Humedales en riesgo por contaminación

La Red Valle de Jovel por el Cuidado de la Vida y la Madre Tierra afirmó que el valle de San Cristóbal “sufre un ecocidio, pues todos los ríos y arroyos de la cuenca se encuentran contaminados, los cerros sufren incontables heridas, en las que la industria extractiva de grava y arena, han clavado sus cuchillos y herramientas poniendo dificultades para la sobrevivencia de la población circundante”.

Añadió que “un cúmulo de tornados y ‘culebras’ transitan por el valle de Jovel generando destrozos y techos caídos; la población se horroriza y se llama a la ayuda y a la solidaridad, sin tomar en cuenta la historia de destrucción ambiental que el mismo hombre ha generado”.

Señaló que “los humedales de montaña son únicos en el mundo, sólo queda el 1 por ciento de la superficie original. Son cuerpos de agua que guardan vida, son filtros naturales y permiten la disponibilidad de agua para la población”.

“Nuestro planeta está profundamente herido, pues cada segundo se pierden especies biológicas, las cuales serán irrecuperables, del agua total de la tierra sólo el 1 por ciento es agua dulce, y gran porcentaje de las cuencas de nuestro querido país México, se encuentran contaminadas”.

La Red manifestó que México “es un país que se encuentra en un stress hídrico moderado, más del 50 por ciento de la superficie nacional es árida y se tienen profundas dificultades para disponer del vital líquido”.

Señaló que “Chiapas es un estado rico en naturaleza. Por varias partes de la geografía estatal se puede contemplar los bosques y selvas, los arroyos y ríos que circunscriben el estado, marcan la vida de sus poblaciones y han contribuido a la grandeza de su historia”.

Agregó que la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, “considerada en algún momento como la ‘Suiza de Chiapas’, por su arquitectura colonial y sus montañas verdes llenas de bosques, se han transformado sus paisajes, la deforestación se ha hecho presente, la desaparición de los bosques y humedales se ha hecho latente”.

Sostuvo que en la ciudad coleta “existen dos áreas naturales protegidas: Los humedales de montaña La Kisst y de montaña María Eugenia, espacios de agua que dotan aproximadamente del 70 por ciento del agua potable a los habitantes de la ciudad, pero han sufrido múltiples daños, perturbaciones, rellenos y cambios de uso de suelo”.

En el caso de la Kisst, abundó, “las construcciones amenazan con destruir parte significativa de dicho ecosistema natural, y en los humedales de montaña María Eugenia, en el período de 2015 al 2018, se han incrementado de manera significativa los rellenos, perturbaciones, invasiones y construcciones”.

Señaló que “existen más de 16 puntos en los que se ha modificado de manera definitiva las características físico-biológicas del humedal y se ha reducido de manera significativa la cantidad de hectáreas del humedal, poniendo en riesgo la permanencia a largo plazo de dicho ecosistema que surte de agua al valle de San Cristóbal”.