Humedales

La celebración del Día Internacional de los Humedales este sábado 2 de febrero, debe de llamar la atención para hacer conciencia acerca de la importancia de conservar estos espacios para proteger la vida misma.

Una de las ciudades más afectadas por la destrucción de los humedales es sin duda San Cristóbal de Las Casas, donde han sido construidas colonias o conjuntos habitaciones sin respetar los humedales que retienen el agua y de los cuales fluye el líquido para abastecer a la población.

La falta de terrenos para la construcción de viviendas en el valle y la ambición de algunos propietarios, ha ocasionado que muchas zonas de humedales hayan desaparecido y en su lugar ahora haya concreto, lo que ha generado que las inundaciones en la temporada de lluvias sean más constantes e intensas por la falta de espacios de contención.

Es cierto, existe mucha presión por la demanda de viviendas en la ciudad por el crecimiento desmedido del número de habitantes, pero debe de haber conciencia de que destruir los humedales es un riesgo para todos porque el agua escaseará cada vez más y sin exagerar, con los años se pondrá en peligro en cierta forma la subsistencia misma de las próximas generaciones.

Una de las pocas cosas positivas que se hicieron en el sexenio de Juan Sabines Guerrero (2006-2012) fue la aprobación de dos decretos para proteger los humedales que quedan en la ciudad coleta. Apenas justo a tiempo para frenar la acelerada destrucción de estos espacios.

De acuerdo con información dada a conocer por Manuel Lemus Kourchnko, director de ecología y medio ambiente del ayuntamiento de San Cristóbal, los dos decretos -uno en la Kist y otro en Lagos de María Eugenia- abarcan en conjunto alrededor de 230 hectáreas, las últimas que quedan en la ciudad.

Se estima que la superficie que abarcan estos dos decretos, representa apenas el 20 o 30 por ciento del total de los espacios de humedales con que contaba San Cristóbal, hace algunas décadas.

Lo malo es que ni siquiera las hectáreas protegidas por los decretos se han salvado, pues algunas áreas ya fueron invadidas o rellenadas y existen construcciones, algunas de madera, pero que posteriormente podrían ser de concreto si las autoridades lo permiten.

El crecimiento mayor de la ciudad se dio a partir de 1994, es decir hace 25 años, cuando hubo invasiones en varios lados y se construyeron casas sin ninguna planeación y de manera anárquica porque las autoridades no intervinieron.

Ya antes habían desaparecido zonas de humedales en varias partes de la ciudad, pero a partir de entonces el proceso fue más acelerado y la ciudad fue perdiendo esos espacios.

Uno de los problemas es que las autoridades municipales de diferentes trienios autorizaron ilegalmente el cambio de uso de suelo, lo que originó que se perdieran decenas o centenares de hectáreas de humedales.

Los permisos fueron autorizados en ocasiones porque entre las mismas autoridades había dueños de terrenos o algún familiar los tenía, y no les importó destruir esos espacios vitales para la captación de agua.

Ya se sabe que aunque alguien sea dueño de un terreno en el que hay humedales, no puede construir porque no se puede o no se debe autorizar el cambio de uso de suelo, ya que los humedales son considerados zona de protección y Sitios Ramsar.

Son pocas las personas y las organizaciones, entre ellas la Red Ciudadana por el Cuidado de la Vida y de la Madre Tierra en la Región del Valle de Jovel, que han mantenido una lucha constante para defender los humedales en San Cristóbal, lo que les ha costado inclusive agresiones.

Pareciera que a la mayoría de habitantes poco les importa la pérdida de estos espacios de vida que con el cambio climático indudablemente se ven afectados.

Ojalá que la celebración de este sábado del Día Internacional de los Humedales contribuya a hacer conciencia sobre la importancia de preservar estos espacios para el bien de todos, de la vida misma. Por lo pronto se anuncian algunas actividades para ese día.

Picotazos

Varios ciudadanos han comentado que para entrar a ver al fiscal de Distrito de la Zona Altos a su oficina es necesario pasar un montón de filtros y de barreras de policías que lo resguardan, sin que se sepa cuál es el motivo de tanta seguridad. Ello implica que en lugar de que se facilite el acceso a la justicia se dificulte porque no es fácil acceder al funcionario, justo en tiempos en los que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y otros funcionarios de alto nivel han desaparecido los fastidiosos cercos policiacos de antes… En Chamula existe mucha expectativa porque algunos exalcaldes y exdiputados pretenden desestabilizar al presidente municipal, Ponciano Gómez, del partido Morena, para tumbarlo. Este grupo se ha estado moviendo y sólo espera que corran algunos meses para aprovechar la coyuntura que quieren generar. Resulta que para marzo o abril, las autoridades municipales deben de entregar alrededor de 150 millones de pesos para las artesanas del municipio, compromiso cada vez más difíciles de cumplir que se fue estableciendo desde hace algunos trienios y que en su momento le costó la vida al alcalde Domingo López González, porque no disponía de los recursos para entregarlos, lo que fue aprovechado por su adversarios políticos y por algunos de sus mismos colaboradores que lo traicionaron para tenderle una trampa y asesinarlo en julio de 2016. Ojalá las autoridades pongan atención en este caso para evitar una nueva tragedia en ese emblemático municipio tzotzil de los Altos de Chiapas. Lo malo es que como en muchos otros conflictos, la solución pasa por el dinero y es lo que menos hay. Así que ya se puede anticipar que los problemas van a seguir con el alto riesgo de que corra sangre. Fin.