La Unach, a escena

Migrantes

Poco a poco se acorta el tiempo para el relevo en la rectoría de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), y como siempre, cada vez que se acerca el proceso para la designación, se agitan las aguas y se genera cierta desestabilización.

Falta prácticamente mes y medio para que la junta de gobierno (integrada por Flor de María Culebro, Rafael Burgos, Rafael Brindis, Hugo Guillén y Gerardo Chávez) designe (es un decir porque la última palabra la tiene el gobernador) cuál de los dos en este caso, es la pregunta, al próximo rector.

Hasta ahora se sabe que el actual rector, Carlos Eugenio Ruiz Hernández, está buscando la reelección, aunque no lo ha dicho abiertamente, tal vez porque no tenía los elementos necesarios de la convocatoria.

Quien sí está haciendo campaña es el secretario general de la Unach, Hugo Armado Aguilar, quien desde hace varios períodos ha aspirado a ser designado rector de la máxima casa de estudios de Chiapas, y es de dominio público que para tratar de afianzar sus aspiraciones crea conflictos que luego “resuelve” para tratar de ganar puntos, lo que hasta ahora no le ha dado el resultado esperado, aunque le ha servido para mantenerse en el cargo durante tres períodos.

Aparentemente son ellos dos los interesados, o cuando menos los visibles, porque lo han externado abierta o sutilmente, aunque de Tapachula llegan informes de que el exlíder sindical Ariosto de los Santos llegó hace unos días para tratar de sumar adeptos porque supuestamente aspira también a la rectoría.

Lo ideal para la Unach sería un tercero, no Ariosto, en caso de que efectivamente estuviera buscando el puesto, que tenga capacidad de enderezar a la universidad que se encuentra en quiebra, y de eso son responsables los anteriores rectores y el actual, el secretario general y los demás mandos que tienen que ver con el manejo de los recursos.

Es decir, el problema no es de ahora ni sólo de una persona sino de los equipos que han estado al frente de la Unach en los últimos tres o cuatro períodos, aparte de que tiene mucho que ver la falta de ministración de dinero de las autoridades estatales, lo que ninguno de los funcionarios de la casa de estudios se ha atrevido a denunciar.

Por eso, lo más saludable es que apareciera un tercero, una figura pública con capacidad, honestidad, autoridad moral y reconocida para que trate de levantar a la Unach. ¿Pero, quién?, se preguntan algunos. Efectivamente, así de bote pronto no es posible ubicar algún nombre. La parte financiera es sin duda uno de los principales problemas, y aunque no puede servir de consuelo, es necesario decir que son varias las universidades que se encuentran en la misma situación en el país, por lo que el gobierno federal entrante tendrá que ver la forma de rescatarlas.

Parece que algo que podría complicar la designación es que se dará en pleno proceso del cambio de gobernador del estado y no está claro, cuando desde afuera no se percibe, si será el actual mandatario o el entrante quien decida finalmente quién será el próximo rector, que debe de tomar posesión el 4 de diciembre, cuatro días antes que el jefe del ejecutivo estatal.

Lo lógico es que sea Rutilio Escandón Cadenas quien incline la balanza para que la rectoría vaya a la par, por decirlo de algún modo, de la administración estatal.

La mejor opción, es necesario insistir, es un tercer aspirante que pueda unir a los dos grupos que ahora se disputan la rectoría y que desde el 4 de diciembre comience el proceso para rescatar a la Unach.

Sólo se necesita un candidato más, no como en el proceso anterior que participaron 27 interesados. Tampoco hay que exagerar.

Se había informado que ayer sería emitida la convocatoria correspondiente, pero hasta el cierre de esta Rotonda Pública no fue posible confirmar si ello ocurrió o no.

De todos modos, en caso de que no hubiera sido emitida, es inminente su publicación, a partir de lo cual comenzará abiertamente la campaña de los interesados.

Con ello iniciaría también probablemente, un período de cierta desestabilización de la universidad, que ojalá no se desborde, sino que el proceso sea lo más tranquilo que se pueda. Sería tal vez un mes de golpeteos internos, por lo que para el 20 de noviembre, más o menos, cuando venga el “puente”, a la mejor las aguas ya tomaron su nivel.

Migrantes

El tema de los migrantes y la anunciada llegada de una caravana de más de dos mil hondureños que pretenden ingresar al país sin documentos, se complica más cada día.

Es un tema muy delicado que está llamando la atención del mundo, pues son muchos los migrantes que buscan entrar a México y luego a Estados Unidos para tratar de encontrar trabajo. Su argumento es que en su país no hay fuentes de empleo y la violencia crece cada día.

Por lo pronto, funcionarios del gobierno federal, además de agentes policiacos y de migración, se encuentran ya en la frontera tratando de ver qué solución le darán al problema.

Las cosas pueden calentarse más de lo previsto. Ayer, por ejemplo, fue detenido Irineo Mújica, director de la organización Pueblos Sin Fronteras, con sede en Tapachula, dedicada a defender los derechos de los migrantes, según denunció el sacerdote Heyman Vázquez, responsable de la casa del migrante llamada Nadie, es extranjero y párroco de Huixtla.

El pecado de Irineo, quien tiene la nacionalidad mexicana y estadounidense, es defender a los migrantes, por lo que consideró “ilegal e injusta” su detención.

Ojalá esta detención no complique más el de por sí complicado escenario por la anunciada llegada masiva de los migrantes hondureños, tal vez los más pobres de Centro América. Fin.