No más negligencias

Algunos dirán que es injusta la destitución del director del hospital de Pijijiapan, Enrique Solís Coutiño, luego de que una mujer embarazada tuvo que dar a luz afuera del edificio por la falta de atención oportuna, pero es la única forma de poner un escarmiento y hacer que cada servidor público asuma la responsabilidad que le corresponde.

Es cierto, los directamente responsables son las dos enfermeras y los dos médicos que estaban de guardia cuando la mujer llegó a pedir que la atendieran, sin que se sepa bien a bien por qué se le negó, pero el director también tiene su parte de culpa, pues es el jefe.

El caso de esta mujer, que afortunadamente tuvo a su hijo y ambos está bien de salud, ha servido además para evidenciar la falta de sensibilidad de algunos trabajadores del sector salud a los que no les interesa dar un buen servicio a la población, pero bien que exigen el pago de bonos y prestaciones, además del salario normal.

A consecuencia de la falta de recursos y de pago de prestaciones, este sector, uno de los más afectados en el sexenio que acaba de pasar, está atravesando por una gran crisis en todos los sentidos, lo que llevó a los trabajadores a mantenerse en paro durante más de un mes, afectando a muchas personas que dejaron de recibir la atención médica que demandaban, salvo urgencias.

Por un lado, los empleados reclamaban el pago de más de 800 millones de pesos de prestaciones y por el otro, ellos dejaron sin los servicios de salud a miles y miles de chiapanecos.

Desde hace mucho tiempo se ha denunciado la falta de medicamentos e insumos en los centros hospitalarios porque los gobernantes, en contubernio con los líderes sindicales, se han robado el dinero, pero si hubiera sido el caso en Pijijiapan, para atender un parto no se necesitan muchas cosas, más que lo indispensable, empezando por una cama, como quedó demostrado con el parto de la mujer que parada dio a luz.

Lo que sucede es que algunos empleados se han deshumanizado y poco les importa la salud de los pacientes, como si no les pagaran un salario para que brinden una buena atención.

La responsabilidad recae también en los directivos que son los que tienen que poner el ejemplo. Es lógico que si ellos no llegan a trabajar durante el horario que deben de cubrir o no están pendientes de lo que hacen los trabajadores, las cosas no van a funcionar bien.

En este caso era necesario que rodaran cabezas para enviar el mensaje de que las cosas tienen que ser diferentes, sobre todo porque el gobierno actual lleva apenas unos días de haber iniciado.

Con la destitución del director del hospital de Pijijiapan, los directores de todos los hospitales del estado y los jefes de las 12 jurisdicciones sanitarias deben de poner sus barbas a remojar y ponerse a trabajar como lo exige la situación, si es que en verdad se quiere un cambio.

Son varios años ya los que la población no ha sido atendida como se debe, a causa de la falta de recursos en el sector salud, y no porque no los haya, sino que porque indebidamente han ido a parar a los bolsillos de altos funcionarios.

Claro que no se puede generalizar y en muchas ocasiones los directivos y los trabajadores ponen todo su empeño y hacen lo que pueden para dar una buena atención a los chiapanecos. Y esos directivos y esos empleados deben de ser reconocidos por su labor.

El caso de la mujer que parió afuera del hospital se volvió nota nacional, pues fue retomada por las televisoras y muchos medios que se editan en la capital del país. Además, son de esos casos que le indignan a la población en general, pues no se entiende que teniendo las instalaciones no se le haya atendido.

Por suerte, ahora existen las redes sociales, para bien o para mal, y ya no es posible esconder casos de negligencia como el citado, que en poco tiempo se hizo viral.

Sus familiares divulgaron en redes sociales un video en la que se aprecia cómo la mujer, de 25 años de edad, originaria del ejido Guanajuato, municipio de Pijijiapan, dio a luz durante la madrugada del miércoles pasado afuera del hospital.

En las imágenes se observa cómo la mujer hace esfuerzos de parto para dar a luz de pie, mientras es apoyada por otra persona, presuntamente su pareja que alcanza de decir, dirigiéndose a una enfermera: “La voy a reportar, señora, tengo rato allá afuera esperando como pendejo”. “Yo les dije”, se escucha decir a la mujer, mientras sigue haciendo esfuerzos por parir.

Enseguida se observa que dos enfermeras se acercan, reciben al recién nacido en el exterior del hospital, le colocan unas sábanas y proporcionan una silla de ruedas a la madre. Para fortuna de las enfermeras y de los médicos de turno, la madre y el bebé están bien de salud, porque si uno de los dos hubiera muerto, se hubieran metido en un grave problema.

Hay que destacar que el gobierno estatal reacción de inmediato y decidió cesar al director del hospital, con lo que se atajó en parte un daño mayor. Cuando menos en este caso, se notó un cambio en las nuevas autoridades.

Independientemente del cese del director, la investigación continúa para deslindar responsabilidades por este caso de negligencia. Muchas personas esperan que las dos enfermeras que estaban de guardia sean sancionadas, por ser las directamente responsables de la falta de atención a la mujer.

Picotazos

Vaya desde este espacio mi sentido pésame y un abrazo fraterno para la compañera periodista Mary Jose Díaz Flores por el fallecimiento de su padre. De igual forma las condolencias son extensivas para Carlos Herrera Hernández, por la muerte de su abuela, sucedido en Huixtla. Para ambos son momentos de mucho dolor y tristeza, por lo que hacemos votos porque pronto encuentren la resignación necesaria. Fin.