Indefiniciones

*Luego de tanto ruido, nada contra titular de la CRE

*CIT y CATEM, centrales obreras afines a Morena

Congreso de la Unión. Todavía nadie alcanza a entender qué es lo que pasa en el círculo más cercano al presidente López Obrador.

Hay varias hipótesis, algunas de ellas son que el equipo de asesores anda muy desorientado y no tiene idea de cómo cumplir las tareas encomendadas por su jefe; otra, que el director de Comunicación Social, Jesús Ramírez Cuevas, carece de voz para sugerir las formas en que se deben abordar los temas en las conferencias de prensa mañaneras, y una más, que el inquilino de Palacio Nacional está confundido y en momentos cree que todavía está en plena campaña por la Presidencia.

Y es que de otra forma no se explican los arrebatos y todo el montaje que armó para hacer señalamientos como el reciente en torno al supuesto conflicto de interés y presunto lavado de dinero del comisionado presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Guillermo García Alcocer.

El presidente López Obrador acusó a los organismos autónomos de representar una farsa para saquear al país, “toda una constelación de organismos autónomos que representan otro gobierno para operar el saqueo, para facilitar el robo, para entregar contratos, permisos a empresas particulares”.

Hasta el día de hoy, no hay una sola investigación que se haya iniciado en contra de ningún alto funcionario de la pasada administración, ni de la presente que se encuentre al frente de algún organismo autónomo o de aquellos como la Comisión Reguladora de Energía o la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

Luego de señalamientos, acusaciones y difamaciones, las cosas vuelven a una aparente normalidad. Ni la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda a cargo de Santiago Nieto, ni la Secretaría de la Función Pública de Irma Eréndira Sandoval, han vuelto a hacer algún comentario sobre los supuestos ilícitos en que según el presidente López Obrador había incurrido el comisionado presidente de la CRE.

Así las cosas, habría que preguntarse si posiblemente el presidente siga creyendo que anda en campaña política, por lo que el centro de sus comentarios van dirigidos a denigrar el trabajo de los organismos autónomos y de quienes no compartan su forma de gobernar.

Se armó todo un espectáculo en torno a la CRE y su titular y días después, uno de los alfiles del presidente López Obrador en el Senado de la República abordó el tema: “En México se lleva cabo un proceso para profundizar la democracia y, en este contexto, no están en riesgo los órganos autónomos, que sí representan un contrapeso y obedecen a espacios de decisiones de la sociedad”. Todo lo contrario a lo dicho por el titular del Ejecutivo federal.

¡Que alguien nos explique!

Centrales obreras afines a Morena

La debacle del PRI a raíz de la reciente derrota electoral del pasado 1 de julio se llevó entre los pies al sindicalismo oficial, representado en su máxima expresión por la Confederación de Trabajadores de México (CTM), central obrera que llegó a ser la responsable de “destapar” en varias ocasiones al candidato tricolor a la Presidencia de la República.

Esta coyuntura está siendo aprovechada por el presidente López Obrador para posicionar a organismos obreros vinculados a Morena y leales a su proyecto de gobierno, a través de los liderazgos de los senadores Napoleón Gómez Urrutia y Pedro Haces Barba.

Las confederaciones obreras Internacional de Trabajadores y Autónoma de Trabajadores y Empleados encabezadas por los senadores de Morena se perfilan como las bases del nuevo movimiento obrero al aglutinar en conjunto a 850 sindicatos.

Si bien el líder de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, asegura que la agrupación sigue con la misma fortaleza, en la realidad su influencia en las decisiones políticas dista mucho de los tiempos en que el finado Fidel Velázquez era quien “destapaba” al candidato priista a la Presidencia de la República como lo hizo con Gustavo Díaz Ordaz, Adolfo López Mateos y Miguel Alemán.

Las nuevas agrupaciones obreras de la administración lopezobradorista, la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) de Gómez Urrutia y la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados (CATEM), de Pedro Haces, ligadas a Morena, están destinadas a ocupar el escenario que antaño dominaba la vieja central obrera (CTM), y otras como la CROC, o la CROM.

En la Dirección General de Registros de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social existen reconocidas un total de 32 organizaciones obreras, entre éstas las ligadas al PRI como la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), la Confederación Obrera Revolucionaria (COR), la Confederación Revolucionaria de Trabajadores (CRT), la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), y la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).

Otro factor que está aprovechando el presidente López Obrador para borrar del mapa a las centrales obreras ligadas al PRI, es el apartado laboral contemplado en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.

El T-MEC impulsa el voto libre y secreto, así como el derecho de los trabajadores a participar en actividades de negociación colectiva.

El tratado busca prohibir la injerencia del empleador en las actividades de los sindicatos y propone órganos independientes para registrar elecciones sindicales y resolver controversias.

jesus.belmontt@gmail.com