De la medalla Belisario Domínguez

Aunque se diga lo contrario, pareciera que el Senado de la República, o algunos de sus integrantes cuando menos, se empeñan cada día en restarle importancia a la figura de Belisario Domínguez, el prócer chiapaneco nacido en Comitán de Domínguez, ya que la medalla que con su nombre debería de entregarse el 7 de octubre de cada año, ha perdido esa formalidad.

Desde hace varios años, los legisladores la han entregado en fechas diferentes a la establecida inicialmente, con lo que se ha perdido seriedad y se ha ido, por decirlo así, desmontando el significado del 7 de octubre, cuando se conmemora el aniversario correspondiente del artero asesinato del entonces senador, ocurrido en 1913, por órdenes del usurpador Victoriano Huerta.

En esta ocasión, por ejemplo, estamos a 25 de octubre y es la hora en que el Senado de la República ni siquiera ha decidido a quién entregará la presea, que a propuesta del presidente Adolfo Ruiz Cortines en 1953 se otorga a hombres y mujeres destacados.

No sólo por la fecha sino porque, principalmente, en ocasiones la medalla ha sido otorgada a personas que a juicio de muchos mexicanos no reúnen las condiciones, la distinción ha dejado de tener la importancia que en otras épocas tuvo. Se sabe inclusive que descendientes del prócer de la libertad de expresión -“Libres por la palabra libre”— se han deslindado y hecho totalmente a un lado.

De acuerdo con información del propio Senado, se sabe que para este año han sido propuestos el extinto gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Suárez; el pintor, Manuel Felguérez Barra; el presidente del consejo de administración del periódico El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz; la fallecida pintora y escritora, Leonora Carrington; el paramédico Jesús Ariel Pérez Baca; la senadora campechana, Layda Sansores; el periodista mexiquense, Félix Fuentes Medina; el médico Julián Gascón Mercado; el arquitecto y pintor, Teodoro González de León; la doctora Ana María Beatriz Cetto Kramis y la maestra Sandra Maldonado Baur.

También está entre los candidatos para recibir la presea este año, Gonzalo Rivas, quien murió como consecuencia de la explosión de una gasolinera el 12 de diciembre de 2011 durante una movilización de normalistas de Ayotzinapa, en Chilpancingo, Guerrero, lo que significaría otorgarla post mortem, lo que ya ha ocurrido antes y como sucedería se fuera conferida a algunos de los propuestos ya fallecidos.

Su candidatura, una de las más publicitadas, está siendo promovida por el presidente del Senado, Pablo Escudero, del Partido Ecologista de México, pero no ha logrado el consenso de los legisladores de la Cámara Alta.

En medios periodísticos también se han mencionado las candidaturas del escritor Fernando del Paso, el cantautor Armando Manzanero y del cineasta Alejandro González Iñárritu.

La medalla, con la que se honra la memoria de Belisario Domínguez, ha sido entregada a mexicanos destacados, como al pintor Rufino Tamayo, el escritor Carlos Fuentes, el poeta Jaime Sabines, el recientemente fallecido cuentista chiapaneco, Eraclio Zepeda Ramos, el periodista Miguel Ángel Granados Chapa, el historiador Miguel León Portilla, los políticos Manuel Gómez Morín, Luis H. Alvarez y Cuauhtémoc Cárdenas, entre otros.

Podría decirse que en la mayoría de casos, la decisión del Senado ha contado con el reconocimiento de la opinión pública porque no se discute el mérito de los recipiendarios, pero en otros casos han recibido cuestionamientos como sucedió el año pasado con el empresario Alberto Bailléres.

Habrá que esperar quién sabe hasta cuándo para que este año se sepa quién será el designado por el Senado, ya que la convocatoria se extendió hasta finales de este mes, lo que significa que será entregada probablemente en noviembre, es decir, mucho después de la fecha en que debería de realizarse la ceremonia: el 7 de octubre.

Ojalá que los senadores pudieran ponerse de acuerdo y se le entregara post mortem a otro chiapaneco distinguido: el doctor Velasco Suárez, cuyos méritos son indiscutibles en el campo de la medicina, pues fue un reconocido neurólogo no sólo en México sino fuera del país.

Picotazos

Finalmente sucedió lo que el mundo sabía que iba a ocurrir cuando se supo que el ahora ex gobernador priista de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, solicitaría licencia al cargo: que se trataba de una jugada para huir con el consentimiento de las autoridades correspondientes. Si es que de verdad existe interés -y si así conviene a sus intereses cuando se acerquen las siguientes elecciones- en capturarlo, el gobierno podría encontrarlo sin mucho problema, porque seguramente tiene alguna idea de dónde se esconde. Esperaremos… Por fin, los integrantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata-Región Carranza suspendieron las protestas que mantenían en Tuxtla Gutiérrez y en Venustiano Carranza, luego de que las autoridades estatales se comprometieron a comprarles 581 hectáreas, más 133 para otro grupo de Chicomuselo, esta última este mismo año. Además se estableció el compromiso de que no serán desalojados quienes tienen en posesión mil 320 hectáreas… Continúan los robos en el centro de San Cristóbal por la falta de seguridad. Ayer a las 12 horas, por ejemplo, sujetos no identificados rompieron un cristal de una camioneta que estaba estacionada sobre la calle Diego de Mazariegos, a la altura de El Calvario, situado en el barrio de La Merced –a cuatro cuadras del parque Central- y se robaron una bolsa propiedad de María Elena Sánchez Aguilar, que contenía documentos personales, por lo que la afectada ha solicitado que si alguien los encuentra se los devuelva. Y es que el alcalde Marco Antonio Cancino González está más ocupado en otras cosas, como impedir que el regidor por Morena, Carlos Herrera, rindiera su informe adentro o frente al palacio municipal. Resulta que para impedirlo, el pasado viernes mandó a colocar puestos de venta frente al edificio. La burda maniobra provocó que el regidor hiciera el acto el sábado a las 20 horas a un costado de la Catedral. FIN