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La novela fue escrita y publicada en la Ciudad de México en el año de 1985. En la trama, la joven Catalina Guzmán relata su construcción como mujer modernista y la percepción de su vida diaria después de la revolución, en relación con su esposo Andrés Ascencio, que forma parte del mundo político.

El tema del feminismo es por el cual se hizo tan popular esta novela, aunque este nunca es mencionado directamente en la trama. Su autora forma parte de la lucha de equidad entre hombres y mujeres, lideró la fundación de Mujeres Antimachistas en la Ciudad de México. Los personajes de la obra y su contenido han generado una crítica a la misma, desde movimientos como el machismo y el feminismo

La historia tiene lugar en Puebla, donde vive Catalina Guzmán, una joven menor de quince años, de posición económica baja, inocente e ingenua del mundo que la rodea, a quien se le presenta al general Andrés Ascencio frente a los simbólicos portales de Puebla. Andrés es un hombre mayor de treinta años, quien tiene muy claros sus objetivos, sobre todo políticos después del triunfo de la Revolución.

Ella se enamora de este hombre y acepta casarse con él. En el transcurso de la historia, Catalina vive algunas transformaciones, influenciada por la vida política y social de su marido, quien la violenta de diferentes formas; sin embargo, de manera consiente, ella se mantiene sumisa por la idea falsa del amor y la cultura machista que la rodea, en la que la mujer es aún vista como objeto decorativo sin voz ni voto, y la vida de lujos que tiene al lado de su marido.

Sometida a mandatos y ocupándose de actividades ligadas al hogar, Catalina vive momentos cruciales para su formación y construcción como sujeto, desempeñando distintos roles: esposa, amante, madre, cómplice y finalmente viuda. Toda la historia es narrada desde la perspectiva de Catalina, eterna observadora de las acciones de su marido.

La novela se desarrolla entre los años 1915 a 1940, presenta el mundo político mexicano mientras se desarrolla la institucionalización que siguió a la Revolución. El círculo político se ha cerrado y los nuevos caciques han reemplazado a los viejos, la polarización entre políticos masones y potentados de Ia Iglesia se ha convertido en una nueva alianza tácita en contra del pueblo y se utilizan los ritos de la tradición, únicamente como símbolos de estatus social y de poder. En la novela, las mujeres y el pueblo, no tienen ni voz ni voto en el asunto político.