SOS

Algunos políticos, gobernantes y dirigentes de San Cristóbal de Las Casas están poniendo en riesgo la precaria estabilidad social y política en la ciudad, debido a que han “autorizado” la circulación de combis para que presten el servicio de transporte sin la concesión correspondiente.

Como se acercan las elecciones, algunos políticos, sobre todo los que tienen algún cargo, en contubernio con dirigentes, están buscando la forma de ganar adeptos y votos para las elecciones del 1 de julio, sin saber siquiera si estarán en la boleta y sin que les importe si ponen en riesgo la seguridad de los conductores y hasta de los mismos pasajeros.

Como además el sexenio está en su fase final, las autoridades tienen menos capacidad de poner orden, no sólo en este tema sino en general.

Quién sabe si en otras ciudades, pero en San Cristóbal ha sido notorio el incremento del pirataje, sobre todo de combis que han creado nuevas rutas, que si bien son necesarias para dar un mejor servicio a la población, tienen que ser otorgadas las concesiones correspondientes para que haya orden y control, si no, las situación se vuelve un relajo, que luego no hay quien controle.

Un ejemplo de la gravedad del asunto y de lo que puede pasar, sucedió el lunes pasado, cuando en dos operativos las autoridades del autotransporte detuvieron tres unidades que prestaban el servicio de pasaje público sin la autorización correspondiente.

Hasta ahí todo estaba bien, pero resulta que los dueños de los vehículos o los protectores de las nuevas rutas se organizaron y agredieron y retuvieron al conductor de una combi concesionada, además de que lanzaron balazos al aire -balacera, dijeron algunos irresponsables interesados en crear pánico por intereses políticos- para atemorizar, en la colonia Explanada de El Carmen, en el sur de la ciudad.

El asunto no pasó a más por fortuna, pero es un aviso, un SOS de lo que se viene si las autoridades competentes no actúan y le exigen al alcalde Marco Antonio Cancino González y al diputado Hugo Pérez Moreno, entre otros funcionarios, y a algunos dirigentes controlados por ellos, que no alienten el pirataje porque la situación podría salirse de control y todos perderán.

Andrés Gómez, de la Organización de Transportistas Emiliano Zapata (OTEZ), declaró a esta Rotonda Pública que varias agrupaciones enviaron hace unos días a las autoridades estatales un documento para solicitar que pongan orden o de lo contrario ellos mismos se organizarán para detener a los piratas.

Estos grupos han dado al gobierno estatal un plazo de 15 días para que actúe, pero mientras han comenzado a organizarse los transportistas concesionados de la zona norte, poniente y oriente de la ciudad, donde se concentran los más importantes grupos del ramo.

Varios de los que desde algunas semanas están prestando el servicio de pasaje sin la autorización correspondiente son de la zona norte y por lo tanto conocidos de los concesionados, por lo que no les sería difícil encontrarlos.

El riesgo es que si los concesionados detienen a los piratas, éstos podrían actuar como lo hicieron el lunes pasado, y entonces sí, será un caos, con el peligro latente de que haya hechos de sangre, lo que a nadie conviene ni desea.

Los transportistas que cuentan con los permisos para trabajar han actuado hasta ahora con cierta prudencia, pero si las autoridades no ponen orden puede acabárseles la paciencia y entones quién sabe qué pueda pasar.

Es cierto, algunas de las nuevas rutas como la que va del fraccionamiento Bosques del Pedregal al sur de la ciudad por el periférico es necesaria y mucha gente agradece que se haya creado, pero tiene que ser de manera acordada y analizada para evitar problemas. Claro, una de las preguntas es por qué las autoridades no la han autorizado. ¿Están esperando que se acerquen las elecciones para entregar las concesiones con fines electorales?

Ante este panorama de riesgo las autoridades estatales deberán de estar muy atentas y tener cuidado para que el problema que tiene fines electorales no se salga de control y no se ponga en riesgo la seguridad de los conductores, de los pasajeros y de la población en general.

Picotazos

Los 14 de febrero ya no son como antes. El sentido original de San Valentín ha sido sustituido por el interés mercantilista acorde con los nuevos tiempos que devoran al mundo. Desde la madrugada recorrí calles, parques, florerías, mercados, moteles, restaurantes, etcétera, con el único propósito de comprobar que muchas tradiciones han dado paso a la frivolidad y la cursilería imperantes desde los más altos niveles sociales. Las acostumbradas serenatas, por ejemplo, no son más lo que fueron: Un gesto romántico y amoroso que nacía del corazón de un hombre para la mujer amada durante la madrugada del 14, sino una tradición en retirada. Las florerías no acapararon la atención de años anteriores, por lo que en una de las tantas que hay en la ciudad coleta, el dueño, invadido por el aburrimiento, se puso a cortar los pétalos de una rosa roja mientas cantaba: “Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere…”. Como tuve que salir para seguir el recorrido ya no supe si el último pétalo terminó en el “me quiere” o en el “no me quiere”. Algunos negocios de venta de regalos y los restaurantes fueron los más visitados porque parece que con la crisis a las personas se les alborota el hambre. Ah, también recorrí moteles, sin compañía, claro, porque están -dicen, dicen, repito- muy caros, y en uno de ellos el dependiente me dijo que hubo poca clientela y que desde un día antes escuchó decir al dueño: “Está tan dura la crisis que pienso que este 14 de febrero muchos hombres se la van a tener que pasar con sus esposas”. Fin.