Reactivar el turismo

Quiérase o no la afluencia de turistas al estado se verá afectada en las próximas semanas y meses por los daños ocasionados por el terremoto del 7 de septiembre pasado, pero sobre todo por la inevitable publicidad negativa que se propaga cuando sucede un desastre natural.

Por ello, las autoridades tendrán que realizar una intensa campaña de promoción y para hacer saber a los visitantes que salvo puntos específicos, los sitios de interés turístico se encuentran en buen estado para ser visitados.

De los lugares más concurridos en la entidad, el más afectado fue San Cristóbal, donde sufrieron graves daños los templos de la Catedral, Santa Lucía, San Francisco y Santo Domingo y en menor medida los de La Merced, El Calvario, San Diego, San Nicolás, San Ramón y San Felipe Ecatepec, además del antiguo palacio municipal, donde funciona el Museo de San Cristóbal.

Es sabido que muchos de los turistas visitan la ciudad coleta por su arquitectura y los edificios mencionados son parte importante de la misma, por lo que al estar cerrados algunos visitantes, nacionales y extranjeros, podrían desanimarse a venir, sin contar con que las constantes réplicas han sido motivo de alarma.

Lo peor es que el arreglo de estos edificios no se hará en meses sino en uno o más años, debido a que son muchos y que para su restauración se necesitará mucho dinero. Pero no sólo eso, con el sismo del 19 de septiembre, el número de templos dañados en el centro del país asciende a cientos, incluyendo los de Chiapas y Oaxaca.

Chiapas cuenta con cuatro pueblos mágicos: San Cristóbal, Chiapa de Corzo, Comitán y Palenque. Como ya se dijo, el principal afectado fue San Cristóbal, seguido por Comitán, donde resultaron dañados los templos de San José y San Sebastián, mientras que en Chiapa de Corzo, el templo de Santo Domingo de Guzmán. En Palenque no se han reportado afectaciones.

Claro, la entidad ofrece muchos atractivos más como las comunidades indígenas, Chamula destacadamente, áreas naturales, las cascadas de Agua Azul, Misolhá y El Chiflón, los Lagos de Montebello, Las Nubes y muchos más sitios de interés turístico.

Por ello es necesario que las autoridades del ramo lleven a cabo o intensifiquen la campaña de promoción para que no se caiga la afluencia, ya que miles de familias chiapanecas viven de esta actividad.

Si baja la afluencia de visitantes, la entidad se verá más afectada por la crisis que de por sí atraviesa por la falta de dinero y de trabajo, sin contar con que muchos recursos tendrán que ser destinados a los afectados por el sismo, que ojalá, no sean desviados y se queden en la bolsa de algún funcionario.

Picotazos

El pasado martes 26 se cumplieron tres años de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, sin que hasta fecha se sepa qué pasó, si están vivos o muertos, por lo que miles de personas en todos el país salieron a las calles para exigir su aparición con vida y castigo a los responsables de tan abominable hecho. En San Cristóbal, más de 500 personas, entre estudiantes, maestros, integrantes de organizaciones y padres de familia marcharon gritando: “Ayotzinapa vive, la lucha sigue” y “justicia”. El “estudiante-sobreviviente de la masacre del 26 de septiembre de 2014”, Ulises Martínez Juárez, dijo que “la lucha no termina hasta encontrar a nuestros compañeros”. Al acudir en nombre de los estudiantes y padres de familia de Ayotzinapa, señaló que a tres años de la desaparición de los 43 estudiantes “tenemos un sentimiento de tristeza, dolor, coraje e impotencia por ver cómo las madres no duermen y no comen por no saber dónde están sus hijos”.  Ese mismo día por la mañana, alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), colocaron en la entrada de sus instalaciones una escultura de metal con el número 43 para que no se olviden los hechos. La escultura fue construida con material reciclado y su diseño estuvo a cargo de los estudiantes Nicolás Zozaya, Nuria Peña, Cristóbal Gutiérrez, Alejandra García, Briana Motino y las maestras Martha Ochoa Fernández y Jovita Partricia Gómez Cruz. Y así, cada día que pasa desde el 26 de septiembre de 2014 se han ido construyendo símbolos para que, si no se hace justicia, cuando menos la desaparición de los normalistas no se olvide… Después de la denuncia hecha en días pasados por propietarios de camiones que acarrearon material, a los que se les adeuda 200 mil pesos, acerca de que la Secretaría de Obras Públicas y Comunicaciones (Sopyc) de Chiapas habría desviado más de 90 millones de pesos en la remodelación de la Carretera Ocozocoautla-Villaflores, no basta con que su titular, Jorge Alberto Betancourt Esponda diga que no es cierto. Ni modos que diga que sí lo es. Lo que se necesita es que desde el máximo poder estatal se ordene una investigación a fondo y confiable para evitar que queden dudas. En momentos en que la sociedad tiene los ojos puestos en cómo serán utilizados los recursos para la reconstrucción por los daños ocasionados por el terremoto del 7 de este mes –existe mucha desconfianza en los tres niveles de gobierno-, se requiere que ninguna dependencia, menos una que estará involucrada directamente en el proceso, esté bajo la más mínima sospecha. Por lo pronto, la Sopyc lo está, pues en este caso en concreto el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) del Congreso local detectó irregularidades en 13 contratos por el  monto ya mencionado: 90 millones 220 mil pesos en el pago por la obra. Es cierto, es un procedimiento de rutina como dice el funcionario, pero ello no significa en automático que no haya irregularidades, pues los denunciantes presentaron copia de los contratos de obra de la Sopyc, mediante los cuales contrató y pagó a cinco empresas por la remodelación de siete mil 460 metros en la primera etapa de mejoras a la carretera Ocozocoautla-Villaflores. Se habla también de empresas fantasmas, lo cual es muy grave y debería de ser investigado. Fin.