El medio ambiente en el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá

El Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (UMSCA por sus siglas en inglés), nombre transitorio con el que se dio a conocer en Estados Unidos el documento a que dieron origen los análisis y discusiones que se extendieron a lo largo de trece meses entre los equipos negociadores de estos tres países con objeto de modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) firmado el 8 de diciembre de 1992 y que entró en vigor el 1 de enero de 1994, incorpora nuevas disposiciones que buscan fortalecer la competitividad de la región geográfica de América del Norte con objeto de convertirla en una de las más poderosas, competitivas y prósperas del mundo.

El USMCA, o T-MEC, (Tratado México-Estados Unidos-Canadá) acrónimo en español propuesto por el presidente electo de nuestro país, Andrés Manuel López Obrador, después de realizar un sondeo vía twitter, fue recibido con entusiasmo por los inversionistas de los tres países que lo conforman, ya que dará continuidad a las operaciones comerciales, estabilidad a los mercados financieros y certeza a los inversionistas de la región.

Es posible que este acuerdo comercial sufra algunas modificaciones al ser ratificado por los Congresos de los tres países, en nuestro caso por el Senado de la República; sin embargo, representa un marco legal común del cual partir para continuar con la dinámica de crecimiento, creación de empleo y desarrollo que detonó el TLCAN en la zona.

Se trata, sin duda, de una poderosa plataforma comercial adaptada a las necesidades de la economía global que caracteriza al siglo XXI. En ella se incorporan herramientas que permitan a México, Estados Unidos y Canadá incentivar un desarrollo sustentable y sostenido, en el TLCAN no se contemplaban ya que son resultado de la revolución tecnológica de la que hemos sido testigos en las últimas dos décadas y que permiten el fomento de la competitividad en áreas como telecomunicaciones, comercio digital, energía, negocios, seguridad, empleo, medio ambiente y anticorrupción, entre otros temas.

En relación al tema del medio ambiente destacamos la incorporación en el cuerpo del tratado del Capítulo 24 que se refiere a este tema específico y que deja de ser un anexo o acuerdo paralelo como estaba contemplado en el TLCAN, lo cual lo hace sujeto al mismo mecanismo de solución de controversias y sanciones establecido para todas las otras materias comerciales incluidas en él.

En el USMCA se establece que los tres países firmantes promoverán políticas, prácticas y aplicación efectiva de leyes ambientales que fomenten un desarrollo sustentable que respete los recursos naturales de la región y de cada uno de los países en particular.

En el capítulo de Medio Ambiente se establece que las Partes reconocen que un medio ambiente sano es un elemento integral de desarrollo sostenible, por lo que sus objetivos son promover un comercio mutuamente solidario, así como políticas y prácticas ambientales con altos niveles de protección que obliguen a la aplicación efectiva de las leyes suscritas en este tema.

Se establece también la necesidad de alcanzar una mayor cooperación entre las Partes para proteger y conservar el medio ambiente ya que el uso y manejo sustentable de los recursos naturales de la región tiene como consecuencia beneficios que contribuyen al desarrollo sostenible, fortalecen la gobernanza ambiental y apoyan la implementación de los acuerdos ambientales internacionales de los que los tres países forman parte.

De igual modo, se reconoce en el Acuerdo que el medio ambiente juega un rol importante en el bienestar económico, social y cultural de las comunidades locales y los pueblos indígenas por lo que se debe participar de manera coordinada con estos grupos para lograr un mayor impulso a su desarrollo con pleno respeto a sus cosmovisiones.

En el texto, las Partes reconocen la importancia de la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica y los ecosistemas como elementos clave para el desarrollo; se establecen medidas para la preservación de la capa de ozono; la protección del medio ambiente marino por la contaminación que ocasionan las embarcaciones en los océanos; se reconoce la contaminación atmosférica como una grave amenaza para la salud pública; se asienta el compromiso de prevenir y reducir la basura marina incluyendo los residuos de plástico y microplástico que afectan a las especies marinas, así como una gestión pesquera racional que permita sostenibilidad. Contempla también que el tráfico transnacional de especies protegidas sea considerado como un delito grave; y determina un combate más enérgico y con acciones legales concretas frente a la tala ilegal de árboles para lograr un manejo forestal sostenible.

Destacamos también que en este Capítulo los tres países reconocen la necesidad de una estrecha cooperación como un mecanismo indispensable para fortalecer el cuidado y protección del medio ambiente y alcanzar así las metas de desarrollo implícitas en el USMCA.

Lograr este Acuerdo representó para los negociadores que nos representaron, tanto de la administración actual como de la que regirá el destino de nuestro país a partir del 1 de diciembre próximo, un manejo exhaustivo de conocimientos, diplomacia y disciplina. En estricta justicia, nuestro más amplio reconocimiento a todos ellos por el despliegue de metodologías que mostraron en la defensa de nuestros intereses y que los llevaron a alcanzar consensos en beneficio de México.

Conservar nuestros recursos naturales y ecosistemas nos permitirá seguir generando la riqueza necesaria para obtener mejores niveles de bienestar entre todos los habitantes de América del Norte y lograr que este nuevo acuerdo comercial nos convierta en la región geográfica con la economía más poderosa y justa del mundo. Esa es nuestra esperanza.

javi.borunda@me.com