Inseguridad en SCLC

En las semanas recientes se ha incrementado la inseguridad en San Cristóbal de Las Casas, lo que ha ocasionado una natural preocupación entre muchas personas.

A la inseguridad cotidiana como asaltos, robos en casa habitación o de vehículos, entre otros, por lo menos tres hechos graves continuos que han alarmado a la población han sucedido en menos de tres semanas. Primero fue en el fraccionamiento Bosques del Pedregal, en la zona norte de la ciudad, donde durante una madrugada fueron “cristaleados” seis vehículos que estaban estacionados en sobre la calle Diamante.

No fue el robo el móvil, pues nada se llevaron los agresores, por lo que podría tratarse de alguien que sólo pretendía hacer daño a los vecinos por alguna razón específica o por el simple hecho de destruir, ya sea por gusto o porque estaba drogado.

Pero el hecho podría tener también otra interpretación: Que alguien pudiera estar detrás del o de los agresores para generar una sensación de inseguridad con motivos políticos.

Después, hace ocho días, unos diez jóvenes indígenas en estado de ebriedad que trataron de ingresar en un bar ubicado por la zona del templo de Santo Domingo, ocasionaron daños, agredieron a policías municipales y quemaron dos motopatrullas.

Este caso parece más bien montado por alguien, con la finalidad, como podría ser el caso de Bosques del Pedregal, de generar zozobra y miedo entre la población por la inseguridad.

Un día después de este hecho, otros sujetos ocasionaron daños en una zapatería situada justo en el área en la que la noche anterior habían tenido lugar los desmanes de los jóvenes indígenas, algunos menores de edad.

La gravedad del hecho no sólo estriba en que se usaron armas de fuego sino que ocurrió poco antes del mediodía, lo que significa que el o los agresores sabían que no había policía en la zona y podrían huir fácilmente, aunque al parecer se encuentra detenido un sujeto.

Habrá que esperar el resultado de las investigaciones y los peritajes correspondientes para saber qué fue lo que pasó, cuál fue el móvil de este crimen y quién o quiénes están detrás.

Estos hechos, sobre todo los dos primeros, podrían tener cuando menos dos interpretaciones: Primero: Que se trata del accionar de delincuentes que se dedican a cometer delitos como parte de su forma de vivir y la falta de capacidad de las autoridades municipales y estatales para brindar seguridad a la población. Segundo: que detrás están políticos interesados en hacer aparecer a San Cristóbal como una ciudad insegura para golpear políticamente al alcalde Marco Antonio Cancino González, pues seguramente buscará reelegirse para otro período y una forma de debilitarlo, aunque la verdad no necesita que lo desgasten más de lo que ya está por sus propios “méritos”, por sus “cancinadas”, es pegándole en el tema de la seguridad, muy sensible para la población. De paso, estos hechos afectan al primer regidor, Miguel Angel Salas, quien estaría en la lista de los posibles sucesores interinos en caso de que Cancino González solicitara licencia.

Esto último viene a mención porque es recurrente que cuando se acercan las definiciones para las candidaturas a la alcaldía y luego las campañas políticas, por arte de magia aumentan los hechos delictivos.

Para los políticos que han estado en algún cargo, sobre todo en la presidencia municipal, no es difícil contactar y contratar, a través, por ejemplo, de quienes fueron sus funcionarios en la Policía Municipal, a personas que se dedican a delinquir, para que les hagan algún “trabajito”. Total, quienes ya fungieron como autoridad tiene los datos de los delincuentes, principalmente ladroncillos, que generalmente salen de la cárcel por falta de acusaciones y continúan operando, algunas veces en otros municipios y en ocasiones en la misma ciudad.

El golpeteo político a través de este tipo de hechos es una posibilidad que siempre estará presente, pues, como ya se dijo, no es difícil que alguien contrate a delincuentes para desestabilizar en tiempos preelectorales.

A propósito de precandidatos, en San Cristóbal se comenta que el ex alcalde priísta Sergio Lobato García tiene interés en buscar nuevamente la presidencia municipal, pues al parecer, está difícil (más) que conseguir una posición más alta como la senaduría, para la que había trabajado cuando era delegado de la Sedatu, pero una vez fuera de ese puesto, las posibilidades se redujeron considerablemente.

Se daba por hecho que si él buscaba la candidatura a la senaduría, su esposa, Marisol Sandoval, actual diputada federal, podría buscar ser la abanderada a la presidencia municipal, pero ahora todo está en el aire.

Si efectivamente Lobato García decide buscar la candidatura a la alcaldía coleta por el PRI, partido en el cual, por otro lado, no se observa a un militante que esté posicionado y con posibilidades reales de triunfo en las elecciones del próximo año, se sumaría a su otrora correligionario pero de otro grupo político, Mariano Díaz Ochoa, quien está buscando ser candidato, quién sabe por cuál partido político pues ya nadie sabe en cual milita ahora.

Díaz Ochoa, diputado local por Chiapas Unido, ya fue dos veces presidente municipal, lo que significa que estaría buscando un tercer período. Tan escuálida está la caballada que no falta quien diga que de entre los que se menciona Mariano “es el menos peor”.

Así de escasos están los políticos capaces y honestos que aspiran a gobernar la antigua Ciudad Real. Y lo peor es que de entre los que se mencionan desde ahora podría salir el sucesor, si es que no hay continuidad, del hombre de las “cancinadas”. Fin.