Lascas, el reto y la hazaña de Óscar Oliva
Óscar Oliva Ruiz, en el Museo del Café de Chiapas. Darwin Mendoza

Corría el año de 1901 cuando Salvador Díaz Mirón (1853-1928) publicó su libro Lascas, señalando a este conjunto de poemas como auténticos, mientras declaraba que las anteriores ediciones de su poesía habían sido fraudulentas.

Ahora el poeta chiapaneco Óscar Oliva Ruiz retoma el título de ese libro para su más reciente poemario, publicado bajo el sello Aldus, en coedición con la Secretaría de Cultura federal.

El espigo declara que una de las razones por las cuales titula el libro así es que este es un homenaje a Salvador Díaz Mirón; y la segunda es que, en su caminar a partir de 1994, se fue encontrando muchísimos fragmentos no solo de tierra sino de memorias, aire y cielo, y pensó que podrían conformar un nuevo libro, permitiendo el nacimiento de Lascas.

Como sus anteriores libros, este le llevó un total de 5 años de trabajo, y manifiesta que ante las cuestiones trágicas, dramáticas y horrendas por las que atraviesan el país y el estado, se debe escribir lo mejor posible para enfrentar esta realidad deformada.

Dijo que el libro significó un reto y una hazaña, porque “cualquier libro que comenzamos a escribir parece ser que estamos entre la niebla, entre las sombras, pero hay que aclarar esa sombra, esa niebla, y trabajar para llegar a ese libro”.

Indica que no sabe con exactitud cuáles serán las sorpresas con las que pueda encontrarse el lector, pero que seguramente hallará algunas, debido a que su intención poética, desde el momento en que empezó a concebirlo, a gestarlo, fue integrar la narrativa con el verso, cuestiones descriptivas y creación de personajes.

“Lascas, creo que es una síntesis de todas mis apreciaciones de lenguaje poético. Creo que es una síntesis también de mi conocimiento poético”, indicó el autor, quien cuenta que está en la búsqueda de un nuevo modo de escribir, pues como ha dicho en anteriores ocasiones, “ya no se debe escribir como el siglo pasado”.

“El siglo pasado dio grandes momentos y ahí están los grandes poemas, los grandes libros de muchísimos poetas. No solo en lengua castellana sino en casi todos los idiomas del mundo hay una gran poesía. El siglo XX, poéticamente es un siglo comparado con el siglo XVII, que fue un siglo del renacimiento poético, pero todo eso hay que tratar no de superarlo, no se trata de eso, sino tratar de construir nuestros poemas con otro aliento”, afirma.

“Una obra poética debe tener una autonomía que tiene que expresarse a través de los sonidos, ritmos, música, y a través de un temblor que le va dando cuando las palabras se van juntando. Se va organizando un texto que en mi caso es posible que se aproxime a un canto”, destacó.

Por otro lado, siempre ha pensado que la poesía debe ser para todos, debido a que el lenguaje pertenece a todos. Incluso considera que no debería haber derechos de autor, sobre todo para los escritores de poesía, que no les perjudicaría en nada porque sus libros casi no se venden, comentó entre risas.