¿Nueva Constitución?

La Constitución Política de México cumplió el domingo 5 de febrero cien años de su promulgación en medio de un debate acerca de si sigue siendo viable y de la exigencia de un buen sector de que se convoque a una nueva constituyente para hacer una nueva que responda a las necesidades de los mexicanos.

Hasta hace no muchos años, el 5 de febrero era un día de fiesta casi generalizado en el país porque había que celebrar un aniversario más de la promulgación de la Carta Magna, redactada en el contexto de la Revolución de 1910, que dejó un millón de muertos.

Sin embargo, al cumplirse el centenario de su promulgación, no sólo existen muchas voces que claman por una nueva Carta magna sino que el pasado 5 de febrero hubo actos de protesta por las innumerables reformas que se le han hecho en perjuicio de los mexicanos, sobre todo de las clases más desprotegidas.

Durante más de 60 años el texto original, uno de los más avanzados de la época, fue la base legal de un cierto bienestar y estabilidad social y política para los mexicanos, bajo el sustento de la justicia social, pero con las innumerables reformas de tendencia neoliberal, a partir de la década de los 80, podría decirse que la Carta Magna fue perdiendo su esencia original.

De acuerdo con un análisis de expertos, en estos cien años la Constitución de 1917 ha sufrido 229 reformas; 114 modificaciones de sus 136 artículos, al grado de que algunos estudiosos aseguran que del texto original –que tenía 21 mil palabras de extensión– apenas queda intacto entre 5 y 10 por ciento; su volumen actual tiene más de tres veces el tamaño del original.

Algunas de las principales reformas han ocurrido en los últimos años, destacando la energética y la educativa, entre otras, son consideradas por muchos como un retroceso, pues contra del espíritu del texto aprobado en 1917.

El periodo en que más reformas se han hecho a la Constitución inició en 1982 cuando comenzó la aplicación del modelo neoliberal y desde entonces no se ha detenido.

Uno de los preceptos que se ha mantenido intacto en estos cien años es el relativo a la no reelección presidencial y la eliminación de la figura del vicepresidente.

Desde hace ya por lo menos dos décadas comenzó a hablarse con mayor insistencia acerca de la necesidad de convocar a un nuevo constituyente que redacte una nueva Carta Magna, pero los esfuerzos que se han hecho hasta la fecha por diversos grupos se han quedado sólo exigencias.

A cien años de la promulgación del texto constitucional cabe preguntarse si actualmente existen condiciones sociales y políticas para redactar uno nuevo. Es seguro que los partidos políticos que podrían jugar un papel importante no van a empujar en esa dirección, sino que tiene que ser la sociedad civil la que se movilice para presionar.

Por ahora el esfuerzo mayor en esa dirección lo encabeza la Constituyente Ciudadana, dirigida entre otros por el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López.

La pregunta que muchos se hacen es si realmente es necesaria una nueva Constitución, porque finalmente uno de los problemas de la actual es que no se respeta y en ese sentido para qué se quiere una nueva si no se respetará.

Hay que recordar que uno de los principales problemas del país es que el sistema político ya se agotó, por lo que se requiere crear uno nuevo, y quizá en ese contexto el nuevo texto.

Picotazos

Todos los que tenían alguna información de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no autorizaría un nuevo gasolinazo el pasado 3 de febrero, empezando por los dirigentes de los partidos políticos, gobernadores y senadores, entre otros, comenzaron a pedir que no hubiera un nuevo incremento de los precios de los combustibles tratando de engañar a la opinión pública con el cuento de que ellos lo habían pedido, pero si la decisión del Gobierno Federal hubiera sido en sentido contrario lo más seguro es que muchos de ellos se habrían quedado callados. Ojalá asuman esa misma actitud cuando en breve Hacienda dé a conocer los nuevos aumentos… Los actuales presidentes municipales deben de tener mucho cuidado para que no les ocurra lo que al exalcalde de Zinacantán, José Sánchez de la Cruz, que hasta vendió (se dice que en dos millones de pesos) una casota que tenía en la cabecera porque esta es la hora que no ha podido comprobar más de 70 millones de pesos. Tal situación ha provocado que no salga de su comunidad de Navenchauc. Hay que recordar que cuando concluyó su gestión vació la alcaldía, llevándose sillas, mesas, computadoras, radios móviles, etcétera. Antonio de la Conde Vázquez, uno de sus antecesores prácticamente quedó sin nada, o cuando menos eso se comenta en Zinacantán, a pesar de que haberse quedado con buena parte del presupuesto municipal. Se dice que tuvo que vender todo y ahora vive en Ocosingo… Desde el penal de Ocosingo, el reo Martín Díaz Hernández denunció que existe falta de medicamentos para la atención de los presos. “Yo tenía una infección y me dieron ampicilina caducada”, declaró mediante una llamada telefónica para exigir a las autoridades del penal que se les atienda como debe de ser… La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) condenó el secuestro y asesinato del indígena rarámuri, Juan Ontiveros Ramos, comisario de Policía de Choréachi, municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, ocurrido entre el 31 de enero y el primero de febrero. “Este hecho violento se suma al perpetrado el 15 de enero pasado”, cuando fue asesinado el líder indígena y activista ambientalista, Isidro Baldenegro López, de la comunidad de Coloradas de la Virgen, ganador del premio Goldman 2015, “mientras el Relator Especial sobre la situación de Defensores de Derechos Humanos hacía una visita a nuestro país”, afirmó. FIN