La tradición de la rosca de reyes

Creyentes y no creyentes como cada año se reúnen este 06 de enero para partir la tradicional rosca de reyes, la cual comparten en el trabajo, con la familia o en el templo.

Esta tradición recuerda la huida de la Sagrada Familia de Nazaret a Egipto para poner a salvo al niño Jesús, tras la persecución de Herodes, por ello, los muñecos que se esconden en la rosca representan la protección que se le dio al hijo de Dios.

Tradición que hoy ha sido mezclada con la historia de la visita de los Reyes Magos para la celebración de la Epifanía, pues se ha cambiado el pan ázimo por pan de harina blanca.

Para muchos cristianos simboliza la forma circular el amor de Dios, los muñecos escondidos la protección de Jesús, tradición que viene desde Palestina y que se ha propagado.

El que encuentra el niño Dios de la rosca se convierte en bienhechor de la fiesta del 02 de febrero, Día de la Candelaria.

En el pasado las figuras solían ser de porcelana, pero ahora se acostumbran de material sintético. Actualmente la partida de la rosca consiste en una reunión familiar o de amigos donde el propósito es convivir.

También evoca las coronas de los Reyes Magos, cuya fruta de múltiples colores simboliza un mensaje de paz, amor y esperanza.

La Rosca de Reyes tiene tras sí una bella historia de fe y sacrificio de tres hombres que siguieron una estrella luminosa hasta Belén para adorar al Niño Dios, tradición que tiene sus comienzos en la Edad Media y llegó a México durante el Virreinato.

De acuerdo a la Arquidiócesis de Tuxtla, la historia cuenta que de Persia salieron los tres Reyes Magos para ir a adorar al Niño Jesús y según la tradición en México, son ellos quienes traen los regalos a los menores, como alguna vez lo hicieron con el niño Jesús al llevarle tres dones que incluían oro, incienso y mirra.

Es así que en la madrugada del 06 de enero, los niños reciben regalos que los reyes les dejan en sus casas, en representación de los obsequios que los Reyes Magos le llevaron al Niño Jesús.

Los Reyes Magos encontraron al Niño, quien tenía tres días de nacido, se postraron ante él y le dieron las tres ofrendas; el Niño tomó los tres presentes y a cambio les dio un cofrecillo, el cual contenía una piedra cuyo mensaje era que debían ser firmes y constantes en su fe.

Según datos, durante el Siglo VII, estos magos se llamaban Melchor, representado por un hombre anciano de barbas blancas; Gaspar, con apariencia de un joven rubio, y Baltasar, de tez negra y barbas onduladas.

La diversidad de razas de los magos hace alusión a la gama de pueblos existentes en el mundo, quienes en signo de adoración llevaron oro, regalo digno de reyes; incienso, indispensable para la adoración de dioses, y mirra, símbolo de la mortalidad del Mesías.

Los Santos Reyes aparecieron por primera vez en el siglo VI, en un mosaico de la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Italia, y más tarde, en el siglo XVI, por cuestiones incluyentes, se diversificaron sus razas, uno provenía de Europa, otro de Asia y el tercero de África.

En México, los Reyes Magos fueron conocidos por los misioneros católicos, quienes difundieron desde el Siglo XVI, el episodio protagonizado por estos sabios e introdujeron más tarde el hábito de dar obsequios a los pequeños, como lo hicieron los Magos con Jesús, así que en algunos hogares los niños siguen dejando sus zapatos cerca del árbol de Navidad, esperanzados en encontrar el obsequio deseado al amanecer el Día de Reyes.