La Pastoral Indígena de Chiapas
Esta Iglesia está constituida principalmente por indígenas que eran quienes conforman una gran parte de la entidad. Cortesía

La pastoral indígena en Chiapas surgió durante la gestión del obispo Lucio Torreblanca en 1952, con una estructura de trabajo doctrinaria y asistencialista; la Diócesis de San Cristóbal tuvo una gran importancia junto con Samuel Ruiz.

Características

La característica de esta Iglesia es que dirigía su vista a la injusticia social chiapaneca, sobre todo a los indígenas que eran quienes conformaban una parte demográfica importante de la entidad.

Otra postura muy firme de la Iglesia en la época de Torreblanca, además de la conciencia social, era el anticomunismo y la descalificación de la entrada y acción de otras confesiones cristianas.

Es esto lo que heredó Samuel Ruiz, pero fortaleció bajo su gestión el trabajo pastoral con los indígenas.

Para él fue la prioridad en su agenda de acción pastoral, de tal forma que no solo fomentó una Iglesia de los pobres con una pastoral indígena, sino la construcción de una Iglesia con rostro indígena.

El periodo en que Samuel Ruiz estuvo al frente de la Diócesis de San Cristóbal pasó por distintas etapas o fases de acción pastoral.

Esta iglesia de los pobres estaba más bien basada en la connotación moral y/o religiosa de pobreza en tanto actitud de humildad y fidelidad al contenido evangélico. Su misión era enseñar la palabra de Dios, pero no a través de una acción política y liberadora.

Los primeros años de la pastoral de Samuel Ruiz consistieron en dar continuidad al trabajo de su antecesor y hacerlo más amplio, por lo que promovió la fundación de escuelas de catequistas y formación cristiana que se ocuparon de instruir a los indígenas dentro del territorio que abarcaba la diócesis, en estudios bíblicos y otros trabajos y oficios.

Uno de estos centros de formación de gran importancia fue la Misión de Guadalupe, fundada en 1962 en San Cristóbal de Las Casas, y dirigida por la congregación de los Hermanos Maristas de La Enseñanza.

Funciones

La función de esta misión consistía en formar y preparar una gran cantidad de catequistas de distintas partes de la diócesis para dar continuidad al trabajo catequético, lo que era a veces imposible por la difícil geografía que obstaculizaba el trabajo de un muy escaso número de sacerdotes y religiosos en esa tarea.

Los catequistas indígenas eran vitales porque podrían, además, comunicar lo aprendido en su propia lengua y con su propia gente, pero también paliaban la escasez de agentes de pastoral y sacerdotes. Así pues, comenzaría una labor distinta a la que había hecho la Iglesia católica en México a lo largo de casi cinco siglos.

Desde Torreblanca, el territorio de la diócesis era ya concebido como un territorio de misión y privilegió al clero local y a las órdenes religiosas que le apoyaran en su plan pastoral. Fue él quien le dio un carácter sistemático y organizado al quehacer pastoral.