¿Turbulencias?

Este 2019 -¡Bienvenidos al nuevo año!- presagia turbulencias que muchas personas creían en vías de extinción por arte de magia con la llegada del nuevo gobierno, surgido de la izquierda, sea cual sea el apellido que se le ponga.

Varios temas nacionales están en el debate, entre ellos la arremetida del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador.

No podía ser de otro modo, pues cuando menos en el primer mes de su gobierno, el jefe del Ejecutivo ha dado señales de representar también los intereses de grupos de poder económico que se han beneficiado de las riquezas del país.

Por otra parte, el grupo rebelde está simplemente en su papel, pues ni modos que se adhiera al proyecto del tabasqueño, que en alguna medida -poca o mucha, no se sabe- afectará intereses de comunidades, ya que, por ejemplo, impulsa la minería como una forma de generar recursos económicos para beneficiar zonas rurales.

Sólo en este tema se afectarán tierras y territorios de pueblos originarios, si es que se permite que estos proyectos avancen como está previsto.

Mal haría un grupo como el EZLN que defiende estos bienes en apoyar el proyecto del presidente, pero, además, una guerrilla, convertida ahora en un movimiento político sin armas, debe de mantener el discurso de ataque en contra del gobierno en turno, si no, renunciaría a su razón de ser. Es bueno que haya contrapesos de algún tipo.

En los meses y años por venir habrá de verse qué tanto el gobierno actual beneficia a las comunidades indígenas como se dijo en campaña para sacarlas del atraso en que se encuentran, sin atropellar sus derechos.

Es de suponerse que el persistente desencuentro entre el EZLN y López Obrador se mantendrá al alza en los años por venir, conforme vayan aplicándose las políticas del gobierno federal. Ojalá que ello no afecte a los pueblos indígenas.

Pasado el primer mes de la actual administración federal, no se observan beneficios directos a la población en general en lo económico -en lo político hay cambios-, lo que ha provocado cierto desencanto y pérdida de esperanzas. Claro, es muy prematuro para esperar que todo haya cambiado de la noche a la mañana.

En el ambiente se siente cierta confusión, pues no existe claridad en muchos actos y proyectos oficiales. Es natural porque todo cambio genera incertidumbre y temor, además de que toda transición -esperamos que ésta lo sea- ocasiona turbulencias, resistencias y descomposición política, aunque algo que está muy claro es que López Obrador tiene el poder total, sabe a dónde va y está gobernando, aunque a algunos no les guste la forma como lo hace.

El combate al robo de combustibles que ocasiona la pérdida de miles y miles de millones de pesos al erario, explicable sólo por la corrupción entre funcionarios de Petróleos Mexicanos, de otras áreas del gobierno y del sindicato de la paraestatal, entre otros, es ya una realidad.

Estas acciones de combate a lo que se conoce como huachicoleo, son las que han ocasionado el desabasto de combustibles en varios estados del país, ya que se cerraron las válvulas de Pemex precisamente para detectar y evitar el robo, para lo cual el gobierno se está apoyando en cuatro mil efectivos del Ejército Mexicano.

Ojalá que pronto esta medida dé resultados y se evite que funcionarios y particulares se hagan ricos a costa de los combustibles que deben de ser para todos los mexicanos, que por cierto, están esperando que bajen sus precios.

Un tema que ha pasado casi inadvertido porque ha ocurrido en estas fiestas de fin y de inicio de año, es el relativo al giro en la política exterior de México, que ha retomado los antiguos principios de la no intervención.

El pasado fin de semana, México se negó a firmar una declaración en contra del gobierno de Venezuela, que preside Hugo Chávez, y solicitó a los países que integran el llamado Grupo de Lima, que no intervengan en los procesos internos de otras naciones.

Este es un giro respecto en política exterior mexicana de los últimos sexenios, pues los gobiernos panistas y priístas se pusieron al servicio de Estados Unidos. Habrá que esperar qué reacciones vienen de las tierras del tío Sam por esta nueva política.

Qué bueno que México ha retomado su política exterior de hace algunas décadas, lo que le hizo ganar mucho respeto en América Latina. Finalmente, desde Benito Juárez existe ese sabio lema: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Y aunque sucedió hace ya dos semanas, el tema del presunto accidente aéreo en el que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, seguirá en el debate. Parece un despropósito que alguien sugiera que desde la presidencia de la República se planeó eliminarlos. Más bien parecería obra de enemigos políticos del jefe del ejecutivo, en caso de que realmente no haya sido accidente.

Pero algo no encaja en esta historia, pues algunas personas que conocieron a Moreno Valle aseguran sabiendo de su astucia, que difícilmente viajaría en el mismo helicóptero que su esposa. De todos modos habrá que esperar los resultados de las investigaciones, que van para largo.

Lo que sí es un hecho es que por ética política Miguel Barbosa, el candidato de Morena perdedor de la elección para gobernador, no debería de volver a competir en un nuevo proceso electoral.

Picotazos. Con una oración y una convivencia, reos del penal número 5, con sede en San Cristóbal, celebraron el 14 aniversario de la fundación de la agrupación llamada La Voz de El Amate para defender sus derechos y exigir su liberación. Recordaron que el 5 de enero de hace 14 años varios presos del penal de El Amate, encabezados por el indígena tzotzil, Alberto Patishtán Gómez se organizaron y crearon La Voz de El Amate.