Seguridad-Corrupción-Impunidad

La inseguridad que se presenta en nuestro país, y que lamentablemente se ha disparado en algunas entidades federativas en el último año, va de la mano de dos temas que preocupan y ocupan tanto a las autoridades responsables como a la ciudadanía de nuestro país: corrupción e impunidad.

Estos tres fenómenos sociales que tanto lastiman el entramado social: inseguridad-corrupción-impunidad, reflejan el hecho de que nuestro sistema de justicia requiere de una profunda transformación en la que la honestidad y el profesionalismo se hagan presentes en quienes tienen en sus manos la procuración de justicia, teniendo como premisa insoslayable el respeto absoluto a nuestras leyes. Los mexicanos aspiramos a hacer realidad un México en el que el Estado de Derecho esté presente en todas y cada una de las relaciones interpersonales que se generan en la convivencia del día a día, a través de una justicia eficiente, eficaz y expedita sustentada en la aplicación de la ley.

Tristemente, de acuerdo a los datos proporcionados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, 2017 se convirtió en el año más violento de las últimas dos décadas al cerrar con 25,339 carpetas de investigación por homicidios dolosos y 22,690 por extorsión. Aun cuando la violencia se ha generalizado en el país hay entidades en donde, al estar vinculada con el crimen organizado, se encuentra más concentrada y se presenta de manera significativa en 14 estados, es decir, el 77% de los casos ocurrieron en el 43% de los mismos, destacando Guerrero, Tamaulipas, Veracruz, Estado de México, Chihuahua, Jalisco, Baja California, Michoacán, Sinaloa, Guanajuato y más recientemente la Ciudad de México.

Es una obligación cuestionarnos qué sucede con los niños y niñas huérfanos, los padres y madres que sufren la pérdida de algún hijo, las mujeres viudas o los hombres que no podrán contar con el apoyo de sus esposas para guiar a sus hijos durante su crecimiento o con los familiares de cualquier elemento de la Policía, la Marina o el Ejército abatido en el cumplimiento del deber. Aunque tuviéramos un sistema eficiente de reparación del daño a las víctimas, no existe resarcimiento alguno que pudiera mitigar su dolor.

Con respecto a este grave problema, para el precandidato a la Presidencia de la República por la coalición “Todos por México”, José Antonio Meade Kuribreña, integrada por los partidos Verde Ecologista de México, Revolucionario Institucional y Nueva Alianza, el tema de la inseguridad es una de las prioridades que tiene permanentemente presente en su agenda de propuestas de gobierno.

El doctor Meade está convencido, y así lo ha manifestado en las reuniones que ha sostenido con la militancia y simpatizantes de los partidos que lo proponen como precandidato, que los mexicanos necesitamos sentirnos orgullosos del país que tenemos y vivir tranquilos en nuestra convivencia cotidiana. Para ello considera que los principales retos que tenemos que enfrentar son: abatir los niveles de seguridad, pobreza, corrupción e impunidad, temas que exigen poner lo mejor de nosotros mismos para dar un giro de 180 grados a la realidad que enfrentamos.

El Estado mexicano tiene que asumir en el plazo inmediato esta responsabilidad, asegura el precandidato José Antonio Meade, quien se manifestó en Nayarit contra la violencia de género que se presenta en nuestro país, así como contra el incremento en feminicidios, violaciones y abusos de los que son víctimas las mujeres mexicanas, quienes en mucho han contribuido y contribuyen al desarrollo del país.

De igual modo, en el estado de Tamaulipas, después de solidarizarse con el dolor de los tamaulipecos al ver su entidad presa de la violencia, expresó que al crimen organizado se le debe pegar donde más le duele: en las armas y el dinero. Y adelantó que los recursos decomisados se utilizarán para dar becas a los jóvenes de México. En este sentido se comprometió, si obtiene el triunfo como precandidato y posteriormente en las urnas, a diseñar las políticas públicas de acompañamiento necesarias para lograrlo.

En el estado de Veracruz, al referirse al tema que hoy abordamos expresó que tenemos que diseñar “un cambio de fondo, con una nueva estructura y estrategias diferentes basadas en diagnósticos de inteligencia que deriven en políticas públicas que reconozcan e identifiquen el papel que juegan las armas y los flujos de dinero”.

Considero, a título personal, una falta absoluta de responsabilidad y un insulto a la inteligencia ciudadana la actitud de uno de los candidatos a la Presidencia de la República que considera un juego electoral o una broma de mal gusto hacer juegos de palabras procaces respecto al Estado de Derecho y las instituciones encargadas de impartir justicia en nuestro país. Tenemos que ser muy claros: “La calle es para el ciudadano y la cárcel es para el delincuente”, como afirmó Meade Kuribreña, aunque le pese “a ya sabes quién”.

Nuestro sistema de justicia tiene por necesidad que lograr que todos los habitantes de la República Mexicana sientan que sus vidas pueden transcurrir en paz, con la certeza de que cualquier abuso contra su persona, su familia o su patrimonio, será castigado conforme a la ley.

javi.borunda@me.com