Piden a Rutilio Centro de Investigación Científica

Chiapas es junto con el Istmo de Tehuantepec, Tabasco, sur de Campeche y sureste de Veracruz, la Región de México que genera la mayor cantidad de liberación de energía por kilómetro cuadrado, al registrarse cuando menos un epicentro de sismos con focos o epicentros de uno hasta 500 kilómetros de profundidad.

Una situación de grave riesgo para la población de las áreas de influencia, probablemente asociado a la existencia de estructuras geológicas en el subsuelo, que no han sido investigadas y cartografiadas para fines preventivos.

Los reportes del Servicio Sismológico Nacional del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, establecen que en los últimos 18 años (hasta febrero de 2018) se registraron 38 sismos de magnitudes superiores a 6 grados en la escala de Richter, de los cuales 13 tuvieron epicentros en Chiapas; seis en Baja California; cinco en Oaxaca; tres en Guerrero; tres en Colima; tres en Jalisco; tres en Michoacán y uno en Veracruz.

Precisión de que en los últimos ocho meses, Chiapas y Oaxaca han sufrido la embestida de ocho terremotos de seis a ocho grados Richter, además de centenares de sismos de magnitud entre cinco y seis grados.

El dato importante, de que después de 85 años, México fue sacudido por un macrosismo de 8.2 grados (el último de esa dimensión fue en 1932, en las costas de Colima y Jalisco), con la diferencia de que en esta ocasión ocurrida en el Golfo de Tehuantepec en septiembre de 2017, el movimiento telúrico sacudió a entidades donde se asienta el 25.4 por ciento de la población nacional, equivalente a 30.3 millones de seres humanos.

Recuento de información que revela que en 2017 en Chiapas fueron detectados seis mil 49 eventos sísmicos, que comparados con los 127 de 2006, representan un incremento de cuatro mil 762 por ciento.

Todo ello forma parte de la investigación llevada a cabo por Marco Antonio Penagos Villar, presidente del Instituto de Especialistas en Geofísica, Geología y Mineralogía, de reciente creación como Asociación Civil en la capital estatal, quien explica que por su ubicación geográfica, el territorio chiapaneco se encuentra inmerso en la Placa del Caribe, junto con los países de Centroamérica, con alcance hasta Haití, donde el martes 12 de enero de 2010, un terremoto de siete grados Richter provocó más de 200 mil muertos y daños patrimoniales que incluyeron hasta el Palacio Nacional de la isla caribeña.

Asegura el geofísico chiapaneco, egresado del Instituto Politécnico Nacional, que el seguimiento de los acontecimientos sísmicos de los años recientes, permite una mejor definición de las fronteras entre las placas del Caribe, con las de Norteamérica y Cocos, sobre las que es indispensable y urgente estudiar más a fondo sus límites colindantes para lograr una mejor definición en la entidad.

Penagos Villar plantea que el próximo gobierno estatal que encabezará a partir del 8 de diciembre, Rutilio Escandón Cadenas, deberá dar prioridad  a la creación de un Centro de Investigación Científica en Chiapas, con el propósito de estudiar los fenómenos sísmico, volcánico, hidrológico y de clima espacial, que deberá de incorporar a geofísicos y geólogos chiapanecos y estudiosos de las Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente, que coadyuven al más alto nivel, en la tomas de decisiones en las acciones reactivas y preventivas, en los ámbitos estatal, municipal y federal, para minimizar los efectos e impactos de un desastre de magnitud impredecible.

De entrada, la necesidad inmediata de estudiar la relación existente entre las 68 estructuras ígneas (volcánicas), diseminadas en 12 municipios de la geografía chiapaneca, con las Placas Tectónicas, además “de la instrumentación magnetométrica, geodésica, acelerográfica y sísmica de las principales zonas sismogenéticas de Chiapas y de los estados del Sur-Sureste de México, para determinar los límites geométricos de la Placa Tectónica del Caribe, hasta hoy desconocida con precisión”.

Un proyecto por demás importante para la seguridad y protección de los chiapanecos, que este lunes 13 de agosto, el geofísico Penagos Villar entregó personalmente al gobernador electo Rutilio Escandón Cadenas, en el que también se considera la instalación de una Red Sísmica de Alta Precisión en la geografía chiapaneca, además del Sur Sureste de la república, con apoyo federal, para registrar movimientos telúricos intensos, cuyos datos estén disponibles en tiempo real y permita instrumentar estrategias oficiales correctas y adecuadas, para determinar el nivel de afectación con mayor rapidez, para optimizar los recursos económicos.   

Propuesta elaborada con la colaboración de Alfredo de la Calleja Moctezuma, maestro en Ciencias en Geología Aplicada, que subraya la necesidad de monitorear con equipos de precisión y soporte tecnológico de vanguardia con rigor de criterio científico, para mejorar la planificación de respuesta ante una contingencia de gran magnitud, con la intención de prevenir y minimizar los daños humanos y materiales ante un terremoto.

Certeza de que la implementación de la Red Sísmica de Alta Precisión, permitirá elaborar los Mapas de Peligros de Riesgo Sísmico Urbano, para prestar con atingencia los diversos servicios de emergencia a la población.

