Hillary, una mujer en la Presidencia

Hillary Clinton pareciera estar destinada a ser la primera mujer que gobierne al país más poderoso del mundo. Perfilada en julio a ser candidata a la Presidencia de los Estados Unidos, por el Partido Demócrata en el poder con Barack Obama, deberá entonces medir fuerzas en las urnas el próximo martes 8 de noviembre con el aspirante del Partido Republicano, el controvertido Donald Trump.

Estilos contrastantes de hacer política en la fase proselitista de ambos contendientes, que aunque todavía no oficiales, encaminan a la ex primera dama, a ocupar la Casa Blanca y el espacio de poder más codiciado en la Unión Americana, la Oficina Oval.

La demócrata con un esquema más reflexivo, mientras que su rival republicano ha sustentado su estrategia en discursos mediáticos agresivos, en los que ha mantenido como una de sus grandes banderas la de construir un nuevo muro en la frontera con el “socio comercial” y vecino del sur, con cargo a los mexicanos.

En la recta final de su campaña por su designación inminente, Trump el magnate de los grandes negocios no siempre dentro de la ley, ha demostrado que sus ideas, calificadas de “locuras” por sus enemigos, resultaron de impacto en el ánimo de sus correligionarios estadounidenses, que han visto en este personaje de ideas estrafalarias en mucho, a quien por fin pondrá en su lugar a los hispanos que por millones “han llegado a quitarles el pan de la boca”, al ocupar sus empleos.

Se ha convertido Donald, en algo así como una bola de nieve que desciende sobre la pendiente, para arrasar en las urnas a su rival Hillary, quien por lo mismo lo ha definido como peligroso, divisor y que no escucha a la gente. No podemos tener una bala perdida en la Casa Blanca, advierte la inminente abanderada del Partido Demócrata, quien advierte desde ahora, que de ganar su contrincante, arruinaría la economía de Estados Unidos y del mundo. Permitiría a otras naciones obtener armas nucleares. Ese, es un riesgo que no podemos correr.

Contraria a las ideas belicosas en contra de los intereses hispanos de Trump, Clinton adelanta que en caso de lograr la Presidencia, encabezará la lucha por una reforma migratoria que haga posible la obtención de la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes ilegales. asentados en todo el territorio de la Unión Americana, lo cual permitirá mantener la unidad de las familias, además de dar fin a su persecución.

Y mientras Trump sustenta su campaña en una doble moral para obtener el respaldo de quienes con formas diversas de racismo reclaman aplicar una mano dura contra quienes han ingresado a su país en forma indocumentada, comprometiendo su palabra de que desde la Oficina Oval lo hará, se olvida que su actual esposa es una joven proveniente de Eslovenia –antiguo territorio soviético-, de la cual existen muchas dudas sobre la forma en que entró al país.

La también ex secretaria de Estado ha manifestado a sus seguidores, que “se equivocan los que usan lenguaje anti inmigrante. Somos una nación de inmigrantes y estamos orgullosos de ello. Cuando la gente critica y usa la demagogia contra ellos, no sé en que mundo viven. ¿Acaso no saben quién construyó este país?”.

Reuniones con el mundo hispano en Los Angeles, la ciudad clave del estado de California, la entidad que constituye la de mayor peso económico y financiero de la Unión Americana, donde ha encontrado fieles aliados en el alcalde Eric Garcetti, junto con los políticos latinos de la talla del líder del Senado californiano, Kevin de León, el congresista Xavier Becerra y la Supervisora de esa gran urbe, Hilda Solís.

Hillary ha sembrado y bien entre la comunidad mayoritariamente de origen mexicano, que la ha recibido con música de marichi, en eventos diversos –comidas y cenas privadas-, de recaudación exitosa de fondos para su campaña, en donde ha llamado a dicho a sus partidarios que la mejor forma de evitar mayores agresiones contra la comunidad hispana, es evitar que Trump nunca llegue a la Casa Blanca.

Llamado a reconocer que el tipo de lenguaje que utiliza Donald Trump “es odioso y tenemos que repudiarlo”.

Avance impetuoso más que razonado del enemigo a vencer, al que se suma en la crítica transformada en broma del Presidente Barack Obama, cuando al reunirse el pasado 30 de abril, en lo que sería su última cena anual en la Casa Blanca con los corresponsales extranjeros de todo el mundo, afirmaría que el aspirante republicano a sucederlo demuestra en sus declaraciones su falta de comprensión acerca de la política exterior y el mundo en general.

Subliminalmente calificaría de retrasado mental a Donald, al comentar, que “se ha pasado años conociendo a líderes de todo el mundo: miss Suecia, miss Argentina, miss Azerbaiyán”, en referencia a la participación que tiene el magnate en la empresa de su propiedad que realiza el concurso Miss Universo.

Se burlaría de los militantes del Partido Republicano, al manifestar que “Trump, al presentar su candidatura en junio, solo quería promocionar su cadena de hoteles y que ahora se habla de que pueda convertirse en julio en el nominado republicano”.

Obama ha afirmado, en clara alusión a los discursos fuera de lugar del empresario convertido en político, que ser Presidente de los Estados Unidos es un trabajo serio y no un entretenimiento, por lo que reiteraría la necesidad de las propuestas de los candidatos en contienda sean plausibles.

Acusaría: “Trump tiene un largo historial que necesita ser examinado. Es importante para nosotros tomar en serio las declaraciones que ha hecho en el pasado, por lo que insistió a los comunicadores acreditados ante la Casa Blanca que investiguen los antecedentes e informen claramente de las propuestas del magnate, de ayer y hoy.

