Guardia Nacional

*Policialización del ejército, definición de Alfonso Durazo

*Militarización con empaque y rótulo diferentes: Oposición

Congreso de la Unión.- Como candidato a la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador prometió sacar al ejército de las calles, y ahora como titular del Ejecutivo pretende otórgales mayores atribuciones en materia de seguridad pública.

Organismos defensores de derechos humanos ven con preocupación las intenciones del nuevo gobierno de otorgarles más facultades a los militares para combatir la criminalidad.

Coinciden en que esa estrategia que se utilizó en la última década por los gobiernos del PRI y del PAN, no solo resultó un fracaso, sino que provocó que la inseguridad aumentara dramáticamente en todo el país.

Con el argumento de que solamente las fuerzas armadas podrán enfrentar los niveles de inseguridad que se viven en el país, en noviembre pasado legisladores de Morena presentaron en la Cámara de Diputados la iniciativa de ley para crear la Guardia Nacional.

Como contraviene la Constitución Política, los legisladores de Morena proponen reformar varios artículos para poder regular la actuación de los militares en labores de seguridad pública.

Cabe recordar que la citada iniciativa se presentó días después de que la Suprema Corte declaró inconstitucional la Ley de Seguridad Interior, creada por la administración de Peña Nieto; la nueva propuesta del gobierno de López Obrador es considerada como una versión más peligrosa para el país.

La propuesta del programa de seguridad del presidente López Obrador incorpora una definición de Guardia Nacional que precisa que se trata de “una institución del Estado que participará en la salvaguarda de la libertad, la vida, la integridad, y el pleno ejercicio de los derechos de todas las personas, protegiendo su seguridad, sus bienes, así como preservar el orden, la paz pública, los bienes y recursos de la Nación”.

Sin embargo, especifica que su estructura y operación dependerá de un mando militar y no de uno civil. Este hecho encendió las alertas de defensores de derechos humanos, expertos y legisladores de partidos de oposición.

Al margen de tales alertas, como país miembro de la ONU y la OEA, México está obligado a darle cumplimiento a los preceptos de ambos organismos, que refieren que “los estándares internacionales son muy claros en establecer que las tareas de seguridad pública corresponden a fuerzas civiles”, es decir, la policía, que además está bajo control civil.

Dichos acuerdos sostienen que a las fuerzas armadas por su forma, estructura y entrenamiento, el tipo de labores que les corresponde es la seguridad en las fronteras, las eventuales situaciones de conflicto armado, pero no las tareas de seguridad.

El Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024 del Gobierno Federal contempla que la Guardia Nacional se coordine con las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia de los estados y municipios, según sea el caso, así como con las demás autoridades de la Federación que correspondan.

El programa señala que en lo referente a los delitos federales, el organismo podrá actuar como auxiliar del ministerio público. Este punto, de acuerdo con los especialistas, hace incompatible su propia labor.

La citada iniciativa es objeto de un acalorado debate en la Cámara de Diputados.

El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, dijo que aclaró las dudas de algunos diputados de Morena sobre la iniciativa para la Guardia Nacional, por lo que previó que habrá una postura cohesionada de ese grupo parlamentario en torno a la propuesta.

El funcionario se refirió a la opinión adversa de la vicecoordinadora de la bancada de Morena, Tatiana Clouthier Carrillo, en torno a la Guardia Nacional, planteada por el Ejecutivo federal y presentada en la Cámara Baja por su grupo parlamentario.

Rechazó que con la creación de la Guardia, que en un primer momento estará integrada por elementos de las policías militar, naval y federal, se vaya a militarizar al país.

“Lo que vamos a hacer es una, si vale la expresión atípica, una policialización del Ejército, es decir, capacitar al mayor número de elementos posibles del Ejército para realizar una tarea de seguridad pública, a través de la guardia civil”, explicó.

El coordinador de Morena, Mario delgado, explicó que el cambio fundamental será que en el texto constitucional el mando de la Guardia Nacional quedará a cargo de la Secretaría de Seguridad, “pero de manera transitoria, en los próximos cinco años, quedará adscrita a la Sedena”

Los diputados de oposición exigieron que no se apruebe el dictamen de la Guardia sin que primero sean escuchadas otras opiniones y comparezca el titular de Defensa, Luis Cresencio Sandoval.

Alfredo Lecona, del colectivo Seguridad Sin Guerra, sostuvo que en la discusión de la iniciativa hubo “oídos sordos” a lo que planteó la sociedad civil, pues no hubo ningún diálogo, ni debate con las distintas organizaciones que acudieron a decir NO al proyecto.

Entre organismos civiles y legisladores de oposición se comenta que aun cuando se le quiere dar un empaque diferente y un rótulo distinto, la propuesta del Gobierno Federal es seguir adelante y redoblar la opción militar para llevar a cabo labores de seguridad y combate al crimen organizado.

jesus.belmontt@gmail.com