Necesario debate

Aunque no son los tiempos por la cercanía de las elecciones de 2018, el gobierno, los partidos políticos y la sociedad en general deberían de aprovechar el debate que se ha generado acerca del financiamiento para los partidos y tomar nuevas decisiones sobre el tema.

Desde hace tiempo, diversas voces ciudadanas y agrupaciones han pugnado porque se reduzca el millonario presupuesto destinado a los partidos políticos en México, cuando existen millones de pobres.

A partir de los sismos del 7 y 19 de septiembre, las cosas podrían cambiar, luego de la decisión de Andrés Manuel López Obrador de que Morena destinara un porcentaje a la reconstrucción.

Dicho planteamiento fue hecho cuando todavía no había ocurrido el sismo del 19 que afectó gravemente la Ciudad de México y los estados colindantes. Hasta entonces, todos los dirigentes de los  demás partidos se le habían ido encima diciendo que era una propuesta oportunista y que la ley no lo permitía.

Pero cuando sucedió el segundo terremoto y la presión ciudadana aumentó, no sólo no lo criticaron sino que algunos, como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), propusieron donar el 100 por ciento del financiamiento, con lo cual rebasaron a López Obrador.

Puede decirse que si la propuesta se concreta será resultado del sismo del 19 de septiembre, que dejó varios cientos de muertos y una destrucción material considerable, sobre todo en la  capital del país y en Morelos.

En Chiapas el tema fue más allá porque el Congreso del Estado acordó que el financiamiento para los partidos políticos se destine en su totalidad a la reconstrucción de los daños ocasionados por el terremoto del 7 de septiembre. (En las elecciones del 1 de julio próximo serán elegidos gobernador, 40 diputados locales y 122 ayuntamientos).

Por primera vez en la historia, pues, los candidatos y candidatas no contarán con financiamiento público, por el acuerdo del Congrego, aunque si algún partido se inconforma ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación tal vez podría ganar; falta que alguno se atreva a hacerlo.

Además de esta particularidad, las elecciones del 1 de julio de 2018 tendrán otro elemento a considerar: será la primera vez que concurran las votaciones federales y estatales, lo que en teoría permitirá ahorrar dinero, pues se evitarán elecciones separadas como hasta ahora.

Así como se ha criticado el excesivo presupuesto que el pueblo destina a los partidos, también habrá que decir que dejarlos sin dinero no es del todo sano porque a fuerza tendrán que buscará otras fuentes de financiamiento, lo que podría resultar contraproducente.

Si una empresa o una persona X, por ejemplo le aporta cierta cantidad de dinero a un candidato X, tendrá que pagarle de alguna forma, ya sea con obras o con dinero directamente. No es que esto no suceda actualmente, pero cuando menos no ocurre abiertamente. De esta forma, el ganador de una elección llegaría atado por los compromisos de sus patrocinadores.

En este caso llevarían ventaja los candidatos del partido –el que sea- en el gobierno porque les sería más fácil obtener recursos oficiales, pues siempre existe forma de darle la vuelta a la ley.

Ante esta disyuntiva, pareciera pues, que es el momento para iniciar una amplia discusión y modificar la ley sobre este tema, porque, como ya se ha dicho antes, la “democracia” mexicana sale muy cara, cuando millones de personas viven en la miseria.

Aunque, claro, de todos modos las elecciones las ganan, salvo excepciones, los que tienen el poder político y económico, como las presidenciales de 1988, 2006 y 2012, por citar algunos casos, utilizando todos los recursos legales e ilegales a su alcance.

Habrá que insistir en que es demasiado el dinero público que se destina a los partidos políticos pero también en que ha llegado la hora de iniciar un debate para que se reduzca, pero bien reglamentado para evitar que la cosa no vaya a salir peor.

Picotazos

Parece que a dos semanas de la emboscada en la comunidad de El Aguaje, municipio de San Cristóbal, en la que murieron dos policías y 28 resultaron lesionados, las cosas poco han avanzado, aunque algunos funcionarios andan nerviosos porque, cuando menos, podrían ser despedidos. Hasta ahora sólo se sabe que está preso Augusto García Cancino, director municipal de Imagen Urbana, mientras que Sergio Natarén Gutiérrez, secretario técnico del ayuntamiento coleto y uno de los hombres de más cercanos y de mayor confianza del alcalde Marco Antonio Cancino González, quien entre otros funcionarios, supuestamente se reunió con los pobladores de El Aguaje antes de que se realizara el bloqueo que terminó en los hechos sangrientos, salió de la ciudad o inclusive del estado porque tendría orden de aprehensión, aunque no se ha confirmado. De todos modos, los acontecimientos en El Aguaje han cambiado el escenario político en San Cristóbal aunque habrá que esperar un poco más para saber de qué forma afectarán, en su caso, al alcalde que busca reelegirse… Cuando menos hasta el cierre de esta columna, anoche, el maestro Pedro Gómez Bahamaca era el virtual secretario general de la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pues había obtenido una contundente votación de 938  sufragios en el  Congreso Político Estatal del Bloque Democrático, muy por encima de los demás candidatos, entre ellos Manuel de Jesús Mendoza Vázquez, quien logró 293 para ubicarse en el segundo lugar. Al parecer, lo que restaba del congreso seccional sería de trámite y Gómez Bahamaca, quien se desempeña como secretario del trabajo y conflictos del nivel primarias en el actual comité seccional, sería ratificado por la asamblea general como nuevo secretario general, en sustitución de Adelfo Alejandro Gómez. Hay que destacar que hasta anoche no se habían reportado incidentes en los trabajos del congreso seccional que según lo programado terminaría este viernes, lo cual sería un gran avance. Fin.