El PRI, 88 años de Partido ganador en México

A 23 años un mes, de su cobarde asesinato ordenado desde las entrañas del poder en México, las palabras de Luis Donaldo Colosio Murrieta adquieren una vigencia absoluta en los momentos álgidos de la definición del futuro inmediato del Partido Revolucionario Institucional, frente a quienes desde la oposición política, cosechan para fortalecer su imagen, los pendientes y errores en las esferas del gobierno tricolor:

“¡México no quiere aventuras políticas! ¡México no quiere saltos al vacío! ¡México no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces! ¡México quiere democracia, pero rechaza su perversión: la demagogia!”.

Un malogrado candidato a la Presidencia de la República, político sonorense de extraordinaria sensibilidad, pero sobre todo de gran visión para la vida del país, como si hubiese adivinado el debut y despedida del docenato trágico representado por el Partido Acción Nacional y sus presidentes de la república Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús calderón Hinojosa, enarbolando banderas populistas que ahora retoma con mayor enjundia “El Peje” Andrés Manuel López Obrador, dos veces perdedor en sus aspiraciones por gobernar desde Los Pinos.

La verdad irrebatible expuesta el 6 de marzo de 1994, durante el LXV aniversario del PRI, en el monumento a la Revolución, precisamente a 17 días de su muerte a manos de un burdo gatillero, cobra actualidad no capitalizada adecuadamente por los estrategas oficiales:  

“La estabilidad, la paz interna, el crecimiento económico y la movilidad social, son bienes que hubieran sido inimaginables sin el PRI.

Aquí está el PRI que reconoce que la modernización económica sólo cobra verdadero sentido, cuando se traduce en mayor bienestar para las familias mexicanas y que para que sea perdurable debe acompañarse con el fortalecimiento de nuestra democracia. Esta es la exigencia que enfrentamos y a ella responderemos con firmeza”.

Luis Donaldo nunca pudo cumplir su compromiso, al ser acallada su voz y su proyecto de lograr un México mejor, sustentado en los postulados de una Revolución Mexicana que hoy ni siquiera es tema de conversación y menos de apego a sus ideales: “Surgimos de una Revolución que hoy sigue ofreciendo caminos para las reivindicaciones populares. A sus principios de democracia, de libertad y de justicia es a los que nos debemos.

“Los ideales de la Revolución Mexicana inspiran las tareas de hoy. La Revolución Mexicana, humanista y social, nos exige y nos reclama. La Revolución Mexicana es todavía hoy nuestro mejor horizonte. Los priístas sabemos que ser herederos de la Revolución Mexicana es un gran orgullo, pero ello no garantiza nuestra legitimidad política. La legitimidad debemos ganarla día con día, con nuestras propuestas, con nuestras acciones, con nuestros argumentos”.

Un orgullo que se ha quedado en el papel, en una estafeta que ahora retoma Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI desde julio de 2016, quien el pasado 4 de marzo, en la ceremonia conmemorativa del 88 aniversario del tricolor, afirmaría en las semanas previas a las elecciones para gobernadores en los estados de México, Nayarit y Coahuila, así como de 212 alcaldías en Veracruz, claves para la definición de la sucesión Presidencial en 2018:

“El PRI es un partido ganador. Así es nuestra historia como partido político. Siempre encontramos y reencontramos el camino para la victoria. El PRI ha enfrentado grandes retos --eso es cierto-- y los ha superado con éxito, gracias al talento de su militancia. Somos un partido que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, sin variar la solidez de nuestra fortaleza ideológica”.

Recordaría las derrotas presidenciales en los primeros 12 años del siglo XXI: “La experiencia nos enseña que es un gran error subestimar al PRI. En el año 2000 muchos apostaron por nuestro fin. Con torpeza, vaticinaron nuestra desaparición. Predijeron la destrucción de nuestro instituto político. Ocurrió lo contrario. Tan solo tres años después, en la elección intermedia de 2003, los priistas recuperamos la mayoría en la Cámara de Diputados.

Evaluación de los tiempos y de las acciones de la siempre fiel militancia del Revolucionario Institucional, que permitió en 2012, recuperar la Presidencia de la República, encabezada por Enrique Peña Nieto.

Mensaje a sus correligionarios de todo el país reunidos en la explanada de las oficinas centrales en Insurgentes Norte, encabezados por el presidente Peña Nieto, miembros del Gabinete Federal, gobernadores, alcaldes, senadores, diputados federales y locales, además de líderes de organizaciones de campesinos, trabajadores y de las organizaciones populares, en el que subrayaría que hace poco más de cinco años, “ganamos la Presidencia de la República con el trabajo de todos los priistas, bajo el liderazgo de un político carismático, decidido e incluyente, que había enfrentado con éxito la adversidad.

“Ese mismo político, cuando fue candidato a Gobernador empezó atrás en las encuestas. Pero con dedicación inquebrantable y con el apoyo de todo su partido, ganó dos a uno, y después de ser un exitoso gobernador, es hoy el Presidente de México”.

Ochoa Reza recordaría que después de la victoria del PRI, “fuimos el partido político que más votos recibió en las elecciones para gobernador tanto en 2015 como en 2016, en que si sumamos todas las elecciones de gobernador, fue también el que más votos recibió en todo México”.

Vendría la aceptación de culpa: “Es cierto, el año pasado tuvimos un retroceso en varias entidades del país, no lo minimizamos, todo lo contrario. Pero hay algo que parecen olvidar nuestros críticos, que también en 2016, en Oaxaca y en Sinaloa los ciudadanos volvieron a confiar ampliamente en nosotros tras seis años de gobiernos diferentes. También ganamos Zacatecas, Hidalgo, Tlaxcala, y dos veces Colima. El calendario electoral cerró con dos elecciones extraordinarias: Zacatecas capital, y Omitlán de Juárez en Hidalgo. En el PRI ganamos las dos”.

