Los dos Méxicos y las Zonas Económicas Especiales

El puño en alto se mantuvo solidario, entre muchos de los asistentes, al pedir el presidente Enrique Peña Nieto un minuto de silencio en honor y memoria de los fallecidos (más de 440 personas), en los dos terremotos del 7 y 19 de septiembre últimos, en los estados de Chiapas, Oaxaca, Puebla, Morelos y la Ciudad de México.

Momento lleno de emoción y tristeza por el recuerdo de las víctimas mortales y heridos, pero sobre todo por la tragedia que enfrentan varios millones de mexicanos que habitan en las zonas más sísmicas del país, que se han refugiado en el llanto, depresión e impotencia, al ser destruido el patrimonio de toda una vida de esfuerzos.

Impresionante respuesta de los invitados al evento encabezado por el Jefe de la Nación, este jueves 28 de septiembre, en el que era posible distinguir lo mismo a hombres y mujeres del medio rural, que de las ciudades de la Región Soconusco, líderes transportistas, campesinos, maestros, comerciantes, empresarios, académicos, políticos, funcionarios estatales, municipales, secretarios del Gabinete Federal, legisladores e inversionistas potenciales de otras entidades, Japón y Guatemala, con la asistencia también del director del Banco Interamericano de Desarrollo.

Arribo en punto de la una y media de la tarde, al lugar de la cita, para hacer la declaratoria de Zona Económica Especial e inaugurar el Agroparque Sur-Sureste, aquí en Puerto Madero-Chiapas, perteneciente al municipio de Tapachula.

Hacía cuatro años que no saludaba al Primer Mandatario. Lo puede hacer a cuatro metros de distancia, desde donde el gobernador Manuel Velasco Coello, tuvo la amabilidad de mencionarme por mi nombre. 

Una mañana previamente lluviosa que auguraba tormenta, que quedaría en simple amenaza, pues a la hora del solemne acto, el sol brillaba en todo lo alto.

Presencia que motiva el júbilo de las mujeres que a gritos piden al Jefe del Ejecutivo Federal que se acerque a ellas, lo cual es correspondido de inmediato, generando el inmediato beneplácito que se traduce en aplausos, mientras el mexiquense avanza lentamente, atendiendo las muestras de afecto.

Una decisión, la de acercarse a quienes así se lo pidieron, que sorprende a los agentes de seguridad del Estado Mayor Presidencial, incluido su jefe el general, Roberto Miranda Moreno, que se suma a la cobertura de protección.

Momentos de relax para el presidente de la República, al que se observa contento, después de los intensos días de coordinar, la logística de respuesta a los damnificados por los movimientos telúricos, por lo que decide no avanzar hacia el estrado donde le aguardan y en cambio dirigirse hacia sus anfitrionas de la segunda sección de invitadas, las de atrás, que lo mismo le estrechan su mano, lo abrazan, le entregan una petición o le piden una foto del recuerdo.

A todas corresponde con una sonrisa y una palabra de aliento. Quieren estar lo más cerca posible del distinguido visitante. Es la oportunidad de convivir aunque sea unos segundos con Enrique Peña Nieto, quien no duda en subirse en un par de ocasiones a una silla, para desde ahí saludar y agradecer las atenciones recibidas y la presencia a todos. Los hombres se muestran más tímidos, pero igualmente se animan a expresar su afecto.

Los guardias presidenciales están sorprendidos porque el apapacho mutuo de pueblo y gobernante va más allá de los 20 minutos. Manuel Velasco observa complacido las escenas, mientras avanza detrás del Jefe de la Nación.

Hay preocupación entre los integrantes del discreto dispositivo de seguridad, entre ellas una guapa oficial de tez morena y cabello recortado, vestida con blusa blanca y pantalón café claro, con el arma oculta y bien puesta a la cintura, que no pierde de vista los movimientos de quienes intentan acercarse más allá de lo correcto al presidente.

Varias pantallas transmiten en circuito cerrado de televisión, cada uno de los movimientos de Peña Nieto, que vive y disfruta intensamente la euforia de los chiapanecos por su visita. Cámaras de video, de cine y fotográficas, dan cuenta del momento.

Luego, se dirige al área de invitados especiales, en las primeras filas, donde se repite la historia, al desbordarse la emoción de las damas ya entradas en edad y jóvenes, que tampoco desean perder la oportunidad de retratarse al lado del inquilino principal de la Residencia Oficial de Los Pinos, incluyendo a funcionarios y políticos como el secretario General de Gobierno Juan Carlos Gómez Aranda y José Antonio Aguilar Bodegas, secretario del Campo, aspirante a la candidatura priísta a la Gubernatura en 2018.

Media hora después de su llegada, por fin sube al estrado donde le aguardan los importantes, entre ellos el secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña; de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava; de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, entre otros, así como los gobernadores de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares, de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo y de Guerrero, Héctor Antonio Astudillo Flores.

Presencia de los senadores Roberto Albores Gleason, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y de Luis Armando Melgar Bravo, del Partido Verde Ecologista de México, que figuran en la recta final rumbo a la definición de sus institutos políticos, en la sucesión estatal del próximo año.

