¿Se frenará el segundo gasolinazo?

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade, informó ayer que se analiza la posibilidad de suavizar y minimizar el impacto del incremento a los precios de los combustibles, anuncio que se hará el próximo viernes.

El funcionario no aclaró si suavizar significa que no se autorizará un nuevo aumento en los precios o si inclusive se reducirían los actuales que entraron en vigor el pasado primero de enero. Para que el anuncio tenga impacto entre la sociedad es necesario que bajen, aunque sean sólo algunos centavos.

Lo que sí es cierto es que el Gobierno Federal está evaluando el costo político y la pérdida (más) de popularidad que ha representado para el presidente de la República Peña Nieto el aumento de los precios a las gasolinas.

Prácticamente todo el mes de enero ha sido de marchas y protestas en contra del Gobierno Federal por el llamado gasolinazo y en general en contra de las reformas estructurales, por lo que un nuevo aumento podría generar mayor desestabilidad social en el país.

Las protestas no han sido sólo de organizaciones, grupos y ciudadanos de clase media baja y baja, sino de empresarios y miembros de la iniciativa privada que han hecho un llamado a la SHCP para que se posponga el segundo incremento a los combustibles, programado para el 4 de febrero próximo.

El Gobierno Federal analiza seguramente que en el país existe mucha irritación en contra del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero muchos se niegan a expresar su apoyo a Peña Nieto por la inconformidad en su contra, a causa, entre otras cosas, del gasolinazo.

No aumentar o inclusive bajar unos centavos a los precios de las gasolinas, podría generar un efecto de cierto respaldo al mandatario mexicano en estos momentos en que el gobierno de Estados Unidos lo tiene contra la pared por su empecinamiento de construir un muro en la frontera norte para evitar el paso de los migrantes, con recursos de los propios mexicanos, algo inconcebible.

Pero por otro lado, el gobierno mexicano no puede ser sordo ante la inconformidad social que prevalece en el país desde los primeros días de enero, por más que se piense que las marchas y protestas están bajo control.

Apenas ayer hubo en Tuxtla Gutiérrez una marcha que congregó a miles de personas, entre maestros, estudiantes, padres de familia e integrantes de organizaciones campesinas que rechazaron el gasolinazo y de paso exigieron la derogación de las reformas estructurales.

Lo más seguro es que aunque la SHCP no aumente el precio de los combustibles el 4 de febrero, las manifestaciones de protesta continuarán porque hay mucha irritación social por toda la política económica del Gobierno Federal.

Es por ello que mantener los precios como están o reducirlos si fuera posible provocaría un golpe de efecto ante la opinión pública en favor del presidente, que en la actual coyuntura necesita el respaldo popular para negociar lo que tenga que negociar en condiciones de menos debilidad con mister muro Trump.

Casi podría adelantarse que no habrá un nuevo gasolinazo en febrero, pues “adelantándose” a lo que ya sabe para tratar de ganar algunos adeptos, el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa Reza, llamó al Gobierno Federal a no subir los precios. Si supiera que la decisión es aumentar los costos no haría tal llamado. Así de sencillo.

De todos modos, según anunció Meade, el viernes próximo se sabrá qué decisión tomará el Gobierno Federal en torno al gasolinazo, si únicamente se abstendrá de hacer un nuevo aumento o si da la sorpresa de bajarlos.

Picotazos

El senador chiapaneco Zoé Robledo, que nació priista, anunció ayer su decisión de abandonar las filas del Partido de la Revolución Democrática para sumarse a Morena, que encabeza el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. Lo más seguro es que en los meses por venir habrá más deserciones en el partido del sol azteca para sumarse al proyecto del ex candidato presidencial. Con su renuncia, el legislador, hijo de Eduardo Robledo Rincón, quien apenas tardó poco más de dos meses (8 de diciembre de 1994-14 de febrero de 1995) en la gubernatura de Chiapas, se suma a varios políticos que han sido mencionados como posibles candidatos al gobierno de esta entidad en las elecciones de 2018. Y si no le alcanza para ser abanderado a la gubernatura bien podría negociar competir por la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez. Seguramente poco a poco se habrán de ir develando más sorpresas rumbo a las elecciones del próximo año… La población sancristobalense y de otras partes del país que visita la ciudad coleta está disfrutando el remodelado palacio municipal, destinado, hasta ahora al Museo de San Cristóbal (Musac). La remodelación de la obra, que generó mucha inconformidad porque fueron sacados los poderes municipales, no ha sido inaugurada y lo más prudente sea tal vez evitar que haya algún acto protocolario de este tipo, pues sería una provocación que removería el rechazo, ya que un grupo importante de habitantes no ha cejado en su lucha porque se restituyan los poderes municipales en ese hermoso edificio, que ahora luce más bonito. Sí, es cierto, sin la primera autoridad municipal en ese lugar, se siente un profundo vacío del poder local, por lo que algún arreglo habrá que encontrarle en el futuro próximo a tal situación. Por lo pronto, pareciera que al ser abierto al público el inmueble ha sido “recuperado”, por decirlo de algún modo, por propios y extraños que todos los días lo vistan y hasta se toman fotografías para presumir… Hablando de cuestiones municipales, el alcalde coleto Marco Antonio Cancino González ha pedido a los regidores de su confianza en el ayuntamiento que apoyen a su esposa, Claudia Orantes para perfilarla como su sucesora, mientras que él, según se sabe, buscará la candidatura a la senaduría, algo no muy posible. ¿Habrá en la historia alguien que haya saltado de la presidencia municipal de San Cristóbal a la senaduría de la República? FIN