El PAN se deshoja como Margarita

Ella se llamaba Marta, y ahora Margarita, adoradoras del poder Presidencial en México, que disfrutaron hasta el último momento y soñaron con ser candidatas de su partido, sin lograrlo.

Tanto una como otra, a la sombra de sus cónyuges Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, los presidentes de la llamada “Alternancia del Poder en México” (2000-2006-2012).  

Marta María Sahagún Jiménez (1953), de sus hábitos provincianos en Celaya, Guanajuato, al lado de su primer esposo Manuel Bribiesca, con el que tuvo tres hijos, pasaría inesperadamente a los lujos y el buen vivir en la Residencia Oficial de Los Pinos, donde desubicada y fuera de toda proporción por su voraz ambición, se aferraría a la idea de que podría ser la favorita del Partido Acción Nacional, en la sucesión de su pareja, en la elección de 2006.

Totalmente desubicada, mareada por el poder, olvidaría que en 1994 fue abanderada del PAN a la presidencia municipal de Celaya, resultando derrotada de manera abrumadora. Para justificar el rechazo social, argumentaría que había perdido por ser mujer y no por carecer de arraigo no solamente entre los militantes de su partido, sino en general de la población, como ocurrió.

Su ex, comentaría en mayo de 2003: “Marta Sahagún de Fox, quiere ser presidenta, a pesar de que no tiene estudios. Todo parece indicar que ella tiene ganas de ser presidenta. Es muy viva, se ha mejorado mucho sin estudiar. Viví con Marta 27 años, la mujer no es nada mansita”.

Externaría preocupación por sus hijos, que prácticamente habían sido adoptados por Fox Quesada, haciendo uso indiscriminado de las residencias propiedad de la Presidencia de la República en Cancún, Acapulco y San Miguel de Allende.  

Marta y Vicente vivieron en amasiato hasta julio de 2001, en que contraen nupcias por lo civil. Antes, ella se desempeñaría como vocera oficial del Presidente, para convertirse en “la primera dama del país”.

Tan iba en serio el propósito de la sucesión a su favor, que desde Los Pinos saldría la consigna a la dirigencia nacional del PAN, de crear un clima de aceptación favorable para el orgullo de Zamora de Hidalgo, Michoacán, por aquellos días de 51 años cumplidos, lo cual que motivaría la inconformidad de su correligionario y colaborador en el gabinete federal, Calderón Hinojosa, quien se insubordinaría, adelantando su destape el 29 de mayo de 2004, con la mira en el relevo de su jefe, en un rancho del empresario Abraham González Uyeda, en el estado de Jalisco, ante varios cientos de personas.

El gobernador en ese entonces, Francisco Ramírez Acuña, sería el responsable de la jugada anti Marta, por demás madrugadora, considerando que los comicios serían en julio de 2006. Un golpe mediático por demás espectacular que cimbraría y dividiría a los militantes panistas.

Tal fue el enojo de Vicente contra Felipe de Jesús, que le obligaría a renunciar a la Sener, dando así margen a que el paisano de Marta, llevara a cabo de inmediato una campaña proselitista que le permitiría obtener primero la candidatura del PAN y luego la Presidencia de la República.

Un protagonista también importante en frenar las aspiraciones de Marta, sería el entonces líder nacional del blanquiazul, Manuel de Jesús Espino Barrientos, que había arribado al liderazgo, aún con la oposición de la pareja de Los Pinos, pues el favorito era Carlos Medina Plascencia, por lo que al ganar se convertiría desde la perspectiva partidista, en un obstáculo de las intenciones de Sahagún Jiménez.

Una actitud que tenía sustento, cuando siendo secretario General del PAN, junto con otros prominentes miembros de este partido, fijaron su oposición a la eventual postulación de la primera dama, a quien pidió hacer una valoración ética sobre su propósito. Declararía de manera radical: “Como Manuel Espino, como mexicano, como secretario general, como padre de familia, como político, yo jamás estaría de acuerdo en que Marta Sahagún buscara la Presidencia. Asumo la voz de muchos panistas y de millones de mexicanos”.

Advertiría: “Yo les prometo que vamos a tener un candidato, o candidata a la Presidencia, y no va a ser Marta Sahagún”. La eventual candidatura de la señora Fox, es algo a lo que nos negamos toda la vida”.

Y cuando la michoacana Marta María Sahagún Jiménez, anunciaría formalmente la declinación a sus aspiraciones, el máximo dirigente del Partido Acción Nacional, manifestaría: “Este repliegue de la señora Marta, da oportunidad para que otros temas que sí son importantes caminen bajo la atención. Ojalá de veras sea punto final y no sólo puntos suspensivos”.

Junto con su esposo, entendieron que definitivamente nada tenía que hacer como primera dama, inexperta en el ejercicio político partidista, dejando, porque no les quedaba de otra, el paso lleno de obstáculos a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.

Tiempo de tentaciones guajiras de una primera dama, trasladados a 2017, en que resurge en el panorama político nacional, su sucesora de género en el sexenio 2006-2012, Margarita Ester Zavala Gómez del Campo, esposa de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, el eterno dolor de cabeza de Vicente Fox Quesada.

Fuera de la esfera del poder omnipotente de la Presidencia de la República, la igualmente michoacana Margarita Ester, de 50 años de edad, ha hecho público desde hace dos años, su interés por lograr la candidatura del blanquiazul a la Presidencia de México.

