Maras

*Pandilleros callejeros se integran al crimen organizado

*Crean centro para combatir delincuencia transnacional

Congreso de la Unión.- Los miembros de la Mara Salvatrucha se han vuelto cada vez más violentos, pues de pandilleros callejeros han pasado a formar parte de grupos terroristas, de narcotraficantes, del crimen organizado y de mafias dedicadas al secuestro, robo de vehículos o al tráfico de armamento.

Los Maras dejaron de ser simples pandilleros para convertirse en importantes miembros del crimen organizado transnacional.

Pero lo más grave es que los Maras fomentan este tipo de conductas en las sociedades de los países centroamericanos y, por supuesto, también en México.

Según informes del Instituto Nacional de Migración existen Maras en la mitad del territorio nacional, lo que demanda acciones no sólo en materia de seguridad pública y nacional, sino también en el ámbito migratorio. Se requieren algunas reformas de ese servicio dominado por la ineficacia y la corrupción.

En la Ciudad de México se encuentran Maras en los barrios de las alcaldías de Iztapalapa y Gustavo A. Madero; también se han establecido en el Estado de México, en los municipios de Ecatepec y Nezahualcóyotl, aunque su presencia es mucho más acentuada en Chiapas, Tabasco, Veracruz, Oaxaca, Quintana Roo, así como en las ciudades fronterizas de Tijuana, Ciudad Juárez, Reynosa y Nuevo Laredo.

La Mara Salvatrucha y su rival Barrio 18 representan un problema de seguridad pública, pero están a punto de convertirse en uno de seguridad nacional, si no se les combate de manera inmediata y coordinada entre las diferentes instancias de gobierno.

Y es que una de las características de la frontera sur es su alto grado de porosidad, a lo que hay que sumarle la aparición de nuevas formas de delincuencia transnacional y las pandillas que trascienden los límites fronterizos, además del aumento de las actividades del crimen organizado y común.

La trata de personas, el narcotráfico, contrabando y el tráfico de migrantes, hacen necesario unir esfuerzos de los diferentes órdenes de gobierno en materia de seguridad pública y nacional.

Centroamérica juega un papel cada vez más importante como puente para las actividades de los productores y traficantes de drogas, sobre todo a raíz de los operativos de Estados Unidos y Colombia para combatir las rutas navales y aéreas en el Caribe durante la década de los noventa.

Sin duda que los fenómenos que requieren de mayor atención por parte de las autoridades de la Federación y del Gobierno del Estado, son los que tienen que ver con la delincuencia transnacional y con la migración irregular o indocumentada.

La frontera sur se encuentra en una permanente transformación marcada por movimientos poblacionales de diverso tipo, inscritos en dinámicas locales y regionales en un área geográfica donde se prevén nuevos problemas relacionados con el crimen organizado, la seguridad y los derechos humanos.

De hecho, vemos que las políticas gubernamentales en materia de migración y de seguridad están cada vez más relacionadas.

En esta línea se enmarca la creación del Centro Antipandillas Transnacional en Chiapas, integrado por autoridades federales, estatales y municipales con la participación del Buró Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos y el Centro de Antipandillas de Guatemala.

En el organismo participarán policías estatales, municipales y federales y tiene como finalidad combatir a las pandillas de la Mara Salvatrucha que operan tanto en Centroamérica como en la frontera sur del país.

Las acciones derivan del Plan Iniciativa Mérida en el que participan Guatemala, El Salvador, Honduras y se suma México a través de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Chiapas.

Durante la integración del referido Centro se estableció la complejidad del fenómeno de las pandillas, toda vez que cambian sus formas de operar, de vestir y hasta de hablar y sus normas internas.

La finalidad es fortalecer las acciones entre México y las naciones de Centroamérica en la lucha contra esas organizaciones delincuenciales y evitar que se fortalezcan.

De acuerdo a informes oficiales, en Chiapas se han asegurado en la presente administración 300 pandilleros de las bandas MS-13 y Barrio 18.

TRIBUNA.- El pasado 7 de octubre se instaló la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República, que preside la senadora Sasil De León Villard. Las propuestas se comenzaron a recibir desde ayer 11 de octubre y hasta el 9 de noviembre. En el edificio de Reforma e Insurgentes, De León Villard hizo un llamado a los Congresos estatales, a las instituciones públicas y privadas, pero sobre todo, a los ciudadanos que quieran proponer a los candidatos y candidatas para recibir la Medalla Belisario Domínguez 2018. Hasta ayer se habían recibido tres propuestas, las cuales fueron remitidas a los senadores integrantes con el fin de que sean analizadas. La senadora por Chiapas dijo que los legisladores que integran la Comisión están comprometidos, con profundo amor por México y que sin duda, aportarán mucho para que esta elección de la Medalla Belisario Domínguez 2018, se entregue a quien tenga el mayor mérito.

jesus.belmontt@gmail.com