El protector de la juventud: Zozer Santana

¿Cuantas formas existen para proteger a nuestros adolescentes de las afrentas sociales y violencia emocional que no solo es la que típicamente se cree existe en los gritos y golpes? Quizás los psicólogos y pedagogos puedan dar un listado. Una de esas estrategias en América Latina, sin duda, ha sido la de “ Familias fuertes, amor y límites” que representa un esfuerzo “todo terreno” de profesionistas comprometidos de corazón. Pero otra, y es de la que quiero comentar en las próximas líneas, es la lectura de libros como “El séptimo protector” de un militante de su vida y la batalla editorial: Zozer Santana.

Recién concluí la lectura esta novela editada y publicada por Rodrigo Porrúa, que tiene el don de llegar hasta las entrañas de las emociones, que incluso pueden estar muy anquilosadas sobre los sueños de la eterna búsqueda de una misión de vida.

El personaje central Zirus, es una especie de héroe contemporáneo que lleva en su esencia las moléculas de los titanes épicos de la mitología griega y de los profetas medievales sometidos a una fe liberadora por los valores esenciales, esos que nos diferencian de otros seres vivos como las plantas, insectos o animales marinos.

El séptimo protector es un texto revelador e inquietante que atrapa en un mundo tan lejano como cercano a este. Es fácil descubrir en los devenires actuales monstruos tan horribles por su actuar sin principios, atropellando voluntades y queriendo avasallar territorios ajenos. Seres de sombra y traición que el autor nombra como ogros, necrudos, bestias diversas y brujas. El lector a lo largo del viaje literario puede ir descubriendo símiles de la vida real. El adolescente puede quedar inspirado con facilidad para no ceder su espada personal, su salud y su temple ante por ejemplo el dealer que vende la droga a dos calles de su escuela, las compañías que susurran melosamente que deje la escuela y se lance a una aventura de sexo y liviandad por dinero mal habido, la presión de los líderes que incitan a violar las reglas, robar exámenes y tatuar sus cuerpos con ilimitadas raciones de alcohol para estar “Inn”.

Por el Día Internacional del Libro recomiendo ampliamente esta obra digna de nuestra juventud, que merece leer obras en donde la vocación de fe, amar y ser diferente. ¿Cómo podemos proteger a nuestros adolescentes, si no están inspirados? Si la orden u orientación de los padres solo viene como sanción, sin amor, sin introyección. Es claro para todos de que un estilo mejor de vida para que nazca florezca debe provenir desde la propia voluntad de hierro del individuo. Y más aún si de adolescentes sedientos de identidad, de algo que incendie su motivación hablamos.

El séptimo protector es un regalo literario que reposiciona el rol de los hitos personales, lo que hacemos y nuestros principios, la elegancia y fortuna de tener una misión de vida en consonancia con la justicia. Y no por el qué dirán, o los ojos externos que imponen sanciones, sino por la satisfacción maravillosa de vivir, respirar en la congruencia. Por uno mismo, porque uno mismo lo sabe de sí, en fin eso que llaman conciencia.

El amor a la vida, a la comunidad, y el enamoramiento son deliciosos ingredientes de esta historia, el ritual de un deseo que nace y se manifiesta con dignidad, y que puede ser tan explosivo y épico como los adolescentes lo anhelan con sus volcánicas hormonas está plasmado con fuerza a través de los que Xozy, otra guerrera de la historia despierta en el séptimo protector. Así pues las líneas de este libro también invitan con la ferocidad de los sucesos que mantienen alerta al lector, a reflexionar qué tipo de compañera desearías para tu vida, la importancia de elegir una guerrera que comparta la hazaña de lo que quieres para tu vida, que sea tan potente como para salvarte en ciertos momentos como tú lo harías por ella en la jungla de la vida. O alguien que guerrea contra ti y desgasta tu cuerpo, ideales, y marchita tus sueños.

La presencia de Xoxy brinda a los jóvenes un impase de silencio interior, de amortiguar el desenfreno en una edad en que empiezan los enamoramientos, para plantearse: ¿Qué tipo de aliada de vida deseo cuando llegue el momento de mi propia gesta de vida? Una que solo piensa en comer lechuga y tener dinero para después de las cirugías subir sus fotos al face; o alguien con pensamiento crítico y energía como para compartir la historia que más vale la pena escribir: la propia novela personal.

Definitivamente la cultura y los libros con contenido son factores protectores para la salud y el bienestar en general. Protejamos a los adolescentes de los factores de riesgo con textos vivificantes, en estos deplorables tiempos, como El séptimo protector de Zozer Santana.

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