¡No marchen!

La Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), tiene programada para hoy una marcha estatal en Tuxtla Gutiérrez con el argumento de exigir la abrogación de la reforma educativa y el pago de salarios atrasados a maestros.

Ambas demandas son legítimas, pero muchos saben que el fondo de la marcha es para presionar a las autoridades estatales para que cambien a la secretaria de Educación, Rosa Aidé Domínguez Ochoa, porque con ella los dirigentes no han podido realizar los negocios -venta de plazas, por ejemplo- a los que están acostumbrados.

Han enfocado sus baterías en contra de la funcionaria no necesariamente para tirarla, sino para “ablandarla”, aunque si les diera la fuerza sería de plano para tratar de tumbarla y buscar negociar la imposición un secretario o secretaria afín para continuar con el negocio que para ellos representa la educación, si no, basta ver cómo algunos se han hecho de ranchos, de casas y otras propiedades a costa del sacrificio de las bases, que muchas veces acuden a las marchas por necesidad, por presiones para obtener un documento o simplemente porque sus dirigentes los tienen dominados.

La abrogación de la reforma seguirá siendo un buen pretexto para continuar en las calles y dejando sin clases a miles de niños y niñas. Su argumento es que se está aplicando la reforma educativa aprobada en el pasado sexenio. ¿Cómo las autoridades educativas no la van a aplicar si la iniciativa de reforma enviada por el actual gobierno no ha sido aprobada por el Congreso de la Unión todavía? Se entiende que la única ley vigente es la que se está aplicando mientras entra en vigor la nueva.

Otra cosa que argumentan los dirigentes es que existen acuerdos firmados de que en Chiapas no se aplicaría la reforma y que los dirigentes podrían gozar de privilegios. Es cierto, pero ellos saben que esos acuerdos tenían vigencia hasta el primero y el 8 de diciembre pasados, en que finalizarían las administraciones federal y estatal, respectivamente. Sentido común.

Es decir, las nuevas autoridades no tienen por qué respetar acuerdos cuya vigencia finalizó precisamente cuando entraron en funciones. Y los dirigentes lo saben perfectamente, pero para confundir siguen machacando con que se respeten.

El otro reclamo, legítimo, es el del pago a los maestros que les adeudan no meses sino años de salario. Esta es una demanda de miles de profesores desde hace mucho tiempo, y nadie puede estar en contra de que se movilicen para exigir su pago.

Lo nuevo es que el gobernador Rutilio Escandón Cadenas anunció ayer que se pagará a los docentes. De acuerdo con información oficial divulgada por el gobierno estatal, el compromiso es pagar en tres tantos que se concretarán entre el 15 de marzo y el 15 de abril próximos. Se cubrirán los 302 millones de pesos que se adeudan a maestros de Chiapas desde hace tres años.

Los recursos llegarán, se dijo gracias a las gestiones directas que hizo el mandatario con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Es una buena noticia para los maestros que llevan años sin cobrar. Claro, falta ver que se cumpla el compromiso en tiempo y forma, porque en tiempos pasados ya hubo promesas que quedaron en ese y muchos mentores ya no creen. De todos modos, habrá que esperar para saber si el actual gobierno cumple su palabra.

Ya se sabe que de cualquier manera la Sección 7 realizará su marcha este viernes y buscará llevar el mayor número de profesores para mostrar la fuerza necesaria para tratar de negociar beneficios, privilegios, muchas veces sólo para los dirigentes, con el gobierno estatal y federal. Los dirigentes saben que si la manifestación no reúne a muchas decenas de miles no tendrá los efectos que esperan para conservar los privilegios de los que gozan, que es el fondo del berrinche convertido en marcha.

Habrá que esperar la reacción del gobierno estatal, pero lo lógico es que no ceda al chantaje de los líderes magisteriales que lo único que buscan son beneficios personales. Cambiar a la secretaria de Educación sería doblar las manos muy pronto en el sexenio. Finalmente, ya se sabe que lo que buscan es posicionarse ante las nuevas autoridades y presionar para ver qué negocian.

Muchas personas saben que cuando las marchas del magisterio salen de La Pochota es porque han medido que tienen capacidad de movilizar a decenas de miles porque la distancia es mayor, pero cuando parten del oriente -de Diana la Cazadora o del parque Chiapasiónate- son por lo general de mayor participación. La de hoy viernes saldrá de ese punto.

Mientras tanto, miles de niños y niñas se quedarán una vez más sin clases en muchas escuelas, sin que a los dirigentes magisteriales les importe el rezago educativo en la entidad, ya que las clases perdidas nunca son repuestas. Por eso y otras cosas no salimos del sótano.

Por lo mismo, cada vez crece el número de padres de familia inconformes con las movilizaciones de los maestros que varios semanas o meses del sexenio pasado se la pasaron en plantones, tomas de carreteras y protestas sin acudir a dar clases. Parecía que todo eso se acabaría con la llegada del nuevo gobierno, pero ya vemos que no. Por eso crece el grito desesperado de los padres de familia: ¡No marchen!

Picotazos

Como en otras partes de la entidad, en San Cristóbal de Las Casas se han incrementado últimamente los robos y asaltos, sin que la policía municipal sea capaz de contenerlos. Ya sabemos que son épocas y que a veces sube y a veces baja la incidencia delictiva. Siempre ha sido así. Por si las dudas hay que tomar las precauciones necesarias para evitar ser sorprendido como esas personas que dejaron más de 700 mil pesos adentro de un vehículo y se metieron alegremente a comer en un restaurante ubicado en el sur de la ciudad coleta. Parece increíble que alguien deja tanto dinero en un carro como si nada, a menos que lo que esté esperando sea precisamente que se lo lleven. Fin.