Este 4 de octubre se cumplen 10 años del paso del huracán Stan en Chiapas, que dejó afectaciones en 41 municipios tras el desbordamiento de más de 80 ríos, el deceso de personas, daños materiales y reubicación de comunidades.
El presidente de la sociedad civil de damnificados, Carlos Tapia Ramírez, sostuvo que permanece una deuda pendiente con los damnificados.
Dijo que “sigue muy fresca en la memoria de los damnificados aquella devastación del 4 de octubre de 2005. Las lluvias fueron muy intensas, poco a poco fueron creciendo el nivel de los ríos, uno a uno fueron saliendo de su cauce, arrasaron con todo lo que encontraron a su paso, se modificó la geografía de la Costa, Sierra y Soconusco”.
Señaló que los deudos de las víctimas recuerdan aquel trágico 4 octubre, ya que el fenómeno natural cobró la vida de muchas personas, afectó su patrimonio.
A 10 años, dijo, recuerdan a las víctimas, los familiares oran por el descanso de los fallecidos.
Añadió que en la actualidad las tareas de prevención se han fortalecido, hay un esquema de prevención y protección a la población.
Tapia Ramírez reiteró que tras el paso del fenómeno natural, se inició un proceso de reconstrucción que, a su juicio, no satisfizo a los damnificados, los trabajos incluyeron encauzamiento de ríos, construcción de bordos, puentes, carreteras y reubicación de poblados.
Hace más de una década, dijo, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) creó el Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales (SIAT-CT), sin embargo, no se pudo adaptar a Chiapas.
“Corroboramos que esto para Chiapas significaba una vulnerabilidad porque cuando se activa el sistema de alerta para ciclones tropicales, tal vez ya sea demasiado tarde”, dijo.
Reconoció que sumada a la ubicación geográfica y clima tropical, Chiapas es propenso a sufrir el impacto de fenómenos hidrometeorológicos, por ello, las autoridades decidieron crear un Sistema Integral de Protección Civil que contribuyera a reducir riesgos.
Este esquema, explicó el funcionario estatal, fue elaborado con base a la cantidad de lluvia que se precipita en las diversas regiones y en una especie de semáforo, que va desde el color azul que indica riesgo mínimo, hasta el rojo que implica peligro máximo.
García Moreno refirió que se han evitado pérdidas de vidas humanas y ese es el propósito de protección civil, como consecuencia de la conjunción de varios factores, lo que ha permitido la generación de una política preventiva.
Destacó que la misión de protección civil es proteger la vida, el patrimonio y el medio ambiente ante los riesgos de desastres, debido al establecimiento de políticas públicas y acciones destinadas al manejo integral de riesgos de desastres.