En la recta final por la postulación, Hillary Clinton y Donald Trump, han dejado atrás a sus competidores internos. La primera llega con Bernie Sanders y el segundo con Ted Cruz.

Por cierto, en la cena con los periodistas extranjeros, el Presidente Obama bromearía hasta de sus compañeros demócratas que han buscado la candidatura de su Partido. De Sanders (74 años), el único precandidato asistente, diría que ha movilizado al voto joven como cara nueva, mientras que de Clinton (68 años), su intento de apelar al voto joven, equivale al de un familiar mayor que se acaba de inscribir a facebook.

Fuera de lo chusco, el mandatario, comentaría que la sugerencia de Donald Trump, de que Corea y Japón obtengan armas nucleares, para que Estados Unidos pueda retirarse de Asia, evidencia que desconoce las bases de la política exterior del país, su política nuclear, de la península de Corea y del mundo en general.

Explicaría que “Estados Unidos constituye un paraguas nuclear para Japón y Corea del Sur, en lugar de arsenales propios. Es una de las piedras angulares de nuestra presencia en Asia-Pacífico, lo cual ha proporcionado a la Unión Americana prosperidad y flujo comercial importante, pero sobre todo ha frenado las posibilidades de un conflicto nuclear. Se trata de una inversión que descansa en los sacrificios que nuestros hombres y mujeres hicieron en la segunda guerra mundial”.

Grave desconocimiento de la historia por parte de Trump, cuya propuesta sería rechazada inmediatamente por el ministro del Exterior japonés, Fumio Kishida, al expresar su negativa de que su país desarrolle sus propias armas nucleares, argumentando que ello es imposible, pues es el único que ha experimentado las consecuencias nefastas de un ataque nuclear, como ocurrió en la segunda guerra mundial cuando Estados Unidos puso fin a la segunda guerra mundial al lanzar bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, por lo que desde entonces las repudian para su defensa.

Las locuras electorales de Trump han llegado al extremo de prometer que de llegar a la Presidencia, utilizará armas nucleares para ponerle un final rápido y definitivo a la amenaza del Estado Islámico.

Pero el poderoso empresario continúa su camino dando bandazos, en los que su credibilidad se vuelve mofa, pues luego de atacar sin misericordia a todo lo que refiera a mexicanos en los Estados Unidos, a los que tiene sentenciados de deportarlos masivamente, una vez que arribe ala Casa Blanca, aparentemente cambiaría de actitud el 5 de mayo, con motivo de la celebración de la Batalla del 5 de Mayo en Puebla.

Desde Nueva York manejaría en su cuenta de twitter, una foto en la que aparece “disfrutando” de un plato de comida típica mexicana, con un mensaje en que escribiría: “¡Feliz 5 de mayo, Los mejores tacos están en Trump Tower Grill. Amo a los Hispanos!”.

El enésimo golpe mediático de Trump, causaría el impacto deseado en las redes sociales, en donde los hispanos le contestarían con todo tipo de calificativos nada agradables, en tanto que Hillary Clinton le respondería en su cuenta de twitter: “Amo a los hispanos: Trump hace 52 minutos… “Los voy a deportar; Trump ayer”.

El firme aspirante republicano pareciera olvidarse de las ofensas cometidas a lo largo de su campaña, como en las que acusaría a México de enviar a los Estados Unidos a violadores y narcotraficantes.

Ahora, a la distancia del inicio de su campaña para obtener la postulación del Partido Republicano, lo que entonces se consideró como una mala broma, hoy es una realidad inminente, al dejar atrás a competidores de la talla del ex gobernador del estado de Florida (1998-2007), John Ellis “Jeb” Bush, hijo del 41 Presidente de los Estados Unidos, George Herbert Walker Bush y hermano del también Jefe de la Casa Blanca 43, George Walker Bush, quien tendría mayor ventaja, al estar casado desde 1974 con la mexicana-guanajuatense Columba Garnica Gallo, con la que tiene tres hijos.

Se ha quedado solo en la designación que sin duda recaerá en él para enarbolar la causa de los conservadores republicanos, que seguramente seguirán impulsándolo para que triunfe en el proceso

electoral del próximo martes 8 de noviembre.

Es pues Donald Trump para los republicanos estadounidense, lo que en su momento lo fue en México Vicente Fox Quesada, un producto genuino de la mercadotecnia que ha sabido venderlo como una mercancía atractivo para los votantes de su partido.

A diferencia de Fox Quesada que sí gano por las presiones de Washington, que derivó en la absoluta subordinación del entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, que violando la ley le levantó la mano, dándolo como triunfador la noche de la elección en Los Pinos, antes de que lo hiciera oficial el Instituto Federal Electoral, Trump no cumplirá su objetivo.

La razón, muy simple: Los dueños del poder económico y financiero de los Estados Unidos, obviamente que no podrán dejar en manos de una mente desequilibrada e ignorante, la protección de sus intereses, por lo que sin duda optarán por Hillary Clinton, más identificada con ellos, lo mismo que su esposo, el ex Presidente Bill Clinton.

México es su principal aliado comercial y punta delanza dela globalización y no lo pondrá en riesgo.

Hora de echar abajo la cortina de humo que se ha tendido del lado mexicano, para distraer la atención de la sociedad nacional, para no atender los verdaderos problemas de fondo, como es el nuevo marco legal postergado por el Poder Legislativo Federal, que responda a la exigencia de la mayoría de los mexicanos, de combatir de manera radical y transparente la corrupción.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013

Premio al Mérito Periodístico 2015 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.