La alianza

*PVEM buscará cobijo de Morena en LXIV Legislatura

*Jugará un papel importante en el cabildeo legislativo

Congreso de la Unión.- A un mes de que inicie la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, en los corrillos del Palacio Legislativo de San Lázaro se comenta que el grupo parlamentario de Morena tendrá el apoyo de la bancada del PVEM para sacar adelante iniciativas y reformas propuestas por el próximo presidente de la República.

Y es que dos hechos apuntan que el PVEM encontró en el Movimiento de Regeneración Nacional a un nuevo aliado político: la visita del gobernador Manuel Velasco al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a unos días de haber resultado triunfador en las pasadas elecciones y que fue el primer mandatario estatal en reunirse en privado con el futuro jefe del Ejecutivo, y las declaraciones del líder de la bancada Verde, Jesús Sesma Suárez, en las que pide –palabras más palabras menos- cerrar filas en torno el proyecto de gobierno del tabasqueño.

Sesma dijo que el nuevo gobierno encabezado por López Obrador merece el apoyo de todos los ciudadanos, incluidos los partidos políticos y las distintas organizaciones de la sociedad civil.

Una clara señal de que la mini bancada Verde con solo 16 diputados se alineará con Morena, quien por sí sola cuenta con 200 legisladores en la Cámara baja.

Morena tendrá mayoría simple tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República, lo que le dará la fuerza suficiente para aprobar cambios a las leyes sin la necesidad del apoyo de otros grupos parlamentarios.

Sin embargo, para realizar modificaciones a la Constitución será necesario lograr una mayoría calificada, lo que significa tener los votos de las dos terceras partes del Congreso y para ello, dicen los que saben, el PVEM “se está acomodando” para jugar un papel preponderante en el cabildeo legislativo.

La legislatura que está en fase terminal dejará varios pendientes, los que se sumarán a las iniciativas que enviará López Obrador en calidad de preferentes.

Entre los temas relevantes que habrá de aprobar la próxima legislatura, tenemos el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 y la Ley de Ingresos; nombramiento del Fiscal General y aprobación de la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la Nación; Fiscal Anticorrupción y los 18 magistrados en la materia; reforma constitucional para eliminar el fuero; y la Ley General de Aguas.

Sobre las iniciativas que López Obrador enviará al Congreso tenemos la ley reglamentaria sobre salarios máximos, lo que implica reformar el artículo 127 constitucional que señala que ningún funcionario puede ganar más que el presidente de la República.

Para este cambio se requiere solo mayoría simple en el Congreso, por lo que Morena puede sacarla adelante por sí sola, inclusive sin la necesidad de sus aliados, el PT y PES.

López Obrador también busca echar abajo la Reforma Educativa, además de establecer el derecho a la educación pública y gratuita en todos los niveles escolares.

Los cambios podrían darse en las leyes secundarias, para las que solo requiere mayoría simple, o en la Constitución, que implicaría una mayoría calificada y la aprobación de 17 congresos locales.

También enviará una iniciativa para la creación de la Secretaría de Seguridad Pública federal, así como reformar la ley respectiva para que el Estado Mayor Presidencial se incorpore a la Secretaría de la Defensa Nacional.

AMLO también pretende establecer mecanismos para la revocación de mandato y quitar candados para la aplicación de todos los procedimientos de consulta ciudadana que deberán tener carácter vinculatorio con el propósito de hacer valer la democracia participativa.

En el 2000, el Partido Verde Ecologista de México se alió con el PAN para postular a Vicente Fox a la Presidencia de la República, pero una vez que el de las botas llegó a Palacio Nacional, le incumplió al PVEM y éste decidió deslindarse de la administración foxista.

En la elección presidencial de 2006, llevó como su candidato a Bernardo de la Garza, pero finalmente declinó a favor del priista Roberto Madrazo Pintado, con los resultados catastróficos que todos conocemos.

Pero en el 2012, el Partido Verde alcanzó una votación histórica con el 6.12 por ciento nacional, logro que se fortaleció con la gubernatura de Chiapas, convirtiendo inclusive a la entidad en su bastión político.

Ese año registró al priista Enrique Peña Nieto como su candidato presidencial y este 2018 inicialmente quiso espantar al PRI con aquello de que iría solo en la presidencial con su candidato el senador Carlos Puente Salas, quien finalmente declinó a favor de José Antonio Meade.

Nacido en 1986, el Partido Verde participó dos años más tarde en las elecciones con el entonces Frente Democrático Nacional (FDN), encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas; en 1991 compitió de manera independiente, pero perdió el registro que recuperó en 1993.

Entre 1994 y 1997 se posicionó como la cuarta fuerza política del país y hoy, ante la debacle que lo manda a la “chiquillada”, el Verde busca la alianza con el tsunami morenista que arrasó en ambas cámaras.

jesus.belmontt@gmail.com