta a sus demandas de apoyo gubernamental para hacer producir sus tierras y con ello alimentos por lo menos para la auto subsistencia.

Complejidad migratoria interna, agravada por la manipulada por bandas internacionales y la desesperación de quienes desde Honduras, El Salvador y Guatemala, huyen del hambre, desempleo, represión y violencia del crimen organizado.

Frontera Sur que deberá ser atendida con mayor responsabilidad, en cuanto a la creciente migración extranjera incontrolada, por los nuevos gobiernos estatal de Rutilio Escandón Cadenas y federal, de Andrés Manuel López Obrador, pues se corre el riesgo de que se convierta en el corto plazo, en una Zona de alto riesgo para la seguridad nacional, con repercusiones mayores en Estados Unidos

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.