Como nunca

Nunca en la historia de los procesos de registro de las candidaturas al gobierno de Chiapas hubo tanto desbarajuste como ahora, al grado de que a 37 días de que se realicen las elecciones del primero de julio ni siquiera se sabe plenamente cuántos ni quiénes serán los políticos que aparecerán en las boletas.

Lo que sí parece claro es que desde el poder (¿sólo estatal?) existe el interés de minimizar al máximo al otrora invencible Partido Revolucionario Institucional (PRI), y como consecuencia a su candidato Roberto Albores Gleason.

Al romperse la coalición Todos por Chiapas, el acuerdo de candidatura común o lo que haya sido, el comiteco ha sido descobijado y sólo le han dejado como aliado al Partido Nueva Alianza (Panal), que no es mucho lo que puede aportarle en votos.

La mayor fortaleza hubiera sido el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que gobierna en alrededor de medio centenar de municipios de la entidad y preside el poder ejecutivo estatal.

La recomposición en las posiciones de los cinco partidos políticos involucrados en este escenario, PRI, PVEM, Panal, Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido, favorece en teoría al candidato de la colación Juntos Haremos Historia, Rutilio Escandón Cadenas, pues se debilita Albores Gleason, probablemente el abanderado a vencer el primero de julio.

Sin embargo, todavía falta mucho camino para que las cosas queden en su lugar, ya que falta que el PVEM, Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido nombren a su candidato, toda vez que el alcalde con licencia de Tuxtla Gutiérrez, Fernando Castellanos Cal y Mayor, ya no podrá competir, aunque falta saber todavía si también acudirá a los tribunales para tratar de colarse como abanderado.

Pero, además, el dirigente estatal del PRI, Julián Nazar Morales, declaró ayer que ese partido impugnará el acuerdo del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), porque según él, los tres partidos citados no pueden competir aliados sino que cada uno debe de registrar a su candidato.

Si los tribunales electorales le dieran al PRI la razón, lo cual no es muy probable, sería un relajo mayor, pues se incrementaría el número de candidatos o alguno de los partidos se aliaría con otros.

En su sesión del miércoles en la madrugada, el IEPC aprobó la ruptura del acuerdo de candidatura común que mantenían el PRI, Panal, PVEM, Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido. También acordó que el PRI y el Panal compitan aliados.

Si el PRI decide impugnar el acuerdo, continuará la judicialización del proceso y los tiempos se alargarán más aún y quien sea candidato del PVEM, Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido, si se mantiene esta posibilidad, tendrá muy pocos días para hacer campaña.

En ese aspecto, llevan ventaja Albores Gleason, Rutilio Escandón y José Antonio Aguilar Bodegas, así como el presunto independiente Jesús Alejo Orantes, que desde hace casi un mes están recorriendo el estado buscando el voto ciudadano.

Igualmente tendrán desventaja quienes finalmente sean registrados candidatos al senado por el PRI-Panal y por el PVEM-Podemos Mover a Chiapas-Chiapas Unido.        

Algunas personas piensan que esto es parte de la estrategia, ya que con el retraso en la inscripción, los beneficiados son, principalmente, los abanderados de la coalición Juntos Haremos Historia, Eduardo Ramírez Aguilar y Sasil de León, quienes llevan casi un mes haciendo campaña formal en todo el estado.

Algunos atribuyen el rompimiento en la coalición PRI-PVEM, a la disputa de las candidaturas al senado, lo que parece poco como para deshacer una alianza con muchas posibilidades de ganar, pues si finalmente se confirma el acuerdo del IEPC, ambos grupos se debilitarán.

El más afectado, desde luego, es Albores Gleason, ya que por más estructura y dinero que tenga el PRI para operar el día de las elecciones para la compra de votos, la salida de tres partidos de la coalición lo debilitan mucho.

Algunos priístas le han sugerido a Roberto Albores el rompimiento total con el número uno e iniciar una campaña mostrándose como el único opositor al poder estatal para captar el mayor número de votos, que le den la posibilidad de ganar el primero de julio, ya que el desgaste político del gobierno es muy alto y puede capitalizarlo.

Habrá que esperar para saber si el junior Albores Gleason se atreve a mostrarse como opositor real al actual poder, con el riesgo de cometer el error del novato candidato presidencial panista Ricardo Anaya, que por ganar algunas simpatías comenzó a prometer que metería en la cárcel al presidente Enrique Peña Nieto. Así le fue. No volvió a decirlo.

En medio de todo este relajo en el proceso electoral chiapaneco, parece que a los dirigentes de los partidos políticos o quienes los manejan poco les importa todo este cochinero generado por la disputa de las candidaturas, pero la sociedad en general está harta de ver y escuchar tantas cosas que lo que único que hacen es demeritar más la política.

Habrá que ver cómo impacta todo esto en las elecciones, pues podría incrementarse el abstencionismo, de por sí elevado, salvo en las comunidades indígenas en las que los votantes o son acarreados o inclusive los presionan para sufragar.

Una pregunta que desde ayer se hacen algunas personas en medio de este mismo desbarajuste, es si el anuncio de Enoc Hernández Cruz -quien ha sido dirigente de Podemos Mover a Chiapas- de que votará por Andrés Manuel López Obrador para presidente, significa que ha sido marginado de la posibilidad de convertirse en abanderado al gobierno de Chiapas o si la línea del poder estatal es caminar en esa dirección. Fin.