Maestros

Para la próxima semana está programado el congreso para elegir a la nueva dirigencia de la Sección 7 del Sindicato Nacional de la Educación (SNTE), lo que desde ahora mantiene en incertidumbre no sólo a los maestros sino a los padres de familia que no saben si la realización de ese evento termine con movilizaciones que incluirían suspensión de clases.

Las disputas internas se acrecentaron en los dos últimos años, por lo que se augura una elección no exenta de conflictos y de confrontaciones como sucedió en la elección de hace cuatro años, que por cierto, tuvo que hacerse militarizada, algo poco usual.

De acuerdo con dirigentes de la Sección 7, podría decirse que las tres corrientes internas se han reducido a dos, ya que con todo y sus contradicciones, la dirigencia actualmente encabezada por Adelfo Alejandro Gómez y Pedro Gómez Bahamaca tiene de facto un pacto con el grupo del SNTE para caminar alineados con los gobiernos federal y estatal.

Por el otro lado está el llamado Bloque Democrático, encabezado entre otros, por Manuel de Jesús Mendoza Vázquez, cuya base principal se finca en el aguerrido Nivel de Educación Indígena (NEI), con presencia en los municipios con población originaria.

Es probable que de estos dos grupos salgan los candidatos a la dirigencia de la Sección 7, si es que no se ponen de acuerdo para integrar una sola planilla compuesta paritariamente.

A seis días del Congreso Seccional que según la convocatoria iniciará el 12 de octubre, las posiciones continúan distantes porque, por ejemplo, el Bloque Democrático pugna por la no repetición de dirigentes en el nuevo comité seccional y el otro grupo impulsa esa ruta.

Existe otro punto de desacuerdo que tiene que ver con la exigencia de que sean auditadas la secretaría de finanzas de la Sección 7, encabezada por Gilberto Zavala Medina, el Fondo de Ahorros y Beneficio Social (Fabes) y la Caja de Ahorros. En este caso existen dos posibles salidas, la formal y otra, producto de un acuerdo político. Se sabe, por ejemplo, que en los cuatro años del comité seccional actual no se han pagado  las cuotas sindicales. Habría que ver por cuál se inclinan las bases.

Otro punto de posible inconformidad tiene que con el hecho de que supuestamente han sido elegidos delegados sindicales con 12 o 15 votos cuando los estatutos establecen que debe de ser con 40.

De aquí al 12 en que comenzará formalmente el congreso habrá mucho movimiento con precongresos, para ir prefigurando lo que sucederá en la asamblea final. Uno de los retos del magisterio de la Sección 7 es cómo elegir a un comité seccional de manera democrática, sin cuestionamientos de ninguno de los grupos. Es decir, en paz y armonía, algo que se antoja casi imposible.

Si la nueva dirigencia es impuesta por el SNTE y sus aliados, en acuerdo con los gobiernos federal y estatal, desde ahora puede augurarse que habrá movilizaciones y posible suspensión de clases, lo que más preocupa a los padres de familia que ya están cansados de que sus hijos no acudan a las aulas como marca el calendario escolar. De hecho, desde el 11 en que se llevará a cabo el precongreso no habrá clases.

Habrá que ver si de última hora la dirigencia de la Sección 7 y sus aliados no maniobran para posponer el Congreso. La decisión que tome será un indicador importante: Si ve que tiene mayoría para imponer a un nuevo secretario general la reunión no se suspenderá, pero si por el contrario estima que pudiera perderla, buscará posponerla. Si fuera este último caso también habrá movilizaciones de una de las corrientes.

Es de suponerse que como conocedor del tema, el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Luis Enrique Miranda Nava, ya está operando para tratar de influir para imponer a un secretario seccional a modo, alineado con el gobierno para terminar de imponer la reforma educativa en Chiapas, ya que el acuerdo de suspenderla finalizará en diciembre de 2018.

Su presencia en Chiapas como enviado casi permanente del gobierno federal para atender la emergencia surgida por el terremoto del 7 de septiembre pasado, le facilita su operación para tratar de inclinar la balanza hacia donde le conviene al gobierno.

Otro de los retos del próximo Congreso Seccional es que no se lleve a cabo rodeado de policías como hace cuatro años. Ojalá los grupos y el gobierno se pongan de acuerdo para evitar movilizaciones y la pérdida de clases.

Picotazos

José Antonio Aguilar Bodegas, uno de los emblemas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Chiapas, ha decidido iniciar de lleno las acciones para buscar la candidatura al gobierno de la entidad. El político tapachulteco, uno de los más experimentados en el estado por toda su carrera política que comenzó desde la alcaldía hasta la senaduría, va a un proceso interno que pareciera definido en favor del todavía senador, el junior, Roberto Albores Gleason. Si como es previsible, a Josean le cierran las puertas por la falta de un proceso democrático y equitativo y no logra un acuerdo favorable, terminará dejando las filas del tricolor y junto con sus muchos seguidores y su grupo cercano seguramente buscaría la candidatura en otra opción partidista. El tiene muchos amigos y simpatizantes dentro y fuera del PRI, incluso en Morena, que en una coyuntura de esas que se dan en política podría ofrecerle la candidatura como ocurrió con Juan Sabines Guerrero y María Elena Orantes, cuando todavía lo que ahora es Morena era PRD. También tiene la posibilidad de buscar ser abanderado del eventual Frente Amplio. Hay quienes piensan que si rompiera con el tricolor, Josean le abriría un boquete importante a ese partido en la entidad, pero habrá que esperar algunas semanas para saber cómo se acomodan las cosas finalmente. Por lo pronto, no pocos militantes del exinvencible están molestos con el dirigente estatal, Julián Nazar por su forma despótica para tratarlos. Para empezar, dicen que ha pedido a los alcaldes de su partido que se mochen con una lana a para comprar diez sillas por cada uno, pues cuando hicieron destrozos en sus movilizaciones en contra de la reforma educativa, los maestros acabaron con el inmobiliario. Fiel a su estilo, por cierto, el líder priísta ha dicho que él sí pondría quietos a los profesores en caso de que se atrevan a tocar lo que queda del edificio del otrora partidazo. Fin.