Estancias infantiles

*Injusta la decisión de desaparecer programa

*Atentado al desarrollo y educación de la niñez

Las observaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación al desaparecido Programa de Estancias Infantiles, detectaron que de un total de nueve mil 500 guarderías, solamente 300 tenían algunas anomalías como la alteración del padrón de menores, la calidad de los alimentos y temas sin importancia de tipo administrativo.

Eso fue todo. No hubo, en realidad, motivo que justificara la desaparición del programa. Aquello de la corrupción fue un mero pretexto para sepultar uno de los programas de mayor importancia para la niñez mexicana.

El presidente López Obrador debería reconsiderar su decisión de desaparecer las estancias infantiles, porque se trata de un acto de injusticia que atenta contra las niñas y niños del país.

La opinión generalizada es que la austeridad debe aplicarse en los sueldos de los altos funcionarios del gobierno federal, de los integrantes de los poderes Judicial y Legislativo, pero NO en el presupuesto dedicado a la niñez.

El Programa de Estancias Infantiles de la Secretaría de Bienestar (antes Secretaría de Desarrollo Social), inició en enero de 2007 durante la administración del presidente Felipe Calderón como una alternativa para apoyar a las madres trabajadoras.

El apoyo –vía estancias infantiles- consistía en ese entonces en 700 pesos mensuales por niño desde un año y hasta un día antes de cumplir los cuatro años de edad.

En todo el país, alrededor de 330 mil niñas y niños recibieron el apoyo el año pasado, y las entidades con mayor cantidad de estancias infantiles son Estado de México, Veracruz, Ciudad de México, Puebla y Jalisco.

Beneficiarios del programa han realizado marchas y protestas en todo el país, ya que además de la reducción del subsidio federal para las estancias infantiles (de cuatro mil 70 millones de pesos en 2018 a dos mil 41 millones este año), el pago mensual a dichas guarderías NO se realiza desde el primero de enero de este año, existiendo irregularidades desde el 31 de octubre pasado.

Se trata de recursos para la operación de nueve mil 500 estancias infantiles que funcionan a nivel nacional.

Por instrucciones del presidente se otorgarán mil 600 pesos bimestrales a los beneficiarios del programa de la Secretaría de Bienestar, dinero que se dará a los padres de manera directa y NO a las estancias infantiles.

María de los Ángeles Hernández González, representante de los dueños y maestras de las estancias infantiles en el país, refutó al presidente López Obrador, quien aseguró que el recorte de 50 por ciento de los recursos federales se debió a la corrupción.

Hernández dijo que “no puede haber corrupción en las estancias, puesto que nosotros solamente entregamos listas de los niños que llegan todos los días a la escuela-estancia. Quienes tienen la corrupción son los de arriba. Y si la conocen, que la expongan, que no solamente se dediquen a decir”.

Sobre la situación laboral, señaló que están trabajando desde el 1 de enero, porque el presidente dijo que las estancias no iban a desaparecer.

Igualmente, responsables de estancias infantiles señalan que entregar directamente el apoyo económico, no es una solución, ya que las entregas directas lo único que le garantizan al presidente López Obrador es clientela electoral, no la atención de la infancia ni el interés superior de la niñez.

Senadores y diputados de todos los partidos políticos (incluido el diputado federal Sergio Mayer de Morena), presentaron el Frente por los Derechos y Defensa del Interés Superior de los Niños y Niñas, entre cuyos objetivos estará que las estancias infantiles no se queden sin recursos públicos para su funcionamiento.

Los legisladores solicitaron también que el presidente López Obrador y los encargados de las distintas secretarías involucradas en el tema, los reciban para exponer sus razones del porque debe continuar el programa de estancias infantiles.

Este frente se asume como un grupo plural que antepondrá el interés superior de la niñez por encima de cualquier coyuntura o diferencia política e ideológica, aseguran.

El bloque creará alianzas legislativas en ambas cámaras para promover una agenda a favor de los derechos de la niñez.

“Ser voz de los niños, niñas, de sus madres y padres, ante cualquier medida que atente contra los derechos de la niñez o pudiera implicar regresividad en sus derechos”, es la declaratoria del frente.

La senadora Lia Limón reveló que aproximadamente un 30 por ciento de las estancias han dejado de funcionar, lo que impacta en un 45 por ciento de los infantes que eran llevados a estos sitios por sus padres.

Si bien el modelo de estancias infantiles es perfectible, éste no debió desmantelarse mientras el gobierno federal carezca de una solución alterna que anteponga el bienestar de la niñez mexicana a los intereses políticos y partidistas del presidente López Obrador.

El argumento esgrimido por el presidente para justificar la desaparición de las estancias infantiles en el sentido de que mostraban opacidad y que el modelo era partidista, es realmente insostenible y deja en el desamparo a cientos de miles de niñas y niños.

Aquí cabe la sospecha de si el presidente de México se habrá dejado llevar por el deseo de aplicar un “revanchismo político” al tratarse de un programa implementado por quien lo derrotó en las elecciones de 2006, pues de otra forma no se explica la orden de desaparecer un programa que atiende el desarrollo, formación y educación de la niñez mexicana.

jesus.belmontt@gmail.com