En los últimos dos años, Zavala Gómez del Campo, respaldada por su cónyuge, ha recorrido el país en su afán de ser conocida y entrar en contacto directo con la realidad del país, mientras que de manera paralela ha mantenido conversaciones con el presidente del comité ejecutivo nacional panista, Ricardo Anaya Cortés, de 38 años.

De nueva cuenta el protagonismo de quien igual que Marta María Sahagún Jiménez, sabe de los colores y sabores del poder total en nuestro país, con la desventaja de traer a cuestas la impopularidad de Felipe de Jesús, que cubriría de sangre el territorio nacional, al declarar la guerra al crimen organizado en forma de narcotráfico, con un saldo extremo de por lo menos 80 mil muertos, la mayoría gente inocente.

Y mientras Vicente y Marta se han refugiado en su ostentoso rancho de San Francisco del Rincón, en Guanajuato, desde donde de vez en cuando suelta sus típicas alharacas intrascendentes, en contraste, en su andar por la geografía de la república, la señora de Calderón Hinojosa se ha visto obligada a escuchar el enojo de familiares de las víctimas de una guerra, para la cual se ordenó la salida de sus cuarteles a las Fuerzas Armadas.

La abogada no ha encontrado la respuesta que esperaba a su interés por ser la ungida Presidencial de su Partido, liderado desde 30 de septiembre de 2014 por Anaya Cortés, quien ha mantenido una estrategia de no ceder en ningún momento a sus pretensiones.

Ricardo, quien a los 21 años fue diputado federal, ha sabido aprovechar al máximo su permanencia desde esta posición de privilegios, al mantener cada vez con mayor firmeza, su meta personal de lograr desde esa cúpula, la designación a la candidatura que abiertamente ha demandado Margarita Ester y el ex presidente Felipe de Jesús.

Luchando contra todo lo que sus enemigos le han puesto enfrente para combatir la dualidad en que se ubica, el dirigente nacional panista, ha salido adelante, con un costo muy alto para la institución que dirige, hasta llegar a un debilitamiento que le ha obligado a pactar un “Frente Ciudadano por México”, opositor al PRI, al sumarse a los Partidos de la Revolución Democrática y Encuentro Social, cancelando con ello la posibilidad de un proceso interno para definir al ungido del blanquiazul, pues se haría de manera conjunta entre los tres institutos políticos, lo cual ha sido del desagrado de Zavala Gómez del Campo, pues en su mente no cabe esa opción que la pone en desventaja.  

Una lucha en la que Margarita Ester tenía el tiempo en contra, ante la cercanía de su Plan B, de registrarse como candidata independiente, al ser informada por Anaya Cortés, que las dirigencias del Frente aún no habían decidido los mecanismos para la elección de un candidato común. Quedaría muy clara para la ex primera dama, intención de Ricardo, de sacarla del juego panista por la Presidencia de la República, al convertirse en una competencia desigual.

Orillada por las circunstancias del rechazo de su líder, tomaría la decisión pasado el mediodía del viernes seis de octubre, de renunciar a su militancia dentro de las filas del Partido Acción Nacional, para optar por una candidatura independiente, en la que no irá sola, sino con por lo menos otros tres aspirantes.

Fin de la historia, ahora de la segunda ex primera dama que por la vía del chantaje trató de imponer su esposo Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, que también ha presentado su retiro como militante del partido que lo hizo presidente de la República, sumándose a la misma medida adoptada por sus antecesores en Los pinos.

Todo un golpe mediático de la ex pareja presidencial, que divide aún más al panismo, hoy lleno de escándalos por el protagonismo de Ricardo Anaya Cortés, que seguirá utilizando el presupuesto oficial del Instituto Nacional de Elecciones (INE), para auto promoverse, ahora sí,  como candidato único del PAN a la silla principal de Palacio Nacional.

Reacciones prontas al suceso, como las del dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, al afirmar que la salida de Margarita Ester, es la consecuencia de un dirigente que tiene dos cachuchas, una como líder de un partido y la otra como aspirante a algún a candidatura para el proceso electoral de 2018.                 

Afirmación del priísta, de que “claramente a Ricardo Anaya se le está desmoronando el PAN entre las manos. Es producto de una actitud intolerante, poco democrática, en la que se ha apropiado de los spots en radio y televisión

para hacer promoción personal, en lugar de poner esos espacios democráticos al servicio del partido y de la democracia. Ha abusado de ellos para un interés personalísimo”.

Mientras, en Chiapas, la perspectiva rumbo al 2018, no es en ningún momento halagüeña para el PAN y sus asociados PRD y Encuentro Ciudadano, dada la intrascendencia que priva a su interior y exterior, al carecer de arraigo entre la población ciudadana.

Una entidad, donde el PRI retomará el poder perdido de 2000 al 2012 y compartido con el Partido Verde Ecologista de México en los últimos seis años, en el que éste mismo ha intentado por todos los medios debilitarlo, como si fuese su enemigo y no el aliado que llevó al candidato común a la gubernatura del estado.

Volverá para asumir el mando, de eso no hay duda en su militancia, que ya realiza tareas de reorganización de sus cuadros, para ganar todas las posiciones posibles, tanto en el mando principal del estado, alcaldías, diputaciones locales y federales, así como Senadurías.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.