A pesar de que la medicina tradicional no está peleada con la ciencia, en la capital del estado son cada vez menos las personas que buscan curarse con hierbas que comúnmente se encuentran en el mercado, estas han sido rebasadas por medicamentos de patente.
La comerciante Yolanda de la Cruz vende desde hace 20 años hierbas que son consideradas útiles para el control de enfermedades del estomago, el dolor de cabeza, los riñones, la tos, pero la comercialización de estos productos ha disminuido de manera alarmante, relata.
Las modificaciones a la Ley de Salud que obliga a las farmacias a manejar recetas médicas para la venta de antibióticos, propició que el costo de las consultas se redujera al instalar consultorios a bajo costo, por tanto, los ciudadanos prefieren acudir al médico y comprar productos de patente que usar medicamentos herbolarios.
De esta manera, los productos como jengibre, orozuz que es una planta que crece a orilla de los ríos y que se ocupa para sanar la tos, la cola de caballo o riñonina que son utilizados para el riñón, están siendo desplazados, junto con otras hierbas que también tenían alta demanda.
Por su parte, Olga Hernández, otra comerciante de hierbas medicinales, mencionó que las personas en edad adulta son las que siguen buscando algunas hierbas para resolver sus problemas de salud ya que los jóvenes prefieren productos de farmacia.
Destacó que las hierbas que aún se comercializan en su puesto son la manzanilla, salvia, cúrcuma, árnica y hojas de chicozapote que ayudan a resolver problemas diversos como infecciones en los ojos, problemas menstruales, gastritis, inflamación y triglicéridos, entre otros.
Yolanda y Olga han tenido que agregar otros productos a los puestos que tienen en el mercado para poder subsistir, pues la medicina tradicional ya no es suficiente para mantener su economía.
Sin embargo, en comunidades de la zona Norte, Selva y Altos del Estado, la medicina tradicional juega un papel importante pues en muchos casos es la única alternativa que tienen para atender sus padecimientos.
Investigadores
Sobre el tema, investigadores de la Unach aseguran que la medicina tradicional existe desde hace muchos años y médicos tradicionales contribuyen en la atención de salud de los chiapanecos, sobre todo en zonas indígenas, donde lo único que tienen a su alcance son productos herbolarios.
Precisan que en zonas pobres y marginadas, los medicamentos y las clínicas escasean, por eso las familias ocupan lo que tienen a su alcance y en ese sentido, se curan por medio de plantas y árboles medicinales con conocimientos heredados por ancestros, para aliviar dolores, así como la prevención de enfermedades.
Desafortunadamente en las ciudades más urbanizadas las personas buscan la atención médica y desdeñan la medicina tradicional, la cual está en riesgo de desaparecer.