Pasarela en la que estarían en la segunda fila del presídium, el anfitrión municipal, el alcalde del tricolor Neftalí del Toro Guzmán, que no niega la posibilidad de reelegirse en el cargo otros tres años, y por el que entrará en disputa en los siguientes meses, el diputado federal Enrique Zamora Morlet, sentado en el área de invitados especiales. Ahí no habría que descartar al ex edil Ezequiel “Cheque” Orduña Morga, con sobresaliente arraigo. Se notaría la ausencia de Rutilio Escandón Cadenas, presidente del Tribunal Superior de Justicia, perfilado al abanderamiento de la causa de sucesión, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Llegaría el momento de la solemnidad y de los discursos. En su turno, el titular del Gobierno de la República, reiteraría que “México vive una realidad que no queremos sea permanente. Tenemos dos Méxicos dentro de un mismo país. Una parte que crece, una parte que tiene desarrollo, una parte que está generando miles de empleos como nunca antes, que se ubica en el centro, en el bajío, en el occidente y norte del país.

“Pero la parte sur de nuestra geografía nacional, ha permanecido durante décadas en el rezago. También es cierto que sigue siendo la parte sur de nuestra geografía la que enfrenta los mayores retos y las condiciones todavía de pobreza. Y queremos que eso cambie, queremos que esa realidad se modifique, y que el sur del país pueda tener las oportunidades de desarrollo y crecimiento que tiene el resto del país”.

Absoluta convicción presidencial, de que “ese es el México y esa es la realidad que visualizo hacia adelante para el sur de México: para Tapachula, en Chiapas, para Guerrero y para Oaxaca, para Coatzacoalcos, en Veracruz y para Lázaro Cárdenas, en Michoacán, donde estoy seguro, el futuro será uno muy distinto del que hoy estamos apreciando y viendo; será uno de prosperidad, de desarrollo, de bienestar y de mayores oportunidades para su sociedad”.

Recordaría que hace dos años, comprometió en Tapachula, la creación de las Zonas Económicas Especiales, para inmediatamente enviar al Congreso la iniciativa que ya fue aprobada, para definir el marco legal que permitiera que este jueves 28 de septiembre, la firma de los decretos correspondientes.

Una integración de nuevos polos de desarrollo económico y social de alta prioridad, que por supuesto no surgen a partir del decreto en tierras chiapanecas, puesto que de acuerdo con lo informado por el Primer Mandatario, el gobierno federal ha adquirido tierras en cada una de las zonas de interés, que implica adicionalmente la definición de un espacio mayor que se ofertará al inversionista nacional y extranjero, para detonar nuevas industrias.

Es así como en Puerto Madero-Chiapas, es propietario de 522 hectáreas, aunque la demarcación territorial beneficiada por los incentivos oficiales de diversas índole, en base al decreto son de ocho mil 216 hectáreas.

Lo mismo ocurre en Lázaro Cárdenas-La Unión, donde se han comprado 547 hectáreas, con el agregado de beneficios a un polígono de cinco mil 451 hectáreas, mientras que en Coatzacoalcos, son ya propiedad federal 257 hectáreas, extendidas a ocho mil 263 hectáreas.

Confianza de que en los siguientes dos o tres años, han establecido compromisos de inversión 200 empresas que prevén inversiones de por lo menos cinco mil 300 millones de dólares, que darán oportunidad de empleo a 12 mil habitantes de las regiones de influencia.

Avances importantes que sin duda se convertirán a las Zonas Económicas Especiales en el parteaguas del futuro y destino inmediato de Chiapas, Veracruz y Michoacán, de manera alentadora y promisoria, a partir de experiencias internacionales que han resultado exitosas.   

Toda una estrategia para atraer a los hombres de negocios del otro México, el del desarrollo y de otros países, mediante capacitación de mano de obra por parte de instituciones académicas, creación de infraestructura de servicios básicos, pero de manera prioritaria los incentivos particularmente fiscales que permitan visualizar beneficios altamente atractivos para la inversión.

Planteamiento de objetivos concretos por alcanzar desde la perspectiva de su gobierno, entre los que subrayaría como fundamental, el dejar de lado la política asistencialista, que dentro del marco de la política social sólo busca llevar un apoyo económico, que a veces únicamente lleva alivio o mitiga la condición de pobreza, pero que no la resuelve de fondo.

Es, afirmaría el presidente Enrique Peña Nieto, precisamente la inversión productiva, la formación

del capital humano, la buena educación que reciba la niñez y juventud, lo que va a permitir transformar la realidad que hoy viven estas regiones de nuestro país. Y esa es la apuesta, y ese es el rumbo que hoy le estamos imprimiendo desde el Gobierno de la República. No vamos a permitir que la historia del Sur-Sureste siga marcada por la pobreza, la marginación y la desigualdad.

José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda federal, diría que luego de la firma de los decretos firmados por el Jefe del Ejecutivo Federal, la mesa está puesta para que se voltee a ver al Sur-Sureste, como una plataforma de desarrollo, sustentada en un paquete de estímulos fiscales inéditos, el cual implica renta, IVA, cuota de seguridad social y otros derechos que por un horizonte largo de tiempo no habrán de gravitar sobre quien escoge invertir en ellas y la certeza en ley de que este proyecto habrá de tener una visión de largo plazo.

Mientras, el gobernador Manuel Velasco Coello reconocería que la obra del Parque Agroindustrial de Puerto Madero-Chiapas, representa el cumplimiento del compromiso que como candidato a la Presidencia de la República, hiciera a los chiapanecos y que hoy cumple como gobernante de todos los mexicanos.

Luis Alberto Moreno Mejía, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, sintetizaría el nuevo rumbo económico del país: “México no se detiene, y eso es lo que yo creo que hay que celebrar”.

Muy buenas noticias para la Región Soconusco y para Chiapas, en lo particular. Ahora, lo importante será promocionar los grandes beneficios para el inversionista y no esperar sentados a que lleguen los nuevos capitales.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.