Psicosis migratoria; hoy va Trump por la reelección

Los cubanos, son los migrantes indocumentados más preocupados, por caer en manos de las autoridades federales que realizan una persecución permanente en los municipios de la Región Soconusco-Costa de Chiapas, pues saben que al ser deportados a la isla de origen en El Caribe, podrían sufrir cárcel por parte del régimen comunista con el que no comulgan y por eso han huido con la intención de reunirse con familiares en los Estados Unidos.

Su nivel socioeconómico es radicalmente diferente al resto de los extranjeros que han incursionado ilegalmente por esta Frontera Sur de México, al ser financiados desde Miami para los gastos de ruta, además del pago a las bandas de traficantes de seres humanos que operan desde la Florida.

La mayoría de los miles de hombres y mujeres, son jóvenes de tez blanca que también los distingue del gran conglomerado humano de “color café”, como los define el Presidente Donald Trump, entre los que destacan por su color oscuro, los provenientes de países africanos y de haitianos que se hacen pasar como originarios del continente negro, en la búsqueda de asilo político en la Unión Americana.

Pero la psicosis extranjera por la presencia de elementos de La Armada en la ribera mexicana del río Suchiate y en general en los retenes tierra adentro del territorio chiapaneco-mexicano, no es exclusiva de los caribeños de La Habana, sino de todos los que hace poco cruzaban el afluente internacional frente a los marinos o soldados del Ejército Mexicano, sin ser detenidos en algún momento para interrogación o revisión de sus mochilas, sabedores de que su presencia era ilegal, al no cruzar por la garita migratoria del puente.

Del otro lado, en la guatemalteca Tecún Umán, los traficantes de indocumentados centroamericanos de Honduras, El Salvador y Guatemala, se muestran inquietos por los reclamos de sus clientes, a los que hasta hace poco habían garantizado seguridad en su traslado, primero a Ciudad Hidalgo y de ahí a Tapachula, para continuar por toda la Costa chiapaneca, hasta llegar a Arriaga, donde tendrían la opción del y transporte a bordo de los techos del ferrocarril conocido como “La Bestia”, sin importar poner en riesgo sus vidas.

Una alternativa que en las primeras “caravanas del hambre”, se abandonaría, ante la generosidad del gobierno mexicano, de proporcionar gratuitamente a todo migrante, autobuses de la línea de autobuses de lujo ETN, con servicios de aire acondicionado, televisión y sanitarios a bordo, para cruzar el territorio nacional hasta Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa o Matamoros.

En los últimos días, los militares pertenecientes al Cuarto Regimiento de Caballería Motorizada, de la 36 Zona Militar y de la XIV Zona Naval, de Puerto Chiapas, en el municipio de Tapachula, no solamente han abandonado su actitud indiferente, sino que además de incrementar su presencia, realizan tareas de revisión de documentos de identidad, como de las pertenencias que traen a cuestas.

Una consigna de la superioridad que siguen al pie de la letra, sustituyendo prácticamente a los agentes del Instituto Nacional de Migración, que además de insuficientes para cumplir con su trabajo, son corruptos en su mayoría, al obtener cuantiosas ganancias al actuar en contubernio con las mafias de la trata de personas.

Deshonestidad nada nueva, aunque en esta época inédita de invasión de centenas de miles de migrantes ilegales, desbordada y coordinada desde las oficinas del INM en la ciudad de México, con funcionarios de la Delegación estatal en Chiapas, que llevaría al Presidente Andrés Manuel López Obrador, a exigirle su renuncia la semana pasada, al comisionado Tonathiu Guillén López, para sustituirlo por Francisco Garduño Yáñez, que atrás dejaba la responsabilidad del manejo del sistema penitenciario federal.

Un cambio, que sin embargo no ha afectado el negocio que ha venido llevando a cabo la mitad de los 300 agentes en los diversos retenes y garitas de control migratorio en la entidad, donde al darse una mayor presencia militar y de policías federales, la tarifa por el paso de los cubanos sin problema, a bordo de automóviles particulares, se incremento a cinco mil pesos y en menor cantidad a los centroamericanos.

Una actividad que se mantiene intocable, ya que en teoría ni militares como tampoco policías federales o estatales, están facultados a realizar detenciones de extranjeros, pues la normatividad jurídica otorga esta responsabilidad a los representantes del Instituto Nacional de Migración de la Secretaría de Gobernación.

Pero en la práctica, ello no está ocurriendo en su totalidad, puesto que tanto policías federales como marinos y soldados, están interceptando en diferentes puntos dentro y fuera de Chiapas, trailers repletos de indocumentados en condiciones infrahumanas, lo mismo que en autobuses.

Sucede en los días actuales, lo que originalmente planeó el Presidente Donald Trump, en su propósito de reelegirse cuatro años más como inquilino principal de La Casa Blanca, al reprimir en sus cárceles del territorio estadounidense fronterizo, a los “extranjeros indeseables que vienen a robar lo que les pertenece únicamente a los americanos”, echándolos a su traspatio del sur del río Bravo, como demostración ante su electorado republicano, del poder omnímodo sobre la nación mexicana.