Objetivos específicos diseñados para desarrollar un Código de Construcción Cualitativo para Zonas Vulnerables, que permita una mejor planeación de las denominadas líneas de vida, como son los hospitales, estaciones de bomberos, de Protección Civil, escuelas, estaciones de policía, entre otras, basadas en las más modernas técnicas de ingeniería y dar paso a una planificación urbana de vanguardia para el futuro crecimiento de las Regiones por atender.

Documento en poder del columnista, en el que se reitera que el Modelo Geométrico de la Placa Tectónica del Caribe, así como la unión con las de Cocos y Norteamérica, formulada y desarrollada en 1982 por los geólogos extranjeros Carfantan y Dengo, vigente en México, no se ajusta al actual comportamiento sísmico de Chiapas, como tampoco del Sur y Sureste de México.

La liberación de energía sísmica en estos espacios, indica que, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional de la UNAM, de 1996 a 2017, se incrementó en más de cuatro mil 400 por ciento, destacando en los últimos ocho meses Chiapas y Oaxaca por su frecuencia de temblores de mayor magnitud en México, con ocho eventos que han oscilado entre 6, 7 y 8.2 grados Richter.

Abundante información que obliga a reflexionar acerca de la necesidad urgente de constituir el Centro de Investigación Científica en el corto plazo, que permita tener elementos confiables, considerando que solamente en 2017, Chiapas y Oaxaca liberaron el 74 por ciento de la energía derivada de movimientos telúricos, del total que las tres Placas Tectónicas registraron en México.

Constancia oficial de que la mayor frecuencia de este tipo de fenómenos de la naturaleza se han generado en el Istmo de Tehuantepec, pero con repercusión en suelo chiapaneco.

El geofísico Marco Antonio Penagos Tovar, advierte que no basta con que los Centro de Investigación ubicados en otras partes del país, continúen afirmando que los sismos no pueden predecirse. Nosotros, agrega, decimos que no se pueden precisar en tiempo y magnitud, pero con el conocimiento geofísico de las Zonas Sismogenéticas, así como de su comportamiento histórico, aunado con la interpretación correcta de nuevas herramientas y modelos como los Mapas TEC de Anomalías Electromagnéticas que divulga la Agencia Espacial Europea, desde Alemania, podemos generar políticas públicas preventivas para el máximo bienestar de los chiapanecos y mexicanos.

La incidencia cada vez mayor en frecuencia y magnitud del fenómenos sísmico en el Istmo de Tehuantepec, Chiapas y Veracruz, subraya, obliga a cuestionar si entre el Golfo de México y el Océano Pacífico existe una estructura geológica no visible que pudiese representar un riesgo para los habitantes de esta importante región.

En el estudio se manifiesta que a nueve meses de los terremotos de septiembre de 2017, sus autores han observado que los epicentros e hipocentros de miles de sismos registrados en la zona, siguen un patrón claramente definido y alineado seguramente a una estructura geológica, que bien puede ser una nueva área de subducción o representar una fractura, grieta o falla que se reactivó después de cientos de años de no hacerlo y que probablemente pudiese estar separando el Istmo de Tehuantepec, Chiapas y Centroamérica, del resto del territorio mexicano.

Referencia al comportamiento tectónico de Chiapas, en el que se comenta que en enero de 2018, el Instituto de Geofísica de la UNAM, donde se ubica el Servicio Sismológico Nacional, dio a conocer por medio del Mapa de Sismicidad Anual el comportamiento del fenómeno sísmico en la República Mexicana, correspondiente a 2017.

Ahí se establece que del 49.7 por ciento de liberación de energía sísmica en el estado de Oaxaca, se precisa que entre el 80 y 85 por ciento se liberó en el Istmo de Tehuantepec, es decir, desde el Golfo de México, al norte, hasta la costa oaxaqueña de Salina Cruz, al sur, con epicentros que siguen un alineamiento claramente definido y que seguramente indican una estructura geológica no conocida hasta ahora.

Convicción de los científicos chiapanecos, de que la energía sísmica generada en la mayoría de los movimientos telúricos que se registran en la entidad y en el Istmo de Tehuantepec, sobre todo en aquellos de magnitudes superiores a los 5 grados Richter, se propagan o conducen a través del Gran Sistema de Fallas Geológicas que recorren la geografía estatal y las Regiones Sureste y Central de México, sin que decaiga o se amortigüe.

Marco Antonio Penagos Villar expresa en su investigación que “ante la carencia de mayor información y elementos

científicos que nos permitan soportar nuestra hipótesis, consideramos que la Placa Tectónica del Caribe fue la que se activó después de decenas y tal vez cientos de años de no hacerlo, razón por la cual se debe generar un  nuevo modelo que se ajuste a la realidad sísmica que a diario vivimos los mexicanos del Sur-Sureste de México, en base a un nuevo conocimiento de las Placas Tectónicas, Alineaciones Planetarias y al Clima Espacial”.

Considera también que el modelo vigente de Placas Tectónicas aplica y es válido para los estados de Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca, porque ahí interactúan las de Cocos con la de Norteamérica, lo cual no aplica ni debe de extrapolarse para el Istmo de Tehuantepec y Chiapas.

La propuesta está en manos del gobernador electo, Rutilio Escandón Cadenas, que seguramente dará prioridad a los planteamientos expuestos por los especialistas chiapanecos que le demanda la creación urgente de crear durante su sexenio, de manera prioritaria el Centro de Investigación Científica que mucho redundará en beneficio de la población expuesta por los fenómenos de la naturaleza.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.