Convicción de que en 2017, el priísmo competirá y ganará en 212 ayuntamientos en Veracruz, así como las elecciones de gobernador en los estados de México, Coahuila y Nayarit, donde los gobernadores del tricolor están muy bien evaluados por la sociedad.

La certeza también, de que “el PRI es el partido histórico de nuestro país. El PRI es el partido más ganador de México. Las grandes aportaciones que ha tenido para el bien de México, son hechos, no opiniones. La historia no miente. El PRI es responsable de haberle dado a la nación mexicana estabilidad constitucional, sin interrupción alguna”.

Vuelta hacia atrás en la historia como sustento del discurso: “Como lo dijo Luis Donaldo Colosio: El PRI evitó que México cayese en el círculo vicioso de tantos países hermanos de Latinoamérica, que perdieron décadas entre la anarquía y la dictadura”.

Reactivación, mediante la convocatoria a la militancia, para una mayor participación, en los días de mayor competencia electoral, que sustentan la democracia mexicana.

Radiografía del enemigo que reta al Revolucionario Institucional y a sus candidatos: “Enfrentamos a un PAN blando y rancio. En el PRD, enfrentamos a un sol que no alumbra ni a la esquina. Y el Mesías de la Mentira en Morena, que es exactamente el mismo demagogo y mentiroso de siempre. El que le huye al debate”.

El remate: “Por supuesto que les vamos a ganar. Por supuesto que  vamos a ganar”.

Un PRI que en Chiapas cobra fuerza para recuperar espacios perdidos, asumiendo de nuevo el liderazgo político para recuperar la gubernatura, ahora en manos de su aliado el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y su líder natural Manuel Velasco Coello en el mando estatal.

Mayor movilidad entre quienes aspiran a la postulación por el tricolor para la sucesión en 2018, en la que se suman el dirigente estatal Roberto Armando Albores Gleason, además del tapachulteco José Antonio Aguilar Bodegas y del acapetahuense Sami David David, como los más sobresalientes y sobrados de experiencia política.

Resurgimiento del liderazgo indiscutible del PRI, que se manifiesta en movimientos que tienden a la espectacularidad, como ocurrió con el oriundo de Comitán, hijo por cierto del ex gobernador interino de la entidad, Roberto Albores Guillén, a quien la ciudadanía recuerda bien al frente de su Administración, de manera especial durante el embate del huracán Mitch, en 1998.

Coyuntura en la que del legislador chiapaneco en la Cámara Alta, da un paso adelante, al convertir, su informe anual de labores, este sábado 22 de abril, en una magna concentración de priístas provenientes de los 122 municipios de la geografía estatal, en el estadio de futbol “Víctor Manuel Reyna”, sede del equipo “Jaguares de Chiapas”.

Precisaría el legislador de 38 años de edad, que como resultado de su labor en el Senado de la República, actualmente forma parte del grupo de los primeros siete senadores más productivos, con más de 250 iniciativas de ley presentadas, impulsando cambios trascendentes que construyen un México y un Chiapas mejor.

Ante miles de militantes priístas de todas las regiones de la entidad, que le escuchaban bajo el quemante sol de mediodía en la capital tuxtleca, el igualmente líder estatal del PRI, manifestaría que “hemos impulsado más apoyo al campo y proyectos productivos. Porque nuestro objetivo es rescatar el campo de Chiapas y que sea motor de nuestra economía. Estamos decididos a lograr un mejor aprovechamiento de nuestros recursos energéticos y naturales para la prosperidad de la gente de Chiapas”.

Recordaría a los ahí reunidos, que en 2013 propuso la creación de Zonas Económicas Especiales para Chiapas, las cuales tienen como objetivo atraer inversiones y propiciar el desarrollo de actividades económicas de alta productividad, por lo que gracias al compromiso decidido del Presidente Enrique

Peña Nieto y del apoyo de los secretarios Luis Videgaray Caso y José Antonio Meade Kuribreña, pronto se tendrá la primera en Puerto Chiapas.

Referencia a los esfuerzos conjuntos del Poder Legislativo federal con el gobernador Manuel Velasco Coello y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para impulsar una nueva estrategia nacional de seguridad, que hoy hace de Chiapas uno de los estados más seguros del país.

Ahí estarían ex presidentes del PRI estatal, diputados, senadores y con la representación del gobernador Velasco Coello, el secretario General de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda, ante quienes Roberto Armando afirmaría que en Chiapas se viven transformaciones profundas, dentro de un mundo cada vez más complejo, por lo que se debe ser más creativo para afrontar los nuevos retos con mejores resultados.

Un informe inmerso en la polémica, por las formas del desplazamiento masivo de los priístas, sin faltar los errores de la logística de un equipo de seguridad que en determinado momento no supo respetar el trabajo de quien realizaba entrevistas para un medio cibernético, que fue desalojado de manera irrespetuosa del coso deportivo.

Lo cierto al final de la jornada del sábado, es que Roberto Armando Albores Gleason, buscó los reflectores y los encontró, con todo y la polémica que causó al transformarlo en un mitin proselitista rumbo al 2018, en que el PRI, con 88 años a cuestas como el Partido ganador en México, vuelve con mayor fortaleza a las contiendas electorales para el logro de un cambio con responsabilidad y respeto de los contrarios.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013, Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.