Campaña proselitista que inicia este martes 18 de junio, con la certeza de que la espada que mantiene sobre la Administración de su homólogo Andrés Manuel López Obrador, al amenazarlo de que si en 45 días no frena la migración centroamericana y de muchos países del mundo hacia la Unión Americana, aplicará hasta un 25 por ciento de impuestos a los productos que hechos en México, que ingresen a Estados Unidos, ha impactado positivamente a sus seguidores, sobre todo cuando el secretario de Relaciones exteriores, Marcelo Ebrard Casaoubon anunció a cambio de la posposición del castigo arancelario, el envío inmediato de seis mil agentes de la nueva Guardia Nacional a la Frontera Sur.

El bipolar mandatario llega con todo el poder populista al arranque de la jornada por la Presidencia de la primera potencia mundial, con la incondicional posición gubernamental mexicana de poner un muro militar para contener la avalancha humana financiada por Washington y que finalmente se salió de control al motivarla en extremo López Obrador, desde sus días de Presidente Electo y posteriormente como titular del Poder Ejecutivo Federal, desde donde ratificaría su posición no solamente de bienvenida con puertas abiertas, sino de estímulos adicionales como el de ofrecer empleo a todos los extranjeros indocumentados que se quisieran quedar en suelo azteca.

Marte de principio de la ratificación de una gloria que puede prolongarse cuatro años más a partir de 2021 o de una posible derrota por llevar a la Unión Americana y sus poderosas Corporaciones, a una guerra comercial sin precedentes y que empieza a dañar su economía, con China y la Unión Soviética, con el refilón perverso a México, su principal socio después de Pekin.

Ahí está con la mano en alto y el garrote intervencionista que le ha caracterizado, poniendo en peligro la estabilidad y la paz mundial, que sin duda seguirá esgrimiendo controversialmente a partir de su lanzamiento formal desde Orlando Florida, este martes 18 de junio.

Habrá que considerar de manera adicional a su favor, que diferencia de los políticos populistas mexicanos, el magnate habilitado como tal para contender en 2016 con la demócrata Hillary Clinton, ha cumplido a sus fanatizados electores, a quienes no importó votar por un candidato vulgar y ególatra, que se convirtió, no obstante su condición de empresario abusivo, en portavoz de una clase trabajadora a la que convencería que tenían que defender a América de la inmigración de los “café” para quitarles sus empleos, que a partir de su triunfo, les garantizaría su recuperación de y todas aquellas plazas de trabajo que se fueron a otros países.

Proteger las fronteras, la consigna que cumple con la incondicionalidad del gobierno al sur de su frontera, al manipular una crisis con México, para ponerlo de rodillas y subordinándolo más, al obligarlo a inhibir mediante el uso de las fuerzas militares, la migración proveniente del Istmo Latinoamericano, a lo que agregaría el hacerse responsable en su territorio, de todos los solicitantes de asilo.

En las pasadas elecciones intermedias de noviembre, el exceso de confianza de Donald Trump le llevó a perder el liderazgo de la Cámara Baja, que ahora con más frecuencia ha obstaculizado sus caprichos como gobernante, que le ha provocado una imagen de debilidad, nada positiva para sus intenciones reeleccionistas.

Un recuento que permite afirmar a sus fieles fans, que ha cumplido en lo general, en aquello que no le ha impedido el Capitolio o la justicia, desde trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, hasta aplicar mano dura contra los inmigrantes y llevado a cabo la mayor rebaja de impuestos desde la era del igualmente republicano Ronald Reagan.

Situación a su favor, que le lleva desde ahora a hacer uso de los excesos triunfalistas, desde la perspectiva del todopoderoso empresario inmobiliario, que violando las leyes fiscales, oculta mucho las maniobras para favorecer sus cuantiosos intereses, que hasta ahora no han sido obstáculo para su desempeño, aunque conforme avance la contienda, podría ser un gran argumento en su contra, para quien surja como abanderado de la causa demócrata.    

Oportunidad para que  la importante comunidad de habla hispana en los Estados Unidos, de mayoría mexicana, tome esta vez mayor distancia de quien en los últimos años ha mantenido una política gubernamental plena de odios y de venganzas hacia México.

Muchos votantes de origen centroamericano, convertidos en ciudadanos americanos, podrán revertir esa tendencia

que en 2016 favoreció a Trump y que al optar por la continuación de su discriminación hacia sus compatriotas de América Central, bien podrían dar la sorpresa, para impedir la prolongación de Donald en la Casa Blanca.

Conjugación coyuntural de dos mundos de extremos, el de los aislacionistas empresarios y trabajadores de Estados Unidos en el norte, y los empobrecidos y desesperados migrantes centroamericanos del sur, que frente al inédito muro militar que México impone en su frontera con Guatemala, los convierte en aspirantes sin la posibilidad de un futuro mejor para sus familias.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2915 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.