Peligrosa confrontación

En lugar de apaciguarse la confrontación entre el priista Roberto Albores Gleason y el Verde Ecologista Eduardo Ramírez Aguilar, por la disputa de la candidatura de la coalición Todos por Chiapas ha escalado y hasta cierto punto pone en riesgo la estabilidad social y política en el estado, pues se corre el peligro de que sus seguidores se enfrasquen en pleitos estériles.

Se veía venir desde hace varios meses, pero tal vez pocos pensaron que la disputa política entre estos dos políticos comitecos llegara al grado en que se encuentra ahora, no sólo por las posiciones encontradas que generan tensión sino porque Ramírez Aguilar se ha quejado de actos de intimidación y presiones en su contra para tratar de doblegarlo.

Podría decirse que a estas alturas sus posturas son irreconciliables, por lo que está en el aire la viabilidad real de la coalición Todos por Chiapas que forman los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM), que llevan de “cola” a Nueva Alianza (Panal), Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido.

Más allá de si en los hechos la alianza funcionará (desde ahora puede anticiparse que no), lo grave es que estas dos posturas están dividiendo a los seguidores de ambos personajes, principalmente, pero también generan inquietud y preocupación en otros sectores.

Esto es delicado porque si la confrontación continúa se corre el riesgo de que sus bases caigan en provocaciones que incluso a sus espaldas pudieran ser montadas para golpearse mutuamente o simplemente para desestabilizar y tratar de sacar alguna ventaja. No falta, por ejemplo, quien sin mayores pruebas pretenda endosarle al ex secretario de gobierno, hechos violentos sucedidos recientemente.

Ambos recorrerán los diferentes municipios del estado para hacer campaña y lograr consolidar su movimiento. Ojalá que su discurso esté ausente la beligerancia y que en lugar de incitar al pleito llamen a la tranquilidad y la reconciliación.

Podría decirse que la pelea es entre el poder del centro del país que respalda a Albores Gleason y el local del Palacio de Gobierno que en teoría apoya a Ramírez Aguilar, quien enfrenta el riesgo de que lo dejen solo.

Como se ven las cosas, da la impresión de que hasta ahora Albores Gleason sigue firme en la candidatura y que la multitudinaria marcha -incluso algunos priistas reconocen que cuando menos juntó a 20 mil seguidores- que el domingo 28 de enero encabezó Ramírez Aguilar en Tuxtla Gutiérrez, fue uno de sus últimos intentos por tratar de mostrar fuerza para hacerse de la candidatura.

Algunos priistas aseguran que en la repartición de posiciones lo más que la alianza le ha ofrecido a Eduardo Ramírez es la candidatura a la diputación federal y no a la senaduría como podría pensarse. Si esta versión es cierta, el grupo que desde el centro del país respalda a Albores Gleason está dispuesto a dejarle casi migajas, tomando en cuenta el poder que el PVEM tiene en Chiapas, a menos que se trate de una venganza política, atribuida principalmente a Aurelio Nuño, coordinador de la campaña del precandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade.

El fondo de este asunto es que mientras no se defina la candidatura de la coalición Todos por Chiapas, la confrontación en su interior continuará entre estos dos políticos, y una vez que se decida podría incrementarse en caso de que no haya negociación y Ramírez Aguilar decida irse a otro(s) partido para competir como candidato a la gubernatura o a una senaduría si es que el PRI le cierra la puerta hasta para ese espacio.

Seguramente el Gobierno Federal, la Secretaría de Gobernación, particularmente, está siguiendo con mucha atención lo que pasa en Chiapas con el pleito entre estos dos actores políticos.

La pregunta obligada es: ¿Tiene futuro y condiciones reales de ganar la coalición como tal, así como está? Ya se verá.

Picotazos

Muchos son los interesados en competir por un puesto de elección popular bajo las siglas de Morena, sobre todo después de la exitosa gira de cinco días que el domingo pasado concluyó su precandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador. De San Cristóbal de Las Casas, por ejemplo, son varios los que registraron ayer su precandidatura. Para la alcaldía se registraron por lo menos, los regidores Carlos Herrera y Jerónima Toledo, Patricia Más, Guadalupe Ramírez, Erika Dorantes Corzo y Alejandro Zapata, mientras que para la diputación local, Manuel Arellano, Juan Salvador Camacho Velasco, José Luis Vilchis, Guillermo Santiago, Mario Gómez Corzo, Cristóbal Solís y Carlos Burguete, entre otros. Hasta el cierre de esta Rotonda Pública continuaban los registros… En Oxchuc está al rojo vivo nuevamente el conflicto que se agudizó hace dos años y se corre el riesgo de que si las autoridades no operan con mucha inteligencia se agrave conforme se acerquen las elecciones. El ataque con armas de fuego de alto calibre ocurrido el pasado 24 de enero fue brutal y cobró la vida de tres personas, además de que dejó 11 heridas según funcionarios estatales y 17 de acuerdo con las autoridades municipales de facto. Todavía no está claro si la presidenta municipal constitucional, María Gloria Sánchez Gómez, actuó por su propia cuenta para tratar de recuperar el Palacio Municipal o si fue alentada y apoyada por alguien del gobierno. Lo cierto es que después de este intento fallido, difícilmente podrá intentar algo semejante, pues ha quedado claro que Oxchuc -más organizado y con algunos recursos económicos- no es Chenalhó y si insiste en tratar de ingresar tendrá que ser bajo el riesgo de un derramamiento de sangre aún mayor. Si el 24 hubiera ingresado con todo y los tres muertos, ya no la sacarían tan fácilmente, pero ahora ya no hay condiciones por lo que tendrá que concluir su periodo de tres años despachando en San Cristóbal o en alguna de las comunidades de su municipio en las que tiene respaldo. Está claro de dónde provino el ataque, pues las víctimas están sólo de un lado. Con tres muertos sobre su espalda las cosas son diferentes ahora. FIN