Regresar al pasado

Después de cuatro décadas, expertos de México y de otros países están reunidos en San Cristóbal de Las Casas para discutir, analizar y al final proponer o sugerir el camino que se debe de tomar para fortalecer la agroecología, con la finalidad de garantizar la soberanía alimentaria y evitar en lo posible la destrucción del planeta.

Han llegado de todas partes del país, investigadores, científicos, académicos, representantes de organizaciones, estudiantes, y, los más importantes, campesinos, hombres y mujeres, que guardan el conocimiento ancestral de la producción sin dañar el ambiente, o cuando menos ocasionado la menor afectación posible.

Justo ahora que está en proceso el cambio de régimen en México es oportuno que los expertos, desde el conocimiento empírico hasta el de los investigadores que han pasado años indagando y trabajando sobre el tema, hagan propuestas para que el gobierno federal establezca políticas públicas que contribuyan no sólo a mejorar y a incrementar la producción de alimentos sino a respetar la naturaleza.

En su campaña, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a recuperar la producción en el campo, que durante los sexenios del neoliberalismo destructivo fue abandonado y se dejó de producir alimentos que ahora son importados, entre ellos el maíz, algo increíble e inimaginable hace medio siglo, cuando el país producía grandes volúmenes del grano.

Es probable que con la asesoría de expertos, el presidente tenga en mente una idea clara de cómo hacer crecer la producción respetando el ambiente, pero es importante que grupos de especialistas y conocedores del tema en la práctica y en el papel, hagan planteamientos concretos y claros para que el asunto se vuelva una política pública, funcional en todos los sentidos.

El congreso, que reúne a más de 600 personas de unos 20 países, se realiza en un momento muy oportuno porque la crisis es cada vez mayor por el daño ambiental que ocasiona la utilización de agroquímicos, la siembra de semillas genéticamente modificadas, el uso de maquinaria pesada, etcétera.

El cambio climático está generando grandes trastornos que han provocado que muchas cosas cambien, como los ciclos de lluvia o de seca que cada vez más varían de fechas y la consecuente escasez de agua.

Es necesario regresar al pasado para producir alimentos sanos como lo hacían antes los campesinos, y no los de ahora que a la larga enferman a muchas personas. Se requiere dar un giro en la forma de producción y ojalá que con ese potencial que tiene, sea en México donde nazca alguna idea que se traduzca en política pública que sirva de ejemplo para otros países.

En aras de concentrar la mayor cantidad de dinero, las grandes empresas trasnacionales han tratado de borrar el sistema de producción ancestral, milenaria, con el argumento del incremento del volumen, pero resulta que después de varias décadas, sigue siendo el sector campesino, familiar, el que produce entre 60 y 70 por ciento de lo que se consume. Es decir, parece que es un mito que esas grandes compañías resolverían el problema.

Y qué mejor que sea desde Chiapas, estado eminentemente agrícola que conserva los conocimientos de la gran civilización maya, desde donde surja una propuesta viable que sea tomada en cuenta por el actual gobierno federal.

Es urgente voltear al campo y hacerlo producir de una forma armoniosa con la naturaleza; evitar que los campesinos, hombres y mujeres, que cuentan con el conocimiento tradicional sigan abandonando sus parcelas para emigrar a las ciudades en busca de mejores oportunidades, aunque muchas veces terminan empleándose como peones de albañil porque no hay empleos mejores. Pero para ello es necesario que las autoridades destinen recursos y se ofrezcan apoyos reales; que las familias campesinas no sólo se dediquen a la producción para el autoconsumo.

Es alentador que conscientes de la crisis que se vive y del riesgo en que se encuentra la humanidad y el planeta mismo, muchas personas se interesen cada vez más por mejorar la producción en calidad y cantidad de manera sustentable. Algunas inclusive tienen sus pequeños huertos en macetas en la azotea de su casa con tal de consumir alimentos sanos.

Pareciera que estamos apenas a tiempo para que el gobierno -los gobiernos- tomen medidas drásticas para evitar un mayor daño al ambiente, además de garantizar la soberanía alimentaria.

Aparte de las políticas de gobierno se necesita que la población se involucre y que, por ejemplo, se incremente la resistencia para impedir la construcción de megaproyectos que más que beneficios acarrean destrucción a la naturaleza.

Esperaremos la declaración del congreso, organizado por el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y la Universidad Intercultural de Chiapas (Unich), para saber cuáles serán las propuestas que se harán para el gobierno las retome y qué tan viables son. Y habrá que esperar también la respuesta del gobierno.

Picotazos (futboleros)

Como (casi) siempre, el Cruz Azul resultó un flan para el América. Algunos aficionados del equipo Azul, ya de plano están avergonzados porque en las fases finales es casi imposible que le ganen y dejen fuera al representativo de Televisa. Cada vez están más convencidos de que mientras el equipo de Coapa, de Emilio Azcárraga, permanezca en primera división y clasifique a la etapa final, difícilmente será campeón. Ahora, a esperar a que el León no se vuelva un Cruz Azul en el próximo partido sino que mantenga el ritmo de toda la temporada y avance porque merece ser campeón. Ignacio Ambriz, su entrenador, que ya dirigió al América, fue asistente del técnico Javier Aguirre en los clubes españoles Osasuna y Atlético de Madrid, y tiene amplia capacidad y un cuadro equilibrado. Por el bien del aficionado, ojalá haya dos buenos partidos entre Águilas y Leones. Fin.