La Virgen Generala, patrona de SCLC
La imagen de la Señora de Caridad es una imagen muy antigua. Cortesía.

La imagen de la Señora de Caridad es una imagen muy antigua que según lo marca la historia de San Cristóbal de Las Casas y la crónica popular es considerada junto con San Cristóbal Mártir, Santa Patrona de este valle.

En especial, a la Virgen de Caridad se le considera como protectora de la ciudad ante diversas circunstancias. 

La devoción religiosa de los habitantes por esta virgen es desde hace muchos años atrás; consideraban a la Virgen de Caridad como milagrosa intercesora ante Dios para pedir la protección y salvación de este lugar.

Según datos de Javier López Morales, a la Virgen de Caridad se le atribuye la protección de este lugar cuando el pueblo fue azotado por una peste que duró seis meses y a consecuencia de ésta murió mucha gente.

Al pedir la ayuda de la Virgen de Caridad, a través de plegarias y oraciones de la gente, la enfermedad fue desterrada en muy poco tiempo y la gente dejó de morir, aseguran.

Existe una leyenda publicada por Francisco Flores Estrada en su libro Algunas leyendas coletas y de Chiapas sobre la también llamada “Virgen Generala” en donde cuenta que en el año de 1712 se sublevaron 32 pueblos indígenas.

Consecuencia de esto, hubo una masacre en la que murieron niños, ancianos y mujeres en consecuencia de la furia que tenían los tseltales. Tan sólo en el poblado de Chilón sacrificaron a la mayoría de sus habitantes que se habían refugiado en el templo del lugar.

Eran 15 mil indigenas tseltales los que estaban comandados por un jefe de nombre Juan García, originario de Cancuc, quienes hicieron también una matanza en el templo de Huixtán.

Las autoridades de aquel entonces, llamaron a los hombres que se encontraban y junto con un piquete de soldados formaron un batallón que no llegaba ni a los 600 hombres, pero prestos a vencer o morir. Se dispusieron a defender la ciudad y partieron con rumbo a Cancuc, que era el lugar de los sublevados.

Cuando comenzó aquella desigual batalla, los indígenas con sus armas improvisadas estuvieron a punto de someter a los españoles y a los vecinos de San Cristóbal, que eran numéricamente inferiores, pero cuando aparentemente los indígenas ya tenían ganada la batalla, éstos comienzan a huir en desbandada.

Los indios detenidos, al ser interrogados, confesaron no haber sido derrotados por los hombres blancos sino por una “Señora” que estaba parada en la torre del templo de Cancuc, que después fuera identificada como la Virgen de Caridad que se veneraba en el templo de San Nicolás, en San Cristóbal  de Las Casas.

Los españoles contaron que los indígenas dijeron que la Señora parada en la torre de la iglesia de Cancuc, lanzaba flechas y rayos en su contra y que a falta de soldados, ordenó a las tejas que bajaran a combatir a los sublevados, logrando la derrota de los tseltales.

Cosa que fue comunicada al Rey de España, Carlos X, quien a su vez, ordenó se pagaran las fiestas anuales de la Virgen de Caridad.

El obispo de ese entonces, Juan Bautista Álvarez de Toledo, manda hacer la actual iglesia, donde en su interior vemos al centro a la Virgen portando su banda de Generala y su bastón en una mano y el Niño Jesús en la otra.

Y así fue porque a la Virgen de Caridad se le considera patrona y protectora de San Cristóbal y su fiesta se celebra el 21 de noviembre, fecha en que ocurrió la guerra y salvó a la ciudad.