Urge esclarecer muerte de síndico

El síndico municipal localizado muerto en la carretera libre San Cristóbal de las Casas-Tuxtla Gutiérrez, Ignacio Pérez Girón, en realidad fungía como alcalde de Aldama, aunque por cuestiones de equidad de género en el proceso electoral pasado no participó como candidato. Lo hizo su esposa Verónica Ruiz Pérez, quien ganó y tiene constitucionalmente el cargo, aunque finalmente era considerada “Juanita”, mientras que Pérez Girón era reconocido como alcalde de acuerdo a usos y costumbres, pero era el que tomaba todas las decisiones políticas y financieras.

La muerte del presidente municipal se vinculó de inmediato con los conflictos de índole social que prevalecen entre Aldama y Chenalhó, y que están relacionadas, presuntamente, con la posesión de 60 hectáreas de tierra, misma que inició hace 40 años, aunque finalmente será la Fiscalía General del Estado la que esclarezca este caso.

Sin embargo, el alcalde Chenalhó Abraham Cruz Gómez, haciendo caso omiso del dicho “el que calla otorga y el que niega acepta”, de inmediato emitió un comunicado en el que asegura que la desaparición y muerte de Pérez Girón no está relacionada con la problemática Aldama-Chenalhó y los desplazados, como ha sido vinculado; es decir, que se asume como fiscal del Ministerio Público y descarta antes que cualquier autoridad el vínculo de los inconformes con este crimen.

Seguramente, lo que el edil pretende es que la problemática que hay en comunidades vecinas de los dos municipios, no se agudice pues existen mesas de negociaciones para resolver las diferencias ancestrales relacionadas con tenencia de la tierra y que finalmente solo se han administrado por los gobiernos estatales, por que no se han podido resolver de fondo en cuatro décadas, empero, no puede meter las manos al fuego por los inconformes de su municipio que pudieron haberse salido de control, sobre todo por que a pesar del dialogo, las balaceras son constantes en ambos municipios indígenas donde la población es la que denuncia los hechos de violencia y el temor que prevalece en la zona.

Por eso, esperamos que la Fiscalía General del Estado actúe de manera responsable, agilice las investigaciones y esclarezca los hechos, pues de lo contrario las acciones de violencia y venganza podrían agudizarse. No hay que olvidar que en estos municipios las deudas de sangre se cobran con sangre, y nadie creerá en las películas que quieran contar oficialmente y que no sean ciertas. Allá se exige la verdad, de lo contrario la buscarán por cuenta propia y bien saben cómo hacerlo para no dejar ningún caso impune; de tal forma que el caso del edil por usos y costumbres debe ser esclarecido, apegado a la realidad para evitar más derramamiento de sangre.

Cabe mencionar que el pasado 23 de enero, en la zona de Aldama se instaló un destacamento de policías y militares, debido a que los habitantes denunciaron que operaban civiles armados, y se habría registrado de abril de 2018 a enero de 2019 el asesinato de al menos 25 personas. Aunque la seguridad implementada parece que fue ineficaz, luego de los resultados obtenidos con este crimen, aunado a que a población sigue desplazada y quienes intentan salir a trabajar denuncian que temen morir a consecuencia de las agresiones que prevalecen.

El caso ha sido atendido por el titular de la política interna del estado de Chiapas, Ismael Brito Mazariegos, quien propuso un acuerdo de no agresión para generar un ambiente pacífico, pero en la mesa de negociaciones, definitivamente existen acuerdos que puede presumir el gobierno, aunque en la realidad las diferencias persisten, tan es así que constantemente se documentan nuevos incidentes y es que finalmente los dos mil desplazados por los conflictos; son una realidad que prevalece y también los enconos por verse obligados a dejar sus hogares, por eso las indagatorias deben ser certeras y creíbles al igual que las medidas políticas en ambos municipios.

Con filo

La renuncia de Omar Molina Zenteno al Partido Verde Ecologista de México se veía venir, ya que desde su toma de protesta no fue acompañado por ninguno de los líderes del tucán, por el contrario se arremolinaban a felicitarlo militantes del Partido de la Revolución Democrática, donde él tiene sus orígenes, incluso habían en el pasillo exfuncionarios municipales del Partido Revolucionario Institucional de la zona norte del estado. El argumento del legislador para separarse del partido es el de “congruencia”, pero si realmente fuera congruente nunca habría aceptado ser suplente de Eduardo Zenteno ni militar en el PVEM donde nunca tuvo una verdadera militancia, su decisión solo muestra el “camaleonismo” que identifica a la actual camada de políticos que van para donde mejor les convenga y no presuntamente porque tengan una convicción partidista sino basta con hacer un análisis de todos los legisladores que en la mayoría de los casos militaban en institutos diferentes de los que ahora son diputados y no se diga de las diputadas que si bien es cierto por primera vez tienen mayoría en el Poder Legislativo, también lo es que una gran parte de ellas son “Juanitas”; y lo peor, realmente las mujeres no estamos representadas…///Será cierto que es el Mocri el que está propiciando incendios en los terrenos en los que fueron desalojados. De ser así, se debería aplicar la ley en contra de los dirigentes, pues finalmente los cerros no tienen la culpa de que se esté aplicando el estado de derecho y más bien, deberían estar obligados a reforestar las áreas que desafortunadamente talaron para instalar sus hogares provisionales, sobre todo en las áreas naturales protegidas que anuncian muy pronto serán desalojadas para evitar que continúen los daños a los pocos pulmones de Chiapas.

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