Joven busca la muerte

La colonia se llama El Salvador. Y literalmente un joven necesita alguien que lo salve de la muerte, aunque en realidad la buscó ingiriendo una sustancia tóxica.

La malla del panteón ubicado frente a su domicilio cayó por la lluvia como una invitación macabra: el muchacho aceptó.

La lluvia que cayó la noche del miércoles y la mañana de este jueves reblandeció la tierra, por lo que parte de la malla perimetral cayó en el lado sur del Panteón Jardín San Marcos.

Parece una invitación a entrar libremente. Para muchos pasó desapercibido, pero no para un joven que, como el Pípila, cargaba una pesada losa, pero emocional.

Con tan solo 19 años de edad, el estudiante de la Universidad Pablo Guardado Chávez sintió que no había otra salida más que la muerte. Y la buscó.

Encerrado en la casa ubicada sobre la avenida Concretera, cerca de la calle Santa Margarita, el joven se encerró en su problema. No veía una luz al final del túnel.

Con manos temblorosas por la desesperación tomó el bote de Gramoxone. Lo abrió y bebió con avidez. Tenía sed de morir. Pero no pudo ingerir más. El olor y sabor desagradables se lo impidieron. Su intento fue truncado.

El momento fue aprovechado por la familia que se percató del incidente. Llamaron al 911.

La ambulancia PCAC-01 de Protección Civil Municipal salió veloz de su base, en el Libramiento Norte y 3ª Poniente de Tuxtla, pero tenía que cruzar de lado a lado la ciudad. La colonia El Salvador está en el lado opuesto: Sur-Oriente.

Una patrulla de la Policía Municipal llegó al lugar también. Los vecinos indicaron que el joven ya no estaba. Se lo llevaron en un taxi al hospital, porque se desesperaron por la demora de la unidad de Emergencias.

Aunque el joven iba con vida, se teme por su estado delicado. Los galenos lucharán por salvarlo. Irónicamente el muchacho deseaba lo contrario. Aunque no lo acepte ni lo desee, necesita un salvador.