Padres de familia y personal docente del Jardín de Niños “Florentina Grajales Coutiño”, ubicado en el ejido Calzada Larga, piden al Instituto de Infraestructura del Estado de Chiapas (Inifech), reubique un aula que fue construida sobre una cisterna por la mencionada dependencia hace dos años y está a punto de colapsar tras el sismo del 7 de septiembre del 2017.
Por temor a que el salón de la escuela, que tiene una población de más de 80 alumnos, está localizada frente a los baños y un paso obligatorio para llegar al área utilizado como desayunador de los niños, se derrumbe de un momento a otro, los inconformes, quienes solicitaron apoyo del Inifech desde octubre del 2017 sin obtener respuesta, optaron por cerrarla desde el pasado lunes.
Edit Nayeli Albores, actual directora del plantel, explicó que hace dos años, durante la gestión de Eduardo Zenteno Núñez en el Inifech se edificó el aula sobre la cisterna cuando estaba bajo la dirección de otra maestra, pese a que varias profesoras, incluida ella, no estaban de acuerdo.
Después del sismo del 7 de septiembre del año pasado, fue cuando el salón comenzó a presentar daños, el techo comenzó a vencerse, las ventanas se comprimieron, y el piso a ablandarse.
Dijo que en el kínder hay cuatro en total, pero únicamente la “nueva” es la que se dañó con el movimiento telúrico porque fue construida en una zona de alto riesgo, según un estudio realizado posteriormente.
Pidieron investigar quién autorizó la construcción del aula “de relumbrón” que afortunadamente no ha ocasionado una desgracia.
Héctor Martínez, director de Educación en el actual Ayuntamiento de Villaflores, dialogó con los inconformes. El municipio se comprometió a gestionar una reunión para que sean atendidos en el Inifech y apoyarlos con el traslado.