Jazzistas mexicanos que triunfan en el extranjero

Si bien este crecimiento interior ha sido apuntalado por proyectos institucionales —uno fundamental, el de la formación permanente de músicos especializados en el género— y los fomentos, espacios y producciones independientes, los artistas coinciden en que aún falta que la incipiente red de management y gestorías nacionales se vincule de manera más articulada con los agentes y festivales del extranjero para exportar lo que aquí se hace.

Algunos pasos ya están dados, pero son pocos los artistas mexicanos que de forma permanente trabajan del otro lado de la frontera. He aquí algunos de los que han buscado mantenerse fuera y han triunfado en su empeño, con mayor o menor reconocimiento, pero con igual importancia para la creación de un territorio del jazz mexicano en el exterior.

Mark Aanderud

No hay mejor momento para escucharlo que ahora, ya que se encuentra de gira en México y a lo largo de esta semana tendrá toquines en diversa ciudades de la República con Mole, el proyecto que acuñó con el baterista Hernan Hecht y con el que está presentando su nuevo disco, RGB-MOLE.

Lidera el Mark Aanderud Latin-quartet y el MASEnsemble, y por supuesto, realiza una gran cantidad de colaboraciones no solo en España sino en países europeos así como en Mexico y Nueva York.

Magos Herrera

Sin duda la cantante más reconocida del país en el ámbito internacional. La exitosa carrera que comenzó en México en 1992 dio un giro en 2008 cuando se fue a vivir a Nueva York con su esposo, el baterista brasileño Alexandre Kautz. A los cinco discos que había grabado en el país sumó otras producciones: Distancia (2009), que coproducido por el saxofonista Tim Ries y contó con la participación del pianista Aaron Goldberg y el guitarrista Lionel Loueke. Este disco llegó al primer lugar de ventas de jazz en iTunes y le ganó una nominación al Grammy como mejor álbum de jazz vocal. Luego México Azul, un tributo a compositores nacionales de los 30 y 40, también coproducido por Ries, fue más allá al integrar a luminarias de la talla del pianista Luis Pedromo y John Patitucci en el bajo, obteniendo las mejores críticas.

Enrique Toussaint

Se afincó en Saint Paul, Minnesota, donde se ha desarrollado principalmente como músico de sesión —ha participado en más de 100 discos— y como parte de la orquesta de Paul Anka. Ha recorrido el mundo tocando al lado de grandes figuras, como Quincy Jones, Clare Fischer, Herb Alpert, Michael Bublé, Ivan Lins o inlcuso Pácido Domingo.

Antonio Sánchez

Referencia obligada, uno de los bateristas más reconocidos del mundo es el único músico mexicano que ha llegado a las grandes ligas del jazz de manera protagónica. Como ningún otro en la historia. Después de conquistar Nueva York y afianzarse como miembro del Pat Metheny Group, se lanzó como líder de proyectos propios —principalmente su grupo, Migration— y como compositor.

Abraham Laboriel

Es mucho más que “el bajista de sesión más ampliamente solicitado en nuestro tiempo”, según la definición de la revista Guitar Player. Cierto que impresiona saber que este hermano del fallecido cantante de rock and roll Johnny Laboriel ha participado en más de 5 mil producciones discográficas, pero lo que realmente vale la pena es escucharlo en sus proyectos menos comerciales.

Es todo un monumento al bajo, este hombre de profunda espiritualidad cristiana trabaja más de lo que produce materiales propios, pues sólo tiene seis discos bajo su nombre, entre estos Abraham Laboriel. Dear Friends (1993), Justo Almario and Abraham Laboriel (1994) y Reyes y Sacerdotes. Cumbia y vallenato (2011).