De revanchas

Sí, los aficionados de las Chivas de Guadalajara están (estamos) como subidos en una nube, casi arañando el cielo como dijera alguien al lanzar un día a la media noche a una princesa sin nombre una rosa en su jardín, luego del triunfo del domingo pasado que le dio su décima segunda corona, con lo que ha empatado al América, su acérrimo rival en la cancha.

Podría hablarse hoy en esta columna de las elecciones del estado de México del próximo domingo y de cómo la percepción de mucha gente es que Alfredo del Mazo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y Delfina Gómez, de Morena, mantienen un empate técnico que en teoría favorece al primero por todo el contexto, pero no se puede dejar pasar la oportunidad de comentar el ansiado campeonato del rebaño sagrado porque quién sabe cuándo repetirá la hazaña.

“Escribe sobre Chivas”, dice Germán. “Que ironías: Tenía que venir un técnico extranjero para hacer campeón a Chivas que juega sólo con mexicanos”, dice Sophia, su hermana mayor. Sí, fue una combinación que por fin le dio resultados a su dueño, el polémico Jorge Vergara. No es poco mérito que después de tantos años se mantenga y el domingo ganara jugando con puros nacionales cuando el resto de equipos mexicanos lo hace con mayoría extranjera y con chequeras sin límites.

Ya mucho se ha escrito durante estos días de añorado triunfo, pero es necesario remarcar el sentimiento de nacionalismo que de algún modo invade a muchos mexicanos en momentos en que el amor por la patria se ha ido diluyendo por las políticas entreguistas diseñadas desde el poder federal. Tal vez este sea uno de los principales méritos del rebaño sagrado: Reforzar la certeza de que en México hay suficiente calidad humana para triunfar y que vale la pena apostar por lo nacional.

Al hablar sobre el actual campeón, por partida doble pues recientemente ganó también la llamada Copa Mx, recordé que en junio de 2015 aposté por este equipo pero no pasó de la semifinal, pues Santos lo eliminó y tuve que pagar la sui géneris apuesta que no implicaba dinero.

Como si fuera candidato presidencial que juega por tercera ocasión animado por la revancha, aposté nuevamente en esta ocasión un poco desanimado previendo la derrota por el buen nivel que en el partido de ida había mostrado en Tigres el francés André-Pierre Gignac que en diez minutos empató el partido con dos soberbios goles.

De todos modos arriesgué. Y esta vez gané. De esta forma, el aficionado tigre de hueso colorado con el que aposté quedó condenado a sentirse por un día, habitante de un pueblo indígena asediado por empresas trasnacionales extractoras de minerales que sólo dejan contaminación y miseria llevándose la riqueza de sus territorios; a sentirse familiar de un periodista asesinado o padre o madre de un mexicano desaparecido como miles en este país.

Por un día, el aficionado perdedor tuvo que sentirse un paciente que desesperado aguarda infructuosamente que lo curen en un hospital público, donde desde hace varios años no hay medicamentos, insumos ni materiales de curación; enfermera en huelga de hambre, migrante centroamericano en territorio mexicano asediado por agentes de migración que lucen grandes cadenas de oro y pulseras en el pecho y en las muñecas a costa de quienes buscan el llamado sueño americano.

Pero más allá de la inusual apuesta que espero no repetir, podría decirse que el domingo el estado de Jalisco cobró mucha notoriedad por la noticia del triunfo de Chivas de Guadalajara que ha dado la vuelta al mundo.

Pero no sólo eso. Ese mismo día, coincidentemente, el Consejo Indígena de Gobierno de México y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional designaron a María de Jesús Patricio Martínez como su vocera y candidata independiente en las elecciones presidenciales de 2018.

De origen nahua, Marichuy, como es conocida, esta indígena nació en Tuxpan, Jalisco. De esta manera, mientras en Guadalajara y en otras partes del país miles vitoreaban a las Chivas, en San Cristóbal resonaba el “¡Viva Marychuy!”.

Como puede verse, ese día compitieron en espacios en los medios de comunicación y en esperanzas futuras, un equipo de futbol de primera división y una eventual candidata presidencial.

En sentido contrario, es decir, de tristeza, no de júbilo, días antes esa entidad del centro del país había sido también noticia por el asesinato de los hermanos Miguel y Agustín Vázquez Torres, ocurrido el 20 de mayo en la comunidad wikárica (huichol) de San Sebastián Teponahuaxtlán, municipio de Mezquitic, Jalisco.

Así pues, en tan sólo una semana surgieron tres noticias de relevancia relacionadas con Jalisco.        

Picotazos

En las semanas recientes se ha incrementado la demanda de priístas chiapanecos de que la dirigencia nacional emita la convocatoria para renovar el Comité Directivo Estatal. Hay varios políticos ligados a este partido que están interesados en dirigir sus destinos en la entidad, pero ante la división interna es muy probable que el Comité Ejecutivo Nacional opte por enviar a un delegado que unifique a los militantes del otrora invencible partido de los tres colores. Seguramente sólo está esperando que pasen las elecciones que se realizarán en varios estados el domingo próximo para tomar una decisión. A los priístas más les vale dar este paso cuanto antes porque la división interna avanza y los tiempos para para las elecciones presidenciales y estatales de 2018 se acortan día con día. Tal vez sea en este contexto que Willy Ochoa realiza una campaña no muy disfrazada por diversos municipios de la entidad, alentado por algún dedo superior interesado en que pudiera asumir la presidencia del PRI estatal